sábado, 25 de julio de 2020

Y de repente se hace realidad /38)

Estacionó el auto, dejó que 2 agentes revisaran la pieza del fondo, abrió, dejó entrar a Carmen que insisto en quedarse con ella, se duchó rápido.
Ines, se secó, luego se pasó crema por la cara, y puso 3 vestidos sobre la cama.
- ¿Cuál me queda mejor?
-Mmm este, el azul.
-Che, y no se ve como que estoy muy arreglada, por ahí me critican por eso.
-Quién se va ha fijar en eso, lo que quiere saber la gente es cuál era tu relación con el loco ese, y cuando te diste cuenta de lo que pasaba.
-Si, pero no le voy a contar todo, porqué si no, me van a llamar 1 vez y listo.
-No, vos de a poquito, conta un poco ahora, igual mucho caso, hoy no te van a hacer, van a centrarse más en el loco y ver si se entrega o lo matan.
-Ojalá se entregue, eso va a dar para que la noticia este más días, y el juicio además.
-Si, por ese lado, pero mira si sale.
-Pero como va ha salir si es un asesino serial.
-Ay m'hija, estamos en Argentina, desde cuando hay justicia acá.
-Tenés razón, no si sale me mata, no sé, pero bueno, ya lo hice, no.
-Si, además no creo que si sale justo venga a matarte a vos.
Ni para un asesino vale nada mi vida, la puta madre.
-Esperemos que no, me pongo delineador.
-No nena, mira la hora que es.
-Bueno, y sombra.
-Un poquito, para tapar las ojeras.
Vieja hija de puta, tenias que dar el palito y meter lo de las ojeras, como si las bolsas que tenes vos no te cubrieran media cara.
-Ahí está bien.
-Si, a ver, acércate. 
Carmen se llevó el dedo indice a la boca, lo mojó con saliva e hizo ademán de pasárselo por los parpados a Ines, ésta se alejo.
La vieja quiere llenarme de saliva la cara, y dejarme hecha una payasa, esperate.
-Deja Carmen, me paso un cachito de algodón.
-Claro, yo voy a ver si ya se apareció alguna combi.
Al fin me dejó un ratito sola, pesada, yo a esta vieja le tendría que renunciar, es un vampiro, me está chupando la vida, si sigo así dentro de 1 año, me voy a ver como ella.
Ines, se levantó y se acercó hasta el espejo.
Mmm, con las sandalias blancas, aunque está medio fresco para sandalias, pero otra cosa no tengo que vaya con este vestido, y si no, mejor me pongo algo más sencillo...no, me quedó con esto, y al que no le guste, que se vaya a cagar.
Escucho que Carmen la llamaba.
- ¿Qué pasa?
-Hay una combi, que freno acá, seguro que dentro de un ratito tocan el timbre.

Inmediatamente que Carmen termino de hablar, sonó el timbre. 

Y de repente se hace realidad /37)

Una vez que logró volar la cerradura, Pedro entró,. la habitación parecía estar vacía.
-Hija de mil putas, sé que estas acá mejor salí, dale.
Pedro supo que en el único lugar que podía estar Teresa era en el baño, por lo que se acercó hasta la puerta y repitió lo que había dicho frente a la habitación.
Teresa cuando entró le tiró quita esmalte sobre los ojos, Pedro se llevó las manos a la cabeza, y se golpeó la frente con el arma, los ojos le ardían, pero supó que si se dejaba caer como su cuerpo deseaba, Teresa se escaparía y a él lo agarrarían.
Tengo que sostenerme, con la visión nublosa, vio la imagen de Teresa que estaba al borde de la bañera y le disparó , la bala dio en la canilla.
Se oyó un fuerte quejido.
Bien, la hija de puta está inmovilizada.
Se puso el arma bajo el sobaco izquierdo, y con la mano derecha abrió la canilla, puso el tapón en la pileta y espero que se llenara, después colocó el arma de vuelta en la mano derecha y sumergió su cabeza una y otra vez sobre la misma, a cada zambullida sentía como se iban aliviando sus ojos, y como mejoraba su visión, buscó en el botiquín por si había algo contra la irritación ocular, pero sospechó que aunque Teresa se mostraba histérica después del disparo, sollozando, quejándose del dolor e inmóvil, no confiaba en ella, así que se rasgó la remera, la rajó por la mitad, agarró las muñecas de Teresa, que empezó a sollozar más fuerte, y las ató a la manijas de la canilla, con otro jirón de su remera la amordazó.

