sábado, 30 de junio de 2012

Ausencias profundas /10) Hechos finales.

Cuando Vicente le dio la espalda, Virginia agarro el vaso con el veneno, y se lo rompio en la cabeza, al vicente caer, le agarro la cabeza y se las dio tres veces contra el piso.
-Ahora me vas a escuchar, yo lo amaba, tanto, cuando nacio senti que era la cura de tu indiferencia, tu dejaste de impotarme, fue como si hubieras muerto, él era mio, no necesitraba a nadie más.
Pero se parecía a vos, aunque nunca se quisieron, él era igual a vos, su indiferencia, tantas veces iba a su cama a sentir su calor, y el se quedaba inmovil, no respondia a mis caricias, a mis besos, a mi amor.
-Que hiciste, enferma de mierda.
-Que hice, darle amor, eso fue lo único que hice, pero mientras crecía lo iba perdiendo, es como si se me fuera muriedno, sabía que ahora no lo vería más, y cuando me dijo que me quería ver muerta, no lo aguante más, no podía soportar que mi propio hijo me odiara, hasta preferir no haberme conocido nunca, sabes lo vacia que me senti, no que puedes saber tu que al único que has querido es a ti mismo.
Y supe que no podía vivir sabiendo que me odiaba, no podía, tenía que matarlo, que desaprecerlo, que solo quedara su recuerdo, cuando era chico, cuando yo lo tenía, cuando era mío.
Arrastro a vicente hasta la ventana y lo lanzo.
Las sirenas de los autos de la policia sonaban, al igual que sus faros.
Decidio agarrar el veneno y tomarlo con el vaso que tenia para enjuagase la boca después de lavarse los dientes.

Cuando Andrea, Gabriel, Magdalena, y Luis, llegaron juntos con la policia, se encontraron con Vicen te meurto ya que el golpe le había partido la cabeza, al entrar vieron a Virginia retorciendose.
Todos la rodearon, y dijeron al unisino.
-Por que.
-Por amor.

Hacía un año, ya los medios había dejado de habalr del crimen, habían ocurrido otros, y ese ya estaba resuelto, y como su asesina estaba muerta, para ellos todo lo que tenía que ver con ese suceso estaba enterrado como los involucrado en el mismo.
Magdalena y Luis se habían separado, él al poco tiempo se junto con otra mujer, y ella se fue de viaje, vendieron la casa.
Amndrea se mudoi, ya no aguiantaba esa ciudad en la que sentía que solo la rodeaba la muerte, decidio estudiar arte.
Gabriel escribio un libro sonbre la tragedía, y fue uno de los más vendidos de ese año, cada tanto se mandan un mail con Andrea.

sábado, 23 de junio de 2012

Ausencias profundas /9) La verdad.

Todos los mensajes que había en el celular, eran intracendencias, pero cuando les estaba ganando la frustración encontraron un mensaje de voz.
Era de Luciana.
-No sabes como esta la vieja Virginia, se están rajando a puteadas con Sebastian, le dice miera nunca te tendría que haber tenido, escucha
No se escuchaba muy bien, peor si lograban dilucidar lo que estos decían.
-Mamá me tenes harto, vos no sos mejor que papa, y sabes de lo que hablo, me da asco hasta verte, salí de acá, andate  la mierda, desaparece.
-No te voy a perdonar nunca esto, yo te amo como nadie, te quiero, siempre me preocupe por vos
-Mierda se acordaron que estoy acá, empezaron a hablar más bajo, bueno después te cuento lo otro que escuche, creo que la vieja esta enferma pero mal, esta loca la pobre, después llámame.
-Creen que?
Andrea no podía pensar, el oír a su hermana era demasiado para ella.
Por lo que quien contesto fue Magdalena.
-No, es imposible.
-A mi también me cuesta creerlo, peor no, es lo más concreto que tenemos hasta ahora.
Andrea, salida un poco de su turbación, los miro a ambos.
-Pero de que están hablando.
De lo que acabamos de escuchar.
-No podes creer que Virginia pudo hacer algo así.
-Por que no, la mujer vos la viste, bueno todos la vimos, no actuaba como los demás.
-Por favor, como se hubiera una forma de reaccionar, todos lo hacemos de forma diferente.
-Si, pero ella no se veía confundida como nosotros, que no entendíamos por que, sino que se veía impactada, y eso tiene que tener un por que.
-No se, no creo.
Magdalena casi grito.
-Yo si, se notaba rara, y se miraba las manos, fue todo lo que me acuerdo de ella, peor es cierto, parecía culpable.
-Creo que estamos sacando demasiadas presunciones.
-Y que otra cosa nos queda, más que eso, nada, además creo que si, que fue ella, y y yo qué creía que había sido Vicente.
-Entonces que hacemos, con esto, se lo llevamos a la policía.
-Espero que estos hagan algo, aunque probablemente no hagan nada.
Los tres se quedaron alrededor del celular.

