sábado, 26 de noviembre de 2011

Expresiones de mi vida /4) Libido encendida.

La primera vez que escribo en un día de semana.

Estaba en el supermercado y a un tipo se le cae una botella, lo veo y que lindo qué es, y ya me siento idiota escribiendo esto, qué soy una adolescente, tiene unos ojos avellana, y unos labios carnoso pero sin ser exagerados, y bueno también un cuerpo cuidado, eso hoy en día no es raro casi todos van a gimnasio, pensé en sus brazos sobre mi espalda, en sus manos sobre mi vientre...y tantas otras cosas en ese ratito, a veces la mente vuela demasiado rápido y demasiado alto.

Yo seguí haciendo mis compras a ver si todavía se daban cuenta que estaba ahí mirando a un tipo como una idiota.
Después antes de irme cuando estaba en la caja me di cuenta que era reponedor.

El tipo me genero algo adentro, me activo la libido, suena patético decirlo, pero hace tanto que no siento algo fuerte por alguien, creo que desde mi primer novio que por suerte no fue mi marido, no era muy lindo, pero tenia algo que me atraía mucho de solo verlo, me gustaba estar con él, después que estuvimos juntos como que se terminó todo, era más atracción que otra cosa, pero eso es más de lo que sentí sexualmente por mi marido, y por otra persona que no viene al caso.

Me gusta volver a ser una persona sexual, ahora me falta encontrar con quien..las cosas que escribo, conociendo los tipos que consiguen las mujeres de mi edad, mejor me quedo sola, pero no sé, creo que la soledad no es para mi.


sábado, 19 de noviembre de 2011

Expresiones de mi vida /3) Decisiones de los hijos.

Qué tarde me dormí ayer y con que dolor de cabeza me levante, tuve que ir corriendo a buscar aspirinas porque no aguantaba más.

Igual la cena estuvo hermosa, los chicos cada vez más grandes, yo los sigo llamando chicos pero ya son adolescentes, Santiago y Mariela, se portan bastante bien, me acuerdo que cuando eran bebes,  son muy seguidos apenas se llevan un año, me vinieron  la mente los recuerdos de cuando pasé una temporada en San Antonio de Areco, ahí vive mi hija con su marido y los chicos, aproveche que eran las vacaciones y me pasé una semana con ellos. Es tan lindo tener contacto con un bebe, por lo menos yo siempre me sentí protectora cuando tuve uno en los brazos, tocar esa piel tan delicada, tan rosa, verlos tan chiquitos, con esos dedos tan pequeños que parecen de muñecas, con esas hebras de pelo tan delgadas, es increíble lo que son los bebes, además me hacían recordar a cuando yo tuve los míos, con todos fue una experiencia diferente, con Armando yo tenia diecinueve y ni idea de nada, pero cuando lo tuve en mis brazos supe enseguida lo más importante, lo que más necesitaba, es lgo instintivo. Probablemente fui sobre protectora, tal vez por eso Armando se fue de la casa ni bien cumplió los 18, pero fue lo que me nació hacer.

Eso también merece la pena contarlo, cuando Armando me dijo que Nancy estaba embarazada tuve ganas de rajarla a puteadas, por considerarla una oportunista, me acuerdo qué pensaba y tal vez tenia razón, en que ella se embarazó para irse del lado de sus padres, pero como le daba miedo hacerlo sola decidió embarazarse, y mí hijo lo consideraba un boludo por tener sexo sin cuidarse, pero me di cuenta que él también lo había echo por el mismo motivo que ella, eso era lo que quería, me di cuenta que esos proyectos que hablaba tanto con él de ir a la universidad, no eran lo que deseaba, en ese momento por lo menos, porque ahora los dos quieren estudiar, así son las cosas, yo no se los reprocho, en parte es culpa mía que embarazara a Nancy si no lo hubiera absorbido, y repetido que tenia que ir a la universidad, lo importante que era eso, no lo hubiera tomado como una obligación, y quien dice y hoy sería arquitecto, pero bueno, así son las cosas.

Ahora me cuentan que los chicos les mandan cosas, que quieren esto y lo otro, que por qué viven lejos de todos los parientes, los padres trabajan todo el día, en fin, reclamos a los hijos nunca les faltan.
Los dos se ven cansados, Armando todavía no tiene ni 34 y está destruido, Nancy igual, no tuvieron juventud, y eso los resiente.
Pero lo que me gustó es que no dejan de agarrarse las manos, se quieren, lo sé, mucho más de lo que yo me quería con mi marido en esa etapa de nuestro matrimonio.

