sábado, 29 de febrero de 2020

Y de repente se hace realidad /15)

Estaba harto de despertarse, hacerse un café, que siempre le salía mal, o demasiado espeso, aguado, quemado o frío. No podía concentrarse en el café, porque esperaba expectante que Teresa lo llamara.
Cuando ella lo llamó, salió enseguida.
-Por ahora no puedo, el hijo de puta de Roberto no me suelta nada.
-Inventale algo.
-No está tan pelotudo, ya no me da bola, no me cree la primera pavada que le invento, debe andar detrás de otra.
-Y de la peluquería, saca de ahí.
-Ja, ganó dos pesos ahí, y si los sacó, qué te pensas que soy la peluquera de los famosos.
-Me cagó en todo.
-Tranquilizate, te tiene mal el encierro a vos, o sé por qué no salís.
-Es peligroso.
-No seas paranoico. Bueno, me tengo que ir, che, cuando pueda te llamo.
Tiene razón, para qué me cuido, el pelotudo de Damian ni se murió, ni habló. 
Teresa no me quiere soltar, de qué mierda voy a vivir ahora...podría cogerme a la vieja esta, Ines, pero sería hacerle un favor porque la vieja no debe tener un peso, si no no me alquilaría este sucucho, ni iría a cuidar a las viejas que están peor que ella.



sábado, 22 de febrero de 2020

Y de repente se hace realidad /14)

La mudanza de Pedro, hizo que se convirtiera en el rostro de los héroes románticos de las novelas que consumía. Era quien la estrujaba en sus brazos y le daba un intenso beso, mientras sus lenguas chocaban, mientras le acariciaba los senos, y bajaba hasta su vagina, las novelas que elegía solían dedicar párrafos bastante extensos al acto sexual, en general una pagina, como mínimo. 
Ines disfrutaba mucho de esas paginas, siempre luego de leerlas se daba una ducha tirando a fría, nuca se había masturbado, sentía asco hacia esa practica, sobre todo en la mujer, la consideraba algo repugnante pero entendible en los varones, sobre todo adolescentes, pero imperdonable en una mujer.
Esas cosas siendo mujer solo le pueden gustar a las putas como Teresa, o a las lesbianas, una más inmunda que las otras.
Igual a veces con la ducha no alcanzaba, y terminaba frutando la toalla de diferentes formas por sobre su clítoris, pero no se permitía llegar al orgasmo, antes tiraba la toalla y se vestía, ya calculaba cuando las novelas estaban por llegar a esa parte para leerla sin que le quedará más de una hora hasta que tuviera que ir a cuidar a una de las ancianas, por lo que se duchaba, se secaba, y después tenía que vestirse, peinarse, poner la ropa a lavar, e irse.
Ines se dio cuenta que se le estaba haciendo tarde, nunca había pasado tanto tiempo secándose, y sabía que no era por la novela, sino por Pedro, a quien no dejaba de visualizar.
Mientras estaba con la mujer que cuidaba ese día le costó seguir la charla con ésta, brindándole a la misma respuestas entre mecánicas y lacónicas.
Una vez que la señora se durmió, Ines fue al baño, mojó una toalla y se acarició con ella suavemente y se vino, al hacerlo lloró, segundos después se sintió rara y sucia, se sentó sobre el bidet y dejó correr el agua fría sobre si.

sábado, 15 de febrero de 2020

Y de repente se hace realidad /13)

Comida recalentada, otra vez. 
Se dijo Roberto.
Tengo que estar el puto día en la empresa para que cuando llego a casa, donde pago todo, me sirva comida recalentada.
Cuando a esa negra de mierda la saqué de la casa sin revoque en la que vivía, bah casa, el sucucho ese, me andaba detrás, qué no hacia, no mi amor, no importa la hora a la que llegues, yo te espero y cenamos juntos.
Falsa de mierda, pero ya te voy a dar a una patada en el culo.
Mientras mascaba y aunque sentía el gusto insipido y gomoso que le dejaba en la boca la comida, sonrió.

