sábado, 28 de enero de 2012

Expresiones de mi vida /13) Edades dispares.

Después de bailar varias canciones, yo estaba agotada y lo peor de todo transpirada, empezaba a notarse en la remera, me quería morir.

-Nos sentamos, no doy más.
-Claro, yo tampoco.
Qué mentira agradable a la edad de él se puede bailar hasta la mañana, pero a la mía una hora y ya estas pidiendo oxigeno, es así.
Cuándo él fue a pedir otra gaseosa agarre una servilletas de papel y me las pase por la cara quedando media base de maquillaje en las servilletas, y esas luces de mierda, más iluminada no hubiera podido estar la plaza, cuando volvió con las gaseosas antes de que me viera, le dije al oido que si no le importaba yo me iba, me tome casi toda la gaseosa porque también tenia una sed terrible.
Me dijo que me acompañaba, pagó las gaseosas y salimos, mi casa queda bastante cerca de la plaza, en ese momento hubiera querido vivir más lejos, para estar un rato más con él, obviamente, igual lo primero que hice fue ir por las partes más oscuras de la calle para que no me viera el maquillaje removido.

Cuando ya estábamos por llegar me di cuenta de que no le había preguntado el nombre.
Se lo pregunté y me dijo Augusto.
Era extraño ese nombre en alguien como él, siempre había asociado ese nombre a una persona mayor.

Cuando llegamos quiso entrar, pero le dije que no, que mejor otro día, igual no lo hice no por vergüenza, ni moral, ni ninguna de esas idioteces, a mi edad ya se está de vuelta de todo eso, sino por que no estaba depilada, además del maquillaje removido.
Después de cerrar la puerta, casi corrí hasta el espejo y si se notaba mucho lo del maquillaje, tenia la cara de diferentes tonalidades, el labial se me había ido por completo, me quite los zapatos y después empecé a sacarme el rush, a medida que quitaba más cosas me encontraba en la cara, que si una macha, que si un grano, que si una arruga, creo que si me llegaba a desnudar frente al espejo, me suicidaba.
Pensé en qué estaba haciendo poniéndome a bailar con un chico que tenia la edad de uno de mis hijos, y encima que era hermoso, pero después me di cuenta que si hubiera querido a una chica de su edad no tenia por qué sacarme a bailar a mi, entonces me tranquilicé.
Me saqué toda la ropa y me dí un baño para sacarme la transpiración de encima.
Me acosté y soñé con él.

sábado, 21 de enero de 2012

Expresiones de mi vida /12) Melodias de juventud.

No sabia qué ponerme, estuve un rato con la puerta del ropero en la mano, hasta que agarre un pantalón de vestir, una remera floreada que tenia, me maquille y listo, y taco bajo por si llegaba a bailar con alguno, cosa que no creía.

Elsa no me contó mucho, no andaba con ganas de hablar, algo le debe haber pasado en la casa, peor tampoco le iba a tirar la lengua, se quedó un ratito y me dijo que la perdonara pero que le dolía la cabeza y se fue.
Yo quería putearla por dejarme sola, peor me contuve y decidí quedarme, aunque había ido más por tirarle la lengua que por otra cosa, no tenia ganas de volver a casa.
Al escuchar la música me recordó a mi cada vez más lejana juventud, canciones melódicas, empalagosas pero que a mí me encantaban.
Me acuerdo que a mi marido le gustaba la música en ingles, pero yo nunca bailaba si lo que sonaba era en ingles, ya que no podía moverme escuchando algo que no entendía, siempre necesite ir pensando en la letra mientras bailaba.
Me puse a ver a la banda, y a tratar de recordar si los había visto en algún lado cuando era joven, y si había sido bastante exitosos, pero se notaba su absoluta decadencia, en sus cuerpos, y esa patética y fingida sonrisa con la que interpretaba sus canciones o hacían que tocaban los instrumentos ya que la música estaba grabada.

- ¿Querés bailar?
Me sorprendió escuchar esas palabras, creo que hacía tanto que no me invitaban a bailar como del éxito de la banda que tocaba.
Al ver quien lo había dicho no podía creerlo, el reponedor, qué hacia ese muchacho ahí, en un lugar reservado para gente grande, o mejor dicho para viejos.
Pero tenia que contestar y decidí que por lo menos un baile tendría con él.
-Si.
Me gustaba estrechar mis manos a las suyas, sentir su cuerpo aunque fuera de esta forma, quería estar con él.
No hablamos durante el baile, él se movía bastante bien para ser una música a la que yo suponía que no estaba acostumbrado.