sábado, 18 de julio de 2020

Y de repente se hace realidad /36)

Al abrir la ventana y llegar hasta el balcon, Teresa odio una vez más su vertigo, estaba paralizada.
Mierda, preferiría quebrar una pierna o un brazo, a que me agarre el loco de mierda este, pero con la suerte que tengo, si me tiro desde acá, me quiebro el cuello o me parto la cabeza.
Qué mierda hago? se dijo, en ese momento sonó su celular.
-Hola?
-Teresa Gascon?
-Si?
-Soy el comisario Ruiz, señora...
-Gracias, me puede sacar de acá, pedro.
-Está ahí,. lo sabemos, como se encuentra usted.
-Como quiere que me encuentre, logre tirarlo por las escaleras.
-Y por qué no salio de la casa?
-Porque tuve miedo de que no le hubiera pasado nada, y no quise arriesgarme a pasar a su lado.
-Ajá, pues los agentes que vinieron de la Capital, dicen que vieron a alguien e la cocina.
-No sé, entocnes ya debe estar bien...
-Puede ser.
-Mire, puede sacarme de acá?
-Si, señora, usted quedese donde esta y diganos, cuantas entradas tiene la casa?
-Tiene 4, una que es la del pasillo, que conduce a dirferentes partes de la casa, otra que es el garage y la del frente, y la puertaventana del living.
-Bueno, usted quedese tranquila.
-Por favor, no me diga semejante peloteduez, quiere.
-No apague el telefono, queremos saber como se encuentra.
-Está bien, mierda, señor...
-Ruiz.
-Ruiz, Pedro, esta golpeando la puerta, empezo a dsisparar...

Y de repente se hace realidad /35)

Aturdido y con un fuerte dolor de cabeza, Pedro se llevó la mano a la nuca, y noto que los dedos se le mojaban, acerco su mano a los ojos y vio sangre, enfurecido, trato de levantarse de golpe, y el dolor de cabeza se hizo más profundo, comenzó a marearse, pero no quería sentarse en ninguno de los sillones, ni darle más tiempo a Teresa.
Aun aturdido y mareado subió las escaleras.

sábado, 11 de julio de 2020

Y de repente se hace realidad /33)

