sábado, 29 de diciembre de 2012

Alargada Primavera /1)

Patricia junto ciertas algo de ropa, poca, y salio, sabía que su hermana vendría dentro de 2 días, pero necesitaba salir de allí, todo le recordaba a Rodrigo, no era que quisiera volver con él, para nada, pero en cierta forma no aguantaba recordar lo que había sido esa relación, por que estuvo tanto tiempo con él, siendo como este era, por que llego hasta mantenerlo...

Se subió a un taxi, y este la llevo hasta el aeropuerto, en el avión se durmió, al llegar a Mendoza, se sintió reconfortada, todo era tan diferente a la Capital, las montañas, los árboles, hasta el aire sentía diferente.
Se subió a otro taxi, de esos que esperan en la entrada al aeropuerto, y le dio la dirección.
Cuando diviso el mediano hotel de exterior de piedra, su corazón empezó a latir más fuerte, hacia poco menos de 1 año que no veía a Verónica.
Se bajo del taxi, y ambas se abrazaron.
-Como estas?
-Bien, pero loca, por que te viniste, ya estaba terminando de organizar todo.
-Bueno vine a ayudarte.
-Pero y lo que te costo el pasaje de ida, y el de vuelta.
-No importa, como sea, no quiero pensar en eso.
-Bah, dejemoslo ahí, me ayudas, todavía tengo un montón de cosas que guardar.
-Claro a eso vine.
Después de entrar y dejar la pequeña valija, Patricia se sentó, Verónica enseguida le trajo unas galletitas horneadas de miel con almendras, y un te.
-No he conocido mejor anfitriona en mi vida.
-Tal vez lo único para lo que sirvo.
-Ay no te eches abajo.
Es la verdad, que voy a hacer ahora.
-No se, ya se te va a ocurrir algo.
-Si, que se yo, tengo algo pensado, pero no se, es una boludes, que mejor ni te la cuento.
Por la expresión que puso Verónica, Patricia se dio cuenta que no debía insistir.
Ambas se quedaron en silencio, solo interrumpido por el ruido que hacían al masticar las galletitas y tomar el te.

Verónica la llevo a recorrer el hotel, era raro, se sentía tan grande ahora que estaba casi vació, ya los muebles de todas las habitaciones de huéspedes se habían vendido, por lo que cada vez que entraban en una, a la primera palabra que decían, se oía un eco.
 Mientras recorrían el largo pasillo al pasar por una de las habitaciones se sorprendieron al escuchar y luego ver que un auto paraba enfrente.
Fueron enseguida hasta la entrada, donde vieron que un hombre se acercaba a la puerta, e iba a tocar cuando ellas abrieron.
-Hola.
-Hola, este es el hotel Recueros de la montaña?
-Si, pero ya hemos cerrado, lo siento.
-Ah, que lastima, lo están remodelando?
-No, se vendió, creo que los próximos dueños van a van a hacer modificarlo, agrandarlo, no se muy bien.
-Que lastima, bueno, adiós entonces.
-Que lindo no?
-Si, estaba bien.
-Ay hacete la superada, como sino hubiera notado la forma en que se miraban.
-Dejate de joder.
-Es la verdad.
Las 2 entraron de nuevo al hotel, y las embargo el vació y el silencio del mismo.

sábado, 22 de diciembre de 2012

Convivencia Obligada /11)

Hace ya 6 meses que nos fuimos, y parece más, te cuento que a mi me ha cambiado un montón la vida, Mateo no me deja dormir casi nada, cuando no le estoy dando de mamar, le estoy cambiando los pañales, o viendo si esta bien, esperando que llore en cualquier momento, por que eso le encanta, llora y llora.
Bueno para no agotarte con mis historias con Mateo, paso a contarte de Sebastian, esta bien, con Facundo, los padres de este le alquilaron un departamento, y se van a ir a vivir juntos, me siento rara con respecto a eso, por un lado quiero que sea feliz, y que haga su vid,a y todo lo demás, va a empezar a estudiar para ser director de cine, espero que lo logre, pero por otro lado, me voy a quedar sola con el bebe, pero bueno, supongo que tendré que acostumbrarme, la vida es así, igual no estoy mal, ni angustiada, por que a pesar que me da un trabajo bárbaro, Mateo me da mucha alegría, esa cosita chiquita, tan frágil, tan linda, tan...huy ya soy una de esas madres patéticas que no saben hablar de otra cosa que no sea su bebe, como si fuera el único bebe lindo que existe.
Y vos como estas tía, escribeme, espero que la pases bien en tu quinta, con tu pileta...
Saludos, te quiere Gabriela.