- ¿Qué te traigo una Coca o una cerveza
-Coca, por favor.
Cuando las trajo antes de que se hiciera el silencio, él habló.
-Creí que no ibas a aceptar, me alegra que lo hicieras.
-Gracias, es que estas canciones me gustan mucho.
Iba a decir que me recordaba a mi juventud pero por suerte me calle antes, hubiera sido patético.
-A mi también me gustan.
-Qué raro que te gusten y que las sepas bailar.
-Mi mama se la pasaba oyendo estas canciones, y me enseñó a bailarlas como a papa nunca les gustaron, las bailaba conmigo.

Quería seguir hablando con él, o más que hablando escuchándolo, viéndolo, teniéndolo cerca, eso quería.

sábado, 14 de enero de 2012

Expresiones de mi vida /11) Aburrida limpieza.

Cuando llegue sentí el olor a encierro, obvio, no sé por qué me sorprendí no iba a tener olor a otra cosa, y el polvo que siempre se entra por más cerrado que este todo, así que tenía el polvo y el olor a encierro, pero no tenia ganas de hacer nada, me acosté, y que se fuera todo a la mierda.

Cuando me levanté me puse a limpiar, antes me encantaba ahora no encuentro un motivo para ese encanto, es asqueroso ponerse a limpiar, encima de cansador es aburrido, pero bueno lo hice a ver si venia alguien y yo tenia toda la casa hecha una mugre.

Voy a ver si pongo una persona, aunque no me gusta tener a alguien, pero bueno, si se tiene la posibilidad para qué andar haciendo cosas si no querés, por que si las haces sin ganas después te quedan mal es así.

No me gusta reconocerlo pero últimamente no tengo ganas de nada.

Elsa me dijo que la acompañara a la plaza, y lo voy a hacer, extraño trabajar con ella, de paso me entero qué tal le va ahora.
No tenia muchas ganas de ir pero me decidí y acepte, qué me voy a quedar haciendo en casa, nada.

Vestirme y pintarme para salir me aburren más que limpiar, pero no quiero salir así nomas.

Bueno creo que por ahora no hay más que contar.
Voy a ver qué me pongo. 

sábado, 7 de enero de 2012

Expresiones de mi vida /10) La última visita.

Supongo que a todas las madres les debe pasar lo mismo cuando discuten con sus hijos, bah yo no discuto, peleo, y sobre todo con Natalia, ella se encarga de compensar por los tres, la relativa armonía que tengo con los varones.
Pero siempre que peleo con ella, me siento culpable, la recuerdo cuando era una bebé y no puedo creer que sea así tan amargada, impaciente, irritante.
Siempre me digo lo mismo, podría haber hecho algo, darle más amor, o ser más dura, o qué sé yo, decirle esa palabra que necesitaba oír, tal vez los reproches que me hago son una excusa para justificar su comportamiento, y lo que no quiero es ver que mi hija es así por ella, pero sé que en algo debo ser responsable de que sea como es.

Qué cansada que estaba cuando fui a verla, pero es como ir al dentista mejor y pensando lo peor, ya que por ahí la cosa no es tan mala, y te vas aliviada.

El departamento de  Natalia es la copia un poco más barata del de mi hermana, por suerte no se viste igual y en el fondo no es tan parecida como ella quiere creer que lo es, su estilo es mucho más monocorde que la de mi hermana, mucho más rígido, siempre usa ropa azul, negra o blanca, para darse intensidad, lo mismo el pelo siempre ondulado y con extensiones para que parezca que tiene un gran volumen.
Los zapatos altísimos, viéndolas con atención las diferencias entre ambas es absoluta, mi hermana solo usa esa tipo de ropa cuando esta frente a las cámaras o en entrevistas con gente personajes muy importantes, nunca en su casa, si se viste bien, pero no como Natalia, no lo hace para demostrar nada, Natalia si, ella quiere demostrar que es superior a mí.

-Mama, como estás.
-Bien y vos.
-No me ves, muy bien.
-Si se te ve bien, arreglada sobre todo.
-Para mí hay que ser coherente, no se puede andar de una forma en el trabajo y de otra en la casa, me parece.
-Si te gusta andar con esos tacos de entre casa.
-Que querés que ande así vestida con zapatillas.
-Vos anda como quieras.
-Como anda Alejandro.
-Bien, ganando mucho.
-Me alegro.

Para qué escribir lo que hablamos después, ya bastante con haber tenido esa charla como para tener que recordarla.
No podría decir que peleamos porque no, no hubo gritos, y los reproches de ambas fueron bastante suaves para lo que las dos acostumbramos a decirnos, puede ser porque ella se siente segura en su inseguridad, o porque yo estaba cansada, la cuestión es que no hubo pelea, tampoco estuve el tiempo necesario para que se diera, me habré quedado como mucho una hora.

Basta, de escribir sobre el viaje, ya terminó, ya está.