Cuando sonó el celular, lo tomo enseguida y atendió, aunque tratando de que su voz no sonara ansiosa.
-Hola.
-Damian, si, soy Tito, bueno viste que vos querías saber de Pedro, bueno yo como quién no quiere la cosa, averigüe, que andaba con una mujer casada, de una ciudad del interior, creo que Los horneros, o algo así.
-No te dijeron el nombre de ella?
-No, perdona.
-No importa, gracias igual, saludos.
Corto, se fue hasta Retiro, y preguntó si alguno de los colectivos podía llevarlo hasta Los Horneros, le contestaron que si, con los 200 pesos que le quedaban paso los 50 del viaje.
Cuando se sentó, el televisor del colectivo estaba encendido en un canal de cable de noticias, cuando paso la mirada distraída por la pantalla, a la hora y media de viaje después de cansarse de mirar por las ventana, y volvió a echar una mirada y luego de leer las letras y mirar la imagen de Pedro, no pudo despegar sus ojos de la misma durante todo el viaje.
Al llegar a la ciudad no necesito preguntar nada, ya que cuando el colectivo tuvo que desviar su camino, porque la calle donde se encontraba Pedro, estaba por ser vallada y bloqueada por varios patrulleros.
trataban de convencerlo para que se entregara.
Damian se bajo en la cuadra siguiente, y se acerco lo más que pudo hasta donde estaban los patrulleros, oyo como los agentes hablaban por
En el momento que empezó a llover, decidió que eso le servía, vio como una mujer y sus hijos en la cuadra que doblaba a donde supuestamente se encontraba Pedro, espero que está tomara el remis que las esperaba afuera a ella y a sus hijos, y se trepo a la ventana, subió al techo, y fue de techo en techo, hasta llegar al jardín de la casa, esta era un chalet de ladrillo a la vista y tejas rojas, supo que si no se apuraba a entrara a la casa, cuando llegaran los de la brigada anti secuestro lo sacarían cagando de ahí, por lo que corrió hasta la primera puerta que encontró, sacó el arma de la cintura, y con cuidado empezó a abrir las diferentes puertas.
Una lo llevo a un lavadero, la otra a una despensa, hasta que dio con la de la cocina.
Al momento de entrar sintió un tiro en la ventana, e instintivamente se aguachó.


Se fue arrastrando hasta llegar al comedor, ahí se levantó, y fue corriendo hasta las escaleras, las cuales subió lentamente.

Y de repente se hace realidad /32)

Sabia que una vez despierto, era imposible que volviera a dormirse, por lo mismo, ni siquiera lo intentaba, se levantó, y prendió el pequeño televisor que Teresa le había comprado cuando se mudara.
Al prenderlo estaba en un canal de películas internacionales, fue apretando el botón que pasaba los canales de forma descendente hasta llegar a uno de los de noticias, donde encontró una foto suya.
Empezó a temblar y a mirar a todos lados, decidió apagar el televisor, tiro el control sobre la cama, saco su valija del ropero, y empezó a meter toda la ropa que Teresa le comprara.
Después volvió a encender el televisor, quería que pensaran que seguía ahí, tomo el arma, se la calzo detrás de la cintura y salio de la casa, eran las 8.00, y exceptuando una mujer que barría su vereda, a media cuadra, no había nadie, espero a que la mujer terminara de barrer y entrara de vuelta a su casa, para luego cruzar la calle y meterse en la casa de Teresa.
Entro por el lavadero, y se quedo al cotado del auto de Teresa, luego al ver que este estaba abierto, entro en el, y encendió la radio.
Qué mierda dicen de mí, por lo que decían en la emisora que pertenecía al mismo grupo que el canal de cable, supo que por lo menos ya estaba seguro como culpable de uno de los asesinatos, y que no faltaba para que lo culparan de los demás ya que había aparecido en esas ultimas horas testigo que lo identificaban.
Cuando sintió ruidos más allá de la puerta del garaje, apago la radio, cerro la puerta, y se quedo a un costado, oculto a quien entrara por la puerta que daba al interior.
Cuando vio a Teresa con una valija, confirmo lo que ya sospechaba.
Hija de puta, ésta me entrego.
Al tenerla a menos de un metro, se acerco más por detrás le tapo la boca y la inmovilizo.
Con la otra mano le agarro el cuello, después le soltó un momento que le tapaba la boca, para darle una trompada, que aturdió a Teresa y casi la hace desmayar.
-Escúchame, tenes toda la plata, acá, eh, habla o te mato.
-Si...Pedro..
-Cállate la boca, hija de mil puta, hablaste.
-Qué decís, por favor.
-Mira no me creas pelotudo, vamos a buscar la plata.
-Está bien.
Teresa trató de mostrarse lo más sumisa y obediente, al salir del garaje, llegaron a un pasillo con varias puertas, a los costados y una en el frente.
- ¿Cuál lleva a la cocina?
-La del frente.
Atravesaron el pasillo rápidamente y de la cocina pasaron al comedor y de este al enorme living, en donde en el centro se encontraba la escalera de caracol, mientras subían, Teresa le dio un codazo en el estomago y luego lo empujo para atrás.