Gaby cuanto hace que no recibía un mail, que no fuera spam, no tenés una idea de como me alegro recibir el tuyo, también el saber que estas bien, que tu hijo nació sano, y aunque cueste aguantarlo, como a todos los bebes, una sonrisa, o una mirada y ya te debes derretir y llenarlo de besos, parece que los estuviera viendo.
Que bueno también que Sebastian este bien, ojala logre completar sus estudios y transformarse en director de cine, va a ser raro ver su nombre en la pantalla, Facundo como te dije es un buen chico, y creo que les va a hacer bien el tiempo que estén junto, sea mucho o poco.
Si te va a costar estar sola, bah con tu hijo, pero sos una persona muy capaz, tenés la fuerza de tu madre, sos una madraza.
Sobre mi vida, no hay mucho que contar, estoy bien, que se yo, si me meto de vez en cuando en la pileta, me compre un perro, uno chiquito que ni se de que raza es, y corto las plantas, o planto nuevas, el otro día plante una rosa que esta creciendo preciosa, además me estoy pagando un viaje, me voy a conocer USA, no sabes, quiero conocer New York, estoy loca, a mi edad ir a una ciudad como esa, pero viste, quiero hacerlo, sino la conozco ahora, cuando la voy a conocer, además quiero ir en invierno de ellos, además así me libro de los calores de acá.
Bueno te digo lo mismo que me decís vos, escribime, no perdamos este contacto, saludos, los quiero mucho, a Facundo, y a vos, y ya quiero conocer a Facundo, besos y abrazos, saludos Mercedes.

Lamo al perro, que le había puesto de nombre, nones, sin saber muy bien por que, le puso el collar, y salio.
Mientras el perro olisqueaba los troncos de los diferentes árboles que iban pasando, ella caminaba sin mirar hacia ningún lado en particular.
Esta será mi  vida, ese viaje lo más emocionante que pasara en ella, y después, después tal vez otras ciudades, otros hoteles, y después volver aquí, a esto, a pasear al perro, a meterme en la pileta, a cuidar las plantas, y poco más, ah si, y a esperar la muerte, mucho más no me queda.

sábado, 15 de diciembre de 2012

Convivencia Obligada /10)

Firmaron el contrato, la casa se vendió a 200.000 pesos, ya que estaba en un buen lugar, tenia 3 habitaciones, y una cocina amplia, al igual que el comedor y el living.
Gabriela y Sebastian tomaron el cheque que les correspondía a ellos, sus 100.000 con eso no les alcanzaría para comprarse un departamento, pero con los diferentes seguros de su madre, si, no sería grande, pero con que tuviera cubiertas las necesidades básicas, estarían conformes.
Mercedes con su parte también decidió comprarse una casa, pequeña, y solo para alquilarla, viviría en la quinta.
La noche anterior, todos habían armado sus valijas, se sentían raros, sobretodo Mercedes, dejaría la casa en donde había vivido toda su vida, donde estaban todos sus recuerdos, aunque ninguno de los que le venían a la memoria en ese momento, le despertaban demasiado entusiasmo, y menos nostalgia.