-Como fuiste capaz?
Vicente la miro con odio, había hablado sin levantar la voz, pero se notaba toda su irritación en la forma en que había pronunciado cada palabra, y en como la miraba.
Virginia le correspondía de igual forma.
-Como, que estas indignado, una mierda como vos tiene derecho a indignarse.
-No te compares conmigo, nunca hubiera sido capaz de matar a mi propio hijo.
-Por favor, si lo odiabas, siempre lo odiaste, nunca un gesto, nunca siquiera una palabra de apoyo, el se empezó a drogar por tu culpa.
-No, a mi no me vas a cargar con anda, fue por vos, por que sos una enferma de mierda, que ni quiero imaginar como lo habrás trastornado para que se volviera así.
-Vos lo volviste así, tu enfermedad de poder, tu indiferencia, tu violencia, por que siempre gritando, siempre menospreciando a todos, me hiciste sentir tan mal, tan sola, todo esto es tu culpa, te odio.
-No más que yo Virginia, al fin algo mutuo entre nosotros.
Vicente saco con un pañuelo, un pequeño frasco.
-Que es eso.
-Veneno, sos una mierda y te odio, pero algo de penas todavía te tengo, que es esto, bueno vos sabrás más que yo, es lo que le diste a Sebastian,  no te preocupes, que voy a aclarar que fue un suicidio, tanto lo de él como o tuyo, vas a escribir una carta, donde vas a poner que viste a los chicos muy curiosos sobre unos venenos, y que ese día fueron a buscar un frasco, que para te habían dicho que iban a probarlo con unas ratas que tenían en el barco, y tu se los llevaste, que te sentís culpable por que nunca hubieras creído el fin con el que decidieron darle uso, que no lo podes superar y por eso decidiste ponerle fin a tu vida.
-Problema resuelto, verdad, pues no.
-Mira Virginia, no vine a discutir, ya demasiadas palabras gaste con vos, escribí, y toma el veneno, es lo más cercano a la dignidad a lo que una mierda como vos puede aspirar.

sábado, 16 de junio de 2012

Ausencias profundas /8) Lo que pueda haber.