Todavía me quedan varias horas que matar, no sé qué carajo voy a hacer, capaz que salgo un rato a la plaza, están empezando a caer las hojas y siempre me gustó ver como el suelo se cubre de hojas, como si se caminara por encima de los arboles, era eso lo que pensaba de chica, que caminaba sobre los arboles cada vez que pisaba las hojas, las cosas que una se imagina a esa edad, todo lo transforma en algo hermoso.
Voy a ver qué sensación me transmite ahora hacer lo mismo, probablemente nostalgia o decepción.



sábado, 12 de noviembre de 2011

Expresiones de mi vida /2) Asistencia obligatoria.

Ni me acordaba de lo que había escrito, ya hace un mes y medio que escribí lo anterior, apenas he prendido la computadora, el trabajo no me dejó tiempo para nada.

Ese lunes cuando volví, no saben lo que me costó levantarme a la mañana, cuando el cuerpo y la cabeza se empiezan a acostumbrar a levantarse más tarde tenés que volver a la puta rutina, y encima ver las mismas caras, que te piden lo mismo, con la misma hipocresía.
-Laura  el chico de los Sanders que no vino a la prueba, podes ir a la casa por favor.
Ser asistente social a veces es cansador, bah qué a veces, siempre, pero igual lo prefiero a ser maestra, ya que serlo me frustraba, es imposible enseñarle bien a los chicos si son 25 alumnos, tenes que estar viendo que no les pase nada, que no se vayan a cortar con las putas trinchetas, yo no sé por qué no prohíben esas porquerías, o que no están rayando las mesas, que estén escribiendo y haciendo lo que una les pide, es agotador.

Cada cada vez que voy a la casa de un chico, es odioso.
No saben lo que es entrar a esas casas en verano con un calor inaguantable y las madres más inaguantables todavía, que te miran desafiantes cuando se les debería caer la cara de vergüenza de no mandar a sus hijos a la escuela.
Me presente, no fue capaz de decirme sentate o querés tomar algo, ya sé que no soy una visita, pero a la gente que va a tu casa tratala como corresponde, más cuando no trabajas, porque con las uñas que esa tiene es obvio que lo único que agarra en las manos es el cigarrillo a ese se lo pasaba de las manos a la boca, y encima la hija de puta me tiraba el humo, y el ventilador la señora por supuesto de su lado, no fue capaz de ponerlo en modo rotación para que me llegara un poco a mí, no para qué, si yo solo iba a hablar con ella y tratar de que el hijo no repitiera el año, nada más.
En fin la tipa se sirvió una cerveza a las once de la mañana y me siguió mirando con recelo.
-Y qué quiere que haga, yo le digo que vaya, no sé cuantas veces le he repetido que lo voy a cagar a palos si no va, y no me hace caso, me dice que va y después me cuenta la vecina que andaba jugando con el hijo de ella.
-Señora si no va le van a quitar el salario.
Ahí si que cambio la cara, a estas les decís que le vas a sacar la plata, y es como si les dijeras que las vas a matar.
Se quedó un minuto en silencio sin saber qué cara poner, si enojada, consternada, aunque seguramente ni conoce esa palabra, o qué, eligió la más inteligente, casi se pone a rogarme.
-Mire voy a tratar, no, voy a hacer hasta lo imposible para que vaya a la escuela, yo misma lo llevó y lo dejo en la puerta, no podría estar usted ahí así me aseguro que cuando me vaya se queda adentro, porque lo conozco y es capaz de entrar y volver a salir.
-Si señora no se preocupe yo voy a estar en la puerta esperándolo.
Salí contenta por la victoria, pero me duro un ratito, después vuelve a pasar lo mismo con otra madre, que si la amenazas con quitarle el salario, te sale con las leyes, porque algunas son más leguleyas que una abogada, estas no saben ni hablar pero se conocen todas las leyes.

Y cuando empezaron las clases otra vez la misma historia, anda a ver por qué no vino este o el otro, y a asustar porque aunque no me guste el término es eso lo que hago, a asustar a las que no son tan leguleyas y a tratar de convencer a las que lo son.
Me enerva tener que decirles lo obvio, que los hijos tienen que terminar aunque sea la primaria, yo no puedo creer lo que son estos padres, porque los de antes tenían muchísimos defectos, si lo sabré yo, pero estaban convencidos de que sus hijos tenían que superarlos, tenían que tener una mejor educación, y tratar de conseguir lo que ellos no habían logrado, estos no, es como si se sintieran orgullosos de su ignorancia, y les encantara que los hijos fueran más mediocres que ellos, como si dijeran: si yo no logre nada, por qué mi hijo si, que se reviente igual que yo. Lamentablemente la ignorancia genera miseria, tanto económica como moral.

Qué deprimente lo que escribí hoy, ya me cague el fin de semana, no, todavía me queda el domingo, a ver qué hago.
No debería escribir sobre el trabajo, pero es parte de mi vida, además puedo descargarme, total, nadie sabe que lo hago, es algo para mí, como una terapia, y en el fondo está bueno descargarse, por que si le decís estas cosas a alguien, te da la razón y cuando te das vuelta te esta criticando, todos se creen que ser asistente es tomar café y escribir detrás de un escritorio, si eso también es, no lo voy a negar,  pero también hay que meterse en la casa de cualquiera, que no sabes como te va a recibir, y encima con algunos tener que hacerme la simpática para que por favor manden a los chicos a estudiar, cuando es su obligación, así que mejor lo escribo.