Teresa estaba mirando algo en la televisión, supuso que como siempre, debía ser una serie o película de Netflix seguramente, no presto atención a lo que mostraba la pantalla.
Se sentó en la cama y sintió el olor de la crema de cacao, no recordaba cuantos años sintiendo ese olor, sabía que su esposa se la ponía como repelente, porque él odiaba tocarla cuando su piel estaba aceitosa.
Roberto desde ese momento decidió dormir desnudo, porque sabia que a ella le jodía, también las veces que estaba irritado o caliente prendía la laptop y miraba pornografía, masturbándose al lado de ella. El olor de la crema de cacao se mezclaba con el del semen. 


Y de repente se hace realidad /12)

Después de entrar en paro dos veces, perder una enorme cantidad de sangre, sufrir una infección, y tener que inducirle el coma, lograron estabilizarlo, luego de un día y medio lo sacaron del coma.
Sara apenas había dormido en 48 horas, no entendía como se sostenía, ni quería pensar en ello, apenas había podido ver a sus hijos y eso un ratito que salió del hospital para recibirlos, porque su madre le había dicho que estaban insoportables y que por lo menos los viera para decirles que se dejarán de joder Sara después de refregarse los ojos con agua, los recibió, le dijo al chico que se portará bien con la abuela, que no la jodiera, que entendiera, que ya era grande (cuando le dijo eso al nene se le iluminó la cara) que tenía que ser responsable y portarse como lo que era.
Los despidió, la madre le había llevado un sanguche y un par de botellas de coca cola, después de comer y tomar, volvió al pasillo y se sentó a esperar.
Cuando entró le sorprendió lo pálido que se veía Damían.
Lo saludó y él empezó a hablar, Sara no podía creer lo que le decía.
-Qué mierda estás diciendo, Damían.
-Lo que tengo que hacer.
-Ajá, mirá vos, y tus hijos, y yo, qué.
-Cuando este hijo de puta me disparó, me di cuenta de que mi vida no valía una mierda.
-Entonces tu familia no te importa.
-Deja de joder con eso, Sara, te estoy hablando de mí, parala con la familia, de mí entendes, de lo que yo logré en la vida, no de vos, no de mis hijos, de mí. 
-Y te crees que buscar a ese hijo de puta y matarlo es la solución, no sé qué mierda tenés en la cabeza, qué película te creíste, esta es la realidad, Damían.
-Chau Sara.
Iba a contestarle, pero prefirió irse.
Estaba cansada, irritada, frustrada, al salir del hospital inhalo profundamente, y buscó en google maps la parada de colectivos. 

sábado, 1 de febrero de 2020

Y de repente se hace realidad /11)

-Che, y como es el tipo que tenés viviendo en tu casa.
-Mmm qué querés que te diga, joven, alto...
-Y es lindo, che.
-Feo no es.
-Apá, te gusta.
-Ja, mirá como sos, eh, ahora porque te digo que el tipo no es feo ya es porque estoy caliente con él. Déjate de joder.
-No sé, yo te veo diferente, Inés, y a otro tipo no has conocido.
-Ah entonces mi "cambio" es por un tipo, por favor, además este podría ser mi hijo.
-Ay no empeces con ese cuento, cuantas han andado con pendejos.
-Yo no.
-Bueno, siempre hay una primera vez.
-Qué vas a ser nuestra Celestina, Graciela. Parala.
-Che, te vas a hacer la ofendida, bueno perdóname.
-No, no es hacerme la ofendida, es que estás hinchando las pelotas con que el tipo me gusta cuando nada que ver, lo conocí hace 2 días y estás dale que dale con lo mismo, no sé qué película te hiciste.
-Bueh, mejor me voy, no se te puede ni hablar.
-Ahora la que se hace la ofendida sos vos.
-Okey Inés, un gusto verte, saludos.
-Chau Graciela.