Luis abrió la puerta.
-Ustedes no son....
-Si, yo soy Gabriel Mendoza, el hermano de Diego.
-Andrea Regui, hermana de Luciana.
-Ah, y qué quieren.
-Luis por favor, adelante, vengan por acá, qué necesitan
-Mire señora...
-Magdalena, por favor.
-Magdalena, nosotros creemos que no se suicidaron, que fueron asesinados.
-Yo también.
Luis no quiso escuchar más y se fue a la habitación.
-De verdad.
-Si, pero no pensaran que fue alguno de ellos.
-Claro que no, fue, bueno para mi fue Vicente.
-Su propio padre.
-A ese tipo solo le importa la plata, y nada más, si Sebastian sabia algo, y si él pensaba que podía hablar, lo habría hecho.
-No se que decir, y no entiendo en que les puedo ayudar, si solo he visto a ese hombre, en la morgue.
-Mira lo que te voy a pedir es algo muy intimo, pero quisieramos saber que se escribía Daniela con sus amigos, lo que pasa es que Diego y Luciana eran de borrar casi todo, y no hemos podido encontrar nada.
-No, no quiero ver lo que hay, no quiero enterarme de nada más, miren lo único que me queda de mi hija son los recuerdos, y ya bastante distorsionados están, como para que si llego a descubrir algo más, pierda lo poco que todavía tengo de ella, no quiero llegar a odiarla.
No entendía como había sido capaz de decir eso, peor lo había hecho, y no podía decir lo contrario, ni que se había equivocado, entonces prefirió callar.
Andrea se le acerco.
-Mira, te entiendo creeme, a mi también me cuesta ver lo que Luciana verdaderamente era, pero m´s me cuesta saber que su asesino sigue libre.
-Esta bien, pero quiero estar presente, quiero leer todo lo que mi hija escribiera.

Vicente fue hasta la habitación de Sebastian donde se estaba quedando Virginia.
-Esto si que es raro.
-Tenemos que hablar Virginia.
-Si, ya lo creo.
Ambos se quedaron en silencio, mirándose en forma desafiante, odiándose profundamente uno al otro.

sábado, 9 de junio de 2012

Ausencias profundas /7) Cerca de la verdad.

Insistió hasta que logró convencerla de que fueran a hablar con Magdalena.
-Es la única forma.
-Nosotros hemos perdido a nuestros hermanos, que si querríamos muchísimo, pero ella perdió a su hija, lo único que debe querer es llorar y recordarla.
-También justicia.
-No se si eso es lo que más le importe.
-Y para vos, es lo más importante.
-Tampoco sé, la verdad que yo también quiero llorar a Luciana...
-Para llorar, rasgarnos las vestiduras y recordar tenemos toda la vida, para buscar justicia no, quiero que el asesino pague, no quiero que siga viviendo una vida tranquila, en su casa, con su familia, no, quiero que pague.
-No tenemos ni idea de quien pudo ser.
-Fue Vicente.
-Eso es lo que quieres creer.
-Es el que más razones tenia.
Llegaron a la casa, ésta se veía pulcra, como si los que vivían en ella necesitaran demostrar algo, aunque en el parque descuidado se empazaba a notar el principio de su decadencia.

Magdalena y Luis apenas hablaban, hacían las cosas sin tenerse en cuenta el uno al otro.
Ella ponía la ropa en la lavadora y mientras se lavaba, se iba a la habitación de Luciana, después la tendía y volvía a la pieza, tendía su cama, y se iba de vuelta, mientras preparaba la comida lo mismo, a cada rato iba a esa habitación.
Luis por el contrario, trataba de no pensar en ello.
-Te vas a drogar un rato.
-Ahora recordar a mi hija es drogarse.
-Si lo es, porque lo haces como si fuera una adicción, estas obsesionada con su recuerdo.
-Es lo único que me queda.
-Es una mierda, pero parece que te lo tengo que decir, ella está muerta, no va a pasar nada por más que te la pases entre sus cosas, no está ahí, no está en ningún lado, se murió, trata de de superarlo.
-Basta, estoy harta de decirte lo mismo, de repetírtelo, ella era todo. Recordarla es lo único que me queda y vos no dejas de reprochármelo.
-Yo no puedo vivir con alguien que vive en un velorio eterno.
-No lo hagas, nadie te ata, andate y dejame de joder.
-Okey, separemonos.
-Perfecto, chao, o queres que me vaya yo.
-No, quédate viviendo en la habitación de Luciana, bah ya lo haces hace rato, por lo menos ahora no vas a tener que aparentar que te importa algo más que no sea esa puta pieza.
Magdalena se fue a la habitación de Luciana. Luis miró la puerta luego de que Magdalena la cerrara.
Sonó el timbre.