Y de repente se hace realidad /31)

Acompaño a Victor hasta su casa, este en pocos minutos paso el vídeo del celular a su computadora, y saco las capturas, busco el correo de uno de los periodistas y se lo mando, enseguida tomo el teléfono y marco.
-Hola, Etseban, si, soy Victor Ramirez, te acordas el de Rivero, si la inundación, escúchame, te mande un correo, con una captura de un tipo, la amplié todo lo que pude, no sé si vos lo conoces de algo avísanos, el nombre, Pedro Gomez, bueno, dale, así quedamos, querido, gracias.
Ines, lo miro expectante.
- ¿Y?
-Lo que escuchaste, dice que va a mirar las capturas y nos avisa.
-Ah, che Victor, gracias, eh.
-No te preocupes, después de todo soy un periodista, aficionado, pero bueno, peor es nada.
A Ines no se le ocurrió como agradecerle sin que sonara falsa o obvio, pero no se le venían ningunas palabras a la cabeza, que no fueran entendidas de esa maneras, estaba nerviosa, ansiosa, y a su vez entusiasmada, por eso decidió decir una de las frases que solían utilizar las heroínas de los thrillers románticos que leía.
-Pues conmigo te has portado como un profesional, la verdad.
Victor le sonrió.
- ¿Querés un café o algo?
-Bueno.
A Ines no le gustaba tomar nada a esa hora, ya que faltaba poco para la cena, y el café le quitaría el hambre, pero se conformo.
El pobre tiene que hacer algo, estar ocupado, para que no estemos mirándonos a la cara como unos idiotas, esperando que el tal Esteban nos llame.
Al minuto de que Ines viera como Victor ponía la pava a calentar, y sacaba las tazas, sonó el teléfono.
Victor tomo el celular que había quedado en el medio de las 2 tazas.
-Hola.
Miro a Ines, y puso el celular en manos libres para que ella pudiera escuchar, lo dejo sobre la mesa, y busco el brazo el tarro de café instantáneo, mientras Esteban por la linea hablaba en tono exaltado.
-Victor, escúchame, ese tipo es Pedro, pero su apellido es Gonzalez, no Gomez, lo tiene capturado en un video de una cámara de seguridad, se cargo a un comisario, y es sospechoso de otros crímenes, aunque tiene otro color de pelo, es el mismo.
Ines no podía creer lo que oía, miro a Victor y este compartía su incredulidad.
-Por qué no venís para acá, mira la persona que me paso las capturas, es conocida mía, y por ahí la convenzo de que me pase el vídeo.
-Bueno, déjame confirmar con un conocido, que es perito, nada más que para estar 100 por ciento seguro, espero que me den el okey, no sabes, esto va a disparar el rating del noticero, espero me guardes la exclusiva.
-Claro, che.
Después de cortar, Victor sirvió el café, Ines tomo unos pocos sorbos, y se levanto.
-Ya tengo que irme, mira, llámame a la hora que sea, voy a estar en lo de Carmen.
Ines, se fue a su casa, se cambio, y cuando salía se cruzo con Pedro, él ni la miro, e Ines por primera vez agradecio que este le fuera indiferente.
A la 1 de la mañana, Victor llamo.
Ines y Carmen se habían pasado desde las 23:00 hablando, y dando hipótesis, de a cuantas personas pudo haber matado Pedro, cuales serían las taras que lo llevaron a volverse un sicario, qué relación tendría este con Teresa, y demás, cuando se le estaban por acabar las hipótesis, el celular que estaba sobre la mesa de luz se ilumino y sonó.
-Carmen, Esteban viene en camino, venite a casa, ya sabes que tenemos que hacer la parodia de que te convenzo que me pases los vídeos y demás.
-Claro.
-Te puedo acompañar.
Susurro Camen.
-Bueno.
Contesto Ines.
Las 2 se calzaron, porque ninguna se había desvestido, y se fueron en el auto de Carmen, un dodge modelo 1983.
Al llegar vieron que Esteban no había llegado solo, si no con un camarógrafo y un sonidista, en un combi con los dibujos de un canal de cable.
El periodista saludo tanto a ambas mujeres con la amabilidad mecánica de los de su profesión.
-Señora podríamos ver el vídeo, lo trajo.
-Lo traje, pero no sé, es algo peligroso, yo no quisiera.
-Tranquila, diremos que fue una fuente anónima, su nombre no saldrá en ningún momento.
-No si no es por eso, igual de la única que va a sospechar es de mí, es que no quiero involucrar a un hombre que pudiera ser inocente.
-No lo es, Ines, te puedo llamar así verdad, bueno, Ines, no lo es, el perito me confirmo que el tipo es el mismo que aparece en un vídeo a la salida de un restauran donde asesinaron al diputado Somoza.
-Entonces tome, por es por mí que un asesino va a quedar libre.
-Gracias, Ines, es muy admirable lo que esta haciendo.