-Que crees que nos espere en Capital.
-A mi el nacimiento de mi hijo, y espero una vida mejor, bah que se yo.
-Me pasa lo mismo, igual no me gusta dejar a Facundo.
-Y por que lo vas a dejar?
-Una relación a distancia, no creo que funcione...
-Bueno, él ya egreso, y supongo que va a estudiar, o no?
-Creo que si.
-Entonces, ahí tenés la posibilidad de seguir con él.
-Si puede ser.
-Es así.
Mercedes apareció con su valija, los 3 se sentaron en el living.
Gabriela la miro a los ojos.
-Como te sentís tía?
-No se, creo que bien, es una etapa o capítulo que tenia que cerrar, y vos como estas?
-Bien, nunca logre adaptarme a este lugar.
-Te entiendo, y vos Sebastian?
-Más o menos.
-Te vas a seguir viendo con Facundo?
Sebastian y Gabriela la miraron sorprendidos.
-Espero que si.
-Hazló, es un buen chico.

Los 3 se levantaron, y sintieron el peso de sus valijas.

sábado, 8 de diciembre de 2012

Convivencia Obligada /9)

Al entrar en la habitación, tomo verdadera consciencia de como estaba vestido, peinado, y calzado, nada de eso tenia algo que ver con él, o con lo que era él.
Ay mamá, vos soñabas con que fuera un abogado, o algún profesional importante...fui tu preferido, y el que más te decepciono también.
Pidió champán, lo bebió, se durmió vestido y sobre la colcha, cuando despertó, se sentó sobre la cama, se miro al espejo estaba despeinado y pálido, se peino, se puso el saco, y salio, ya fuera del hotel, volvió al pequeño y barato de Palermo, busco en su bolso y saco el arma, se fue hasta la puerta del edificio donde solían vivir, se sentó en el escalón de mármol, saco el arma, y se disparo.

No lo velaron, lo enterraron en el cementerio de Capital, a pesar de que tuvo que gastar parte de sus ahorros en ello, igual les dijo a Sebastian y a Gabriela que se los descontaría cuando vendieran la casa, ella se haría cargo de la tercera parte, pero el resto lo pagarían ellos.
Al regresar a la ciudad, Gabriela y Sebastian le dijeron que ellos se irían cuando se vendiera la casa, ellos se comprarían algo allí, que si podía hablar con la de la inmobiliaria y ver que les ofrecía por la plata que a ellos les tocaba.

 Cuando Mercedes llamo a la inmobiliaria, esta le dijo que estaba por llamarla, ya que había encontrado comprador.


sábado, 1 de diciembre de 2012

Convivencia Obligada /8)

Ahí estaba, en ese hotel lujoso, tal vez uno de los más caros de la ciudad, y por ende del país, en Puerto Madero.
La noche anterior, la había pasado en un mediocre hotel de Palermo, se había cambiado, poniéndose su mejor mejor ropa, un traje que tenía del día de su egreso en el secundario.
Se afeito, y se peino, como no lo hacía desde que terminara la secundaria.
Al llegar y después de que uno de los mecánicamente complacientes, empleados del hotel, lo registraba y le entregaba la tarjeta con el número de la habitación, otro le preguntaba si tenia equipaje, no, no tenia, solo pensaba pasar un día en el hotel.

Que poco falta para jubilarme, que voy a hacer, viajo, bueno los años que este bien, que cuantos serán 8 o 10, con suerte, más no creo que sean.
Entonces que, viajo, voy a vivir endeudada, odio las deudas, pero bueno, que se yo, que mierda hago.
Se quedo mirando unos papeles, por casi 40 años su vida habían sido papeles y teclas, compañeros de trabajo con los que apenas hablaba, en todos esos años no había creado un vinculo afectivo con ninguno, no tenia amigas, ni menos amigos, ni había sido amante de alguno, ni nada, su relación con ellos, se limitaba a un saludo cuando llegaba, alguna pregunta de cortesía, y un saludo cuando de despedida, nada más.


 Sebastian lo miro, era el momento, se acerco a Facundo, y lo beso, este reacciono, poniendo su mano sobre la mano que Sebastian había puesto sobre su cara, y se besaron.

Apenas faltaba un mes, un mes para que el bebe naciera.
Casi todos los días lo sentía moverse, en esos momento llevaba sus manos hacia su panza, como queriendo retenerlo allí, donde estaba protegido.