sábado, 6 de agosto de 2022

Un nuevo comienzo /3)

No había hosteles en el pueblo, pero si departamentos que se alquilaban por día. Alquiló uno, o le sobraba la plata, peor por lo que salía se podía quedar 1 día ahí, por lo menos hasta que decidiera a dónde irse.
La ciudad le recordó a otras que había conocido de adolescente, a su padre le encantaba recorrer el interior de la provincia de Buenos Aires, y en general la llevaba los fines de semana. Sobre todo después de que se separara de su madre.
Fue a buscar facturas a la panadería que estaba frente a la plaza, su papa decía que ahí se determinaba el gusto de los ciudadanos del lugar, ya que, según él, dependía de qué clase de facturas comían. Las facturas para él eran imprescindibles, mucho más que el asado o cualquier otra cosa.
Lo imitó, quedó conforme con las mismas.
Caminó, era una ciudad chata, un poco sosa, desde su punto de vista. 
Fue hasta la terminal para ver qué colectivo tomaría, no tenía ningún plan, vería ahí por qué lugar se decidía.






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