Qué bien le sale, hasta parece sincero, espero haber parecido tan honesta como él.

Y de repente se hace realidad /30)

-Cuando me lo cargo?
-Espera, déjame ver, no sé, no me apures.
-La puta que te parió, no entendes que necesito plata.
-Soltame, Pedro, ya te dije que no soy un banco.
-Conseguime la plata.
-Soltame.
Ambos se miraron.
No debo demostrarle miedo, si no este loco de mierda es capaz de ahorcarme.
Pedro la soltó, Teresa se llevó instintivamente la mano al antebrazo izquierdo, que era el que Pedro le había apretado.
Se alejó un momento y enseguida volvió a acercarse a ella, que se había sentado sobre la cama, su corazón empezó a latir de forma acelerada.
-Mira, no sé, como habíamos quedado, fingimos un robo, si nadie va a investigar, cuantos casos hay que no se resuelven en este puto país.
-Está bien, te voy a dar los 800 pesos que tengo ahora, mañana si puedo te doy un poquito más, espérame unos días más, dale, ni una semana te pido, solo unos días.
-Mira que si me estás chamullando y te querés hacer la viva, te quemo a vos, eh.
-Terminala, Pedro, las cosas hay que hacerlas bien, por eso te pido estos días, no sé por qué te pones así, ni que estuvieras bajo tortura.
-Es una tortura este pueblo de mierda, ese pieza, esa vieja, todo, estoy hasta las pelotas, harto, quiero rajarme de acá, no lo entendes?
-Si, pero entendeme vos a mí, la primera sospechosa voy a ser yo, y me quiero cubrir, tan complicado es que entiendas eso.
-Mira, me importa un carajo si quemo o no al viejo, lo que quiero es la plata.
-Okey.
Teresa se fue, hacia una semana había puesto en venta el spa, a un precio menor que lo que costaba el terreno, que estaba en el centro, por lo que pronto el agente inmobiliario empezó a recibir ofertas, y se quedó con la que más se acercaba al precio del terreno cuando Pedro lo había comprado, hacia 3 años, aunque con la inflación, esa plata no era nada, en comparación.
El martillero ne entendía por qué Teresa lo había hecho, pero no le importo, y vendió la casa.
Teresa aceptó el cheque y lo puso en el banco.
Mierda de impuesto al cheque, me voy a quedar con 2 pesos.
Teresa hizo las hizo el equipaje, y se fue de la casa, en uno de los tantos días en que Roberto pasaba fuera de la casa últimamente.
Miro la casa.
Espero encontrarme a otro que me de una casa así, no es facil, pero bueno, si me llego a hacer conocida, van a llegar solos, por ahí hasta me consigo un futbolista y me lleva a Europa.
Sonrió y fue hasta el garaje.