Igual todo no es malo en el trabajo, pero lo cuento otro día, hoy vienen a cenar Armando con Nancy y los chicos y todavía no prepare nada.

sábado, 5 de noviembre de 2011

Expresiones de mi vida /1) Fin de semana.

Me gustan los sábados lluviosos porque me siento liberada de lavar el piso, además me encanta la lluvia en febrero no sé esa sensación de estar en invierno en pleno verano.

Qué forma rara de empezar algo, ni sé qué es lo que quiero empezar, tal vez solo matar el tiempo un sábado que no puedo limpiar, que no tengo ganas de ir ni a la peluquería, ni a la depiladora, y que me siento sola, es raro decir eso, ya que otras veces me he sentido sola y estaba con toda mi familia, pero ahora literalmente lo estoy.
Esteban, mi hijo más chico se mudó ayer, lo bien que hizo, yo le había dicho que se mudara hoy, pero él me dijo que iba a llover, que mirará en el pronostico, yo casi nunca les hago caso porque se viven equivocando pero ésta vez justo le acertaron, por suerte.
Es el más mamengo, aunque es una forma de decir porque desde los doce hasta ahora se lo pasa en la computadora, igual no es que la se la pasaba boludeando como la mayoría, estudio técnico y ahora crea programas de juegos, y no sé qué más, yo de las computadoras no entiendo nada, apenas ahora estoy usando una, pobre las veces que se sentó conmigo a explicarme, yo como maestra nunca tuve la paciencia con mis alumnos que él tuvo conmigo.
Siempre le desconfié a estas maquinas, pero supongo que es porque salieron cuando yo ya no era ninguna nena, a mí madre le debió pasar lo mismo con el televisor, y a mí abuela con la radio, pero bueno, igual trato de poco a Internet por ahora, por eso que dicen todos, que te volves adicta.

Viendo lo que escribí no se ni qué quise expresar, empecé contando que llueve, seguí con la mudanza de mí hijo, y después salí contando de lo poco que sé usar la computadora, pero bueno, la vida no es lineal, y lo que se te viene a la cabeza menos.
Vamos a ver hasta cuando sigo, probablemente no vuelva a escribir nada más, no tengo tiempo y no me lo quiero hacer tampoco, esto de escribir sobre una, es como ir al psicólogo, ni siquiera a un psiquiatra porque ellos por lo menos te medican, y los psicólogos por lo menos te escuchan, acá nada, lo expreso y queda ahí, pero si me hago tiempo mañana, sigo.

Hoy también llovió, y ya me pudrió, un día que llueva es hermoso, dos ya pudre, pero como era domingo decidí tomármelo bien, después de comer dormí un rato la siesta, ni mucho porque sino me despierto y no sé si ya es lunes,y ando mareada el resto del día, una hora habré dormido, y me puse a hacer buñuelos, cuanto hacia que no me ponía a amasar, pero como no tenia nada que hacer, ahí estuve, y la verdad que me salieron riquísimos, pero hice muchos, me costo un montón cuando de cinco pasamos a cuatro y después a dos en casa, los kilos de comida que tire,me hacen hasta sentir mal, pero es llorar sobre la comida desperdiciada.
Vuelvo a lo que decía porque ya me fui a cualquier parte, hice muchos, y aunque puedo comerme todo no quiero ya bastante me cuesta la dieta como para dejarla por no tirar unos buñuelos, así que me fui a lo de mi vecina, estaba enhebrando una aguja para coserle un pantalón al hijo, este solo la viene a ver para dejarle la ropa, y que se la lave, se la planche, y si tiene algún agujero se la remiende. Una mierda, a mí ninguno de los tres, y a Esteban ni necesidad, él fue conmigo a elegir el lavarropas, uno hermoso se compró, mucho mejor que el mío, la cosa fue con Natalia, pero no quiero hablar de ella, volviendo a mí vecina, Clara, ahí estaba la pobre enhebrando, se alegró de verme, le encanta charlar, me chusmeó todo, quien era infiel, que la hija de la de la otra cuadra está embarazada, que la hija del que trabaja en el banco se droga, en fin toda la telenovela del pueblo, y yo encantada no me voy a hacer la que no, me gusta escuchar las miserias de los demás, sobretodo de esos que cuando te pasa algo te miran como si fueras la única persona que tiene problemas, y después ves que sus familias son peores que la tuya, así que yo me alegro que a ellos también les pase.

Ah es tardísimo y mañana tengo que volver a la amansadora del trabajo, a poner el reloj temprano, bueno hasta nunca, o hasta que tenga tiempo.