Si sabía algo, algo que no le iba a gustar.
-Y decilo, o te crees que algo de toda ésta mierda me gusta.
-El haber subido en las...
-Andate a la puta que te parió, no te creas más de lo que sos.
-Perdón, bueno lo que tengo para decirle es que quien mató a Sebastian...salió de esta casa, no sabemos quien pero la única lancha que llegó al barco ese día salió de acá.
-Así que si esto se sabe todos van a creer que fui yo, como ya lo piensan...

Virginia escuchó todo, volvió a su habitación.

sábado, 2 de junio de 2012

Ausencias profundas /6) En busca del asesino.

Quien podía querer asesinar a Luciana, por que, su hermana era rebelde, caprichosa, pero no la creía capaz de chantajear a alguien, o humillar aunque cada vez estaba menos segura de ello.
-Algo paso en el barco.
-Es obvio, peor no fue por lo que paso ahí que terminaorn muertos.
-Por que no.
-Por que no fue un asesinato espontáneo, sino los hubieran baleado o apuñalado, no envenenado.
-Parece que no te interesara la muerte de tu hermano, lo tomas como si fuera una investigación más.
-Lo voy a llorar cuando sepa quien lo mato y el asesino se este fundiendo en la cárcel, no antes.
-Y si nunca lo atrapan.
-Lo harán.
-Si hubiera sido Vicente les habría puesto una bomba o los hubiera baleado, no los iba a envenenar.
-Es cierto que le hubiera convenido por que parecería un atentado, pero el ruido podría haber despertado a los demás residentes, además tendría que haber contratado a sicarios, y estos nunca terminan de ser de entera confianza, no algo limpio como el veneno, silencioso, y que cualquiera podría haber hecho, es más pudo ser el mismo, cada vez estoy más seguro que fue el propio Vicente quien lo hizo.
-Es imposible.
-No hay nada imposible, un tipo como ese no quiere a nadie y menos a un hijo que se le revela, ya revisaste los mensajes de tu hermana.
-Mi hermana no guardaba los mensajes, siempre los borraba, solo tenia el último que me envió a mi diciendo que se iba con sus amigos a navegar.
-Diego tiene algunos más pero tampoco era de guardarlos, no he podido revisar su facebook por que cambiaba de contraseña continuamente, y las complicaba cada vez más para que yo no pudiera entrar, tengo un amigo que esta viendo si la puede descubrir, en los mensajes de texto hablaba de un chico un tal Fernando que no se que le habían hecho Sebastian y mi hermano.

Cuando empezó el jardín de infantes sentía cierta abstinencia, le costaba pasarse las horas sin ella, pensar que se podía caer, todavía era tan pequeña, tan frágil, cualquier golpe podría significar algo irremediable.
Magdalena se angustiaba, y a veces hasta lloraba de solo pensar en esa posibilidad, cuando la iba a buscar, regresaba rápido a la casa, la desnudaba la metía al baño y mientras la bañaba la revisaba toda que no tuviera un golpe, un rasguño, o un arañazo, si llegaba a tener uno le preguntaba con una una suavidad fingida que le había pasado, y cuando Daniela se lo decía, ella buscaba el desinfectante y se lo untaba en el pequeño rasguño o raspón que esta tuviera.


Que espera Fernandez para traerme novedades.
Fernandez llego a la hora indicada, aunque Vicente creía que había estado retrasado.
-Bueno no importa que tenes.
-Nada bueno, ya que quien asesino a su hijo y a los demás, es alguien de acá, revisamos las cámaras de seguridad, y nadie entro ni salio.
-Pudo ser una lancha.
-No, los radares hubieran captado el ruido, además en el barco no había nadie más, nadie subió más que los cuatro jóvenes, hasta que usted los encontró usted.
Su marido le parecía miserable, sacar rédito e la muerte de su hijo.
Debería estar muerta como tu hijo, si, juntos todos los calmantes los vertió en su te y se los tomo, Virginia empezó a desvanecerse, sobre la cama de Sebastian.