Le quitó el seguro al auto, y sonó el característico ruido de la alarma, cuando se acercaba al mismo sintió una mano que le tapaba la boca.

Y de repente se hace realidad /29)

Le extrañó que Ines le mandara ese mensaje de texto, Victor apenas si se acordaba de ella, ya que la conocía como se conocían la mayoría en el pueblo, de haberse visto alguna vez en la calle, de ser parientes de un vecino o conocido y nada más, pero entre ellos nunca había habido más que un hola y un hasta luego o un como andas, si la cola del banco, o la del supermercado, era muy larga.
En el bar, exceptuando la suya, el resto de las mesas estaban vacías, cosa natural, ya que acababan de abrir.
Victor pidió un café, y luego que se lo trageron, echo la sacarina y empezó a revolver en forma nerviosa, volcando parte del liquido en el plato.
Siempre me pasa lo mismo, por mi puta costumbre de llegar 5 minutos antes o más de la hora convenida.
Mientras levantaba su taza y comenzaba a sorber, escucho un taconeo, y vio a Ines, ésta se acerco enseguida a la mesa.
-Hola.
-Hola, Ines.
-Si ya sé no entendes para qué te hice venir, te cuento, no sé si sabes que hace casi un mes, alquile el cuarto que tengo atrás de la casa, bueno, la cosa es que, sospecho, bah estoy casi segura, que el tipo, Pedro Gomez, es un asesino.
Debes pensar que estoy loca, está bien, yo pensaría lo mismo si me viene con algo así, peor es la verdad, y tengo pruebas, mira.
Ines, abrió su cartera y saco su celular, apretó un par de teclas, miro todo el bar para ver si el mozo andaba cerca, y como no lo estaba, puso el celular sobre la mano de Victor.
Este vio y escucho lo que había en el vídeo, y su mirada escéptica, se transformo en una de sorpresa.
-Pero, estas segura que no era una joda entre ellos?
-No lo creo, segura, segura, obvio que no puedo estar, la cosa es que vos tenés contacto con algún medio de Capital, no, te acordas esa vez que vivieron los medios por la inundación?
-Si, no hace tanto.
-Bueno, vos podrías averiguar como quien no quiere la cosa, he leído que se pueden sacar capturas del vídeo.
-Si, es fácil eso.
- ¿Vos sabes sacarlas?
-Claro.
-Buenísimo, mira, entonces podrías sacar capturas y mandarle una con la cara de este tal Pedro, que anda a saber quien es en realidad, y le preguntas a alguno de ellos, qué te parece.
-Si querés lo hacemos ahora.
- ¿De verdad?
-Por supuesto.
-Gracias, che.
-Por favor.
Victor se miro en el reflejo que el cristal de la ventana le devolvía, tenia 53 años, un matrimonio y una carrera frustrada, al primero hacia ya algunos años que lo había superado, lo otro no, siempre había sido una cuenta pendiente, aunque sabía que nunca se decidiría a completar la carrera, y probar suerte, se pasaría la vida siendo un aficionado, pero bueno, esto era interesante, lo que más le interesaba de ser periodista, descubrir cuestiones morbosas y hacerlas publicas.

Y de repente se hace realidad /28)

Cuantos personajes estoy interpretando últimamente.
Damian quería pensar eso, que jugaba a ser un asesino, un detective, a veces se reía de sí mismo, pero otras de verdad creía ser esos personajes, ese hombre, ya no se vestía como cuando era contador, ni pensaba en las mismas cosas que antes, ese Damian había muerto el día que Pedro le disparó, él de ahora no era nadie.
Allí estaba, en el barrio, hablando con sus conocidos, notó que las mujeres lo miraban con desconfianza, temor y resignación, y los hombres sobre todo algunos con admiración, otros con desafío.
Trato de no mostrarse demasiado desafiante, para no tener que enfrentarse con nadie, pero tampoco parecer débil.
Es un personaje, concéntrate.
- ¿Damian?
- ¿Tito?
-Si, como andas, che, te desapareciste, y ahora hasta cargado estás y todo.
-Viste, che ando buscando a Pedro.
Esto último lo dijo acercándose más a Tito, y en un tono de confidencia.
Tito le correspondió de igual manera.
-Si, querés un trabajito vos, Pedro anda desaparecido, es raro, porque todos los días se lo ve por acá, pero hace como 2 o 3 semanas, o por ahí menos, yo con las fechas soy un desastre, que no se ve por ningún lado.
-Si, está raro.
-Vos sabes como es esto, por ahí ya no lo encontras más.
-Ajá, che si te enteras, llámame, acá tenes mi número.
Le dio una pequeña tarjeta que había hecho imprimir con la poca plata que todavía le quedaba.
-A vos te conozco desde chico, ibas con mi hermano al colegio, así que te soy sincero, no me quiero meter en quilombo, si escucho algo como quien no quiere la cosa, te lo cuento, pero andar averiguando, no, vos sabes como es Pedro, y si se entera que ando chusmeando y preguntando por él antes de preguntarme qué mierda quiero me va a quemar.
-No te preocupes, lo entiendo, cuídate, Tito.
-Igualmente querido, y espero que hayas vuelto por volver y no para quedarte, esto está cada vez peor.
Y era cierto, la zona donde Damian se había criado nunca fue linda, su padre se fundió al poco tiempo de nacer él, y se había visto obligado a vender la casa para pagar ciertas deudas, y comprarse otra en un barrio bastante más pobre, y por ende marginal, pero en esos años que Damian llevaba lejos, notó la diferencia, había más gente, más construcciones de ladrillos sin revocar, más chicos sucios jugando en los charcos de agua, los servicios según oyó que una mujer comentaba con otras mientras ambas cargaban con chicos llenos de mocos y baba, funcionaban cada vez peor, se cortaba la luz y el agua, cada verano, tenían que recorrer casi un kilómetro para traerse las garrafas, y dependían del puntero, hasta una de ellas, cuando vio que el la miraba se le acercó entre temerosa e irritada.
-Oiga, si usted es el nuevo puntero, lo mandó González, porque necesito pañales, la asignación no me alcanza para una mierda.
Damian observó que a la mujer le faltaban varias muelas, y que sus dientes eran amarillos.
-No, yo busco a Pedro, no lo vio.
-No, ese hace rato que no se ve, y yo no tengo tratos con él.
La mujer se alejó de él, y volvióal lado de la otra, lo miraron con recelo, y después centraron sus miradas en sus hijos, una le secó la baba al suyo, mientras la otra, que era la que había estado hablando con Damian, se bajó la escotada remera que llevaba puesta y colocó el seno derecho sobre la boca de su bebe, este empezó a mamar.
Damian se alejó.
Le daba asco todo lo que le rodeaba, eso era lo que siempre le había provocado su barrio, pero se sorprendió al no sentir miedo, siempre desde chico lo intimidaba ese lugar, por eso trataba de ser lo más reservado posible, sin llegar a resultar desagradable, ya que tenia temor de que si así lo percibían, eran capaz de matarlo, por eso se obligaba a simpatizar con sus vecino, y a saludarlos aunque fuera con la mirada y bajando la cabeza, pero ahora no, no se sentía intimidado, sino fuerte y desafiante, tenia un arma, podía disparar, y sentía que era tan indiferente como cualquiera de ellos.
Tranquilo, una cosa es matar, y otra quedar impune, yo para estos soy un perejil, un pelotudo, si mato a uno de estos negros, termino como mínimo linchado, mejor me hago el boludo y salgo.
Así lo hizo, sin llegar a caminar demasiado rápido para que no creyeran que estaba huyendo, porque no lo hacia.

Nunca voy a pedirle por favor a ninguno de estos negros hijos de puta, si algún día me agarran que me mate, pero no voy a ser el único muerto.