sábado, 29 de septiembre de 2012

Agnezzi /13)

Se miro al espejo, los años se hacían sentir en su piel, las arrugas ya le surcaban bajo los ojos, y en la comisura de sus labios.
Miro que Esteban andaba a caballo, que predecible se había vuelto su relación, el se pasaba el día, con los animales y los peones, y ella, en la casa, buscando formas de perder el tiempo, por que poco era lo que tenía que hacer, ya que la señora que la ayudaba era de lo más voluntariosa, y se ocupaba de casi todo sola, ella para ocuparse en algo, preparaba la comida, pero esto también la había hastiado, todo la hastiaba, su casa, el campo, Esteban, se pregunto que hubiera sido de su vida, si en vez de irse para Agnezzi, hubiera terminado sus estudios, nunca lo sabría, su vida transcurriría allí.

Luis llego de la universidad, le faltaba solo un año, y le había dicho a sus padres que después de la misma, no volvería a la ciudad, que se quedaría en la Capital, que tenía más posibilidades de crecer que en ese lugar, que en el fondo no dejaba de ser un pueblo.
Juan lo miro con indiferencia, nunca había tenido demasiado trato con su hijo, y después que este hablo, le dijo que le parecía bien, que hiciera lo que quisiera, que él no se opondría, y volvió su mirada al diario.
Francis, se quedo mirándolo, en el fondo sabía que si estuviera en el lugar de su hijo haría lo mismo, nunca le había gustado Agnezzi, en su juventud su mayor sueño, era ser actriz, por eso lo de Francis, su verdadero nombre era Francisca, me pero nadie en el pueblo lo sabía, ya que odiaba ese nombre, como su diminutivo o sobrenombre, Pancha o Panchita, por lo que ni bien llego al pueblo le dio a todos que su nombre era France, pero como sonaba raro, la llamaran Francis, no supo por que hizo esa asociación con su nombre, tal vez por que sabía que su hijo negaría también sus orígenes, y que trataría de enterrar su pasado lo más profundamente posible, claro que para hacer eso, sus visitas a Agnezzi sería lo más espaciadas posibles, eso le dolía, pero su hijo estaba cumpliendo su sueño, vivir lejos de un pueblo, y triunfar en la Capital, por que él triunfaría, sus notas eran las mejores de su curso, con cierto esfuerzo contuvo las lágrimas, y sonrió.

Cuando vio que 3 de sus hijos legaban a la universidad, se dio por realizada, lo lamentaba profundamente por los otros 4 pero eso significaba que por lo menos había conseguido una mejor vida que la suya.

sábado, 22 de septiembre de 2012

Agnezzi /12)

Los años pasaban, Agnezzi cambiaba, crecía, la gente llegaba, más casas se construían, a los primeros habitantes del lugar les costaba creer que ya se abriera un segundo colegio.

Lorena se sonreía cada vez que veía el pueblo que llevaba su apellido, su padre nunca hubiera pensado en que se convertiría en una ciudad, el solo lo tomaba como algo de él, como un gran campo de su propiedad, solo había accedido a que se fundara un pueblo, para pagar menos impuestos, y ahora era esto, ese lugar que llevaba el nombre de alguien a quien nunca le había interesado que se convirtiera en algo más, era ya una ciudad, con 2 colegio, y a la que cada vez llegaba más gente, tanto que ese año elegirían a su primer intendente.

Francis se había quedado sola, durante los años de la secundaria de Luis, logro que este viajara a la ciudades más cercana, y no se quedara en un internado, pero a la universidad, si tuvo que desprenderse de él, eso no le dio tanto, como el ver la alegría de Luis, el muchacho trataba de disimularla, pero se veía la felicidad en sus ojos de irse de allí, de alejarse de ella, de su padre, y de el pueblo, nunca había hecho amistades en el colegio, se llevaba bien con todos, pero con ninguno tenía un trato en especial, luego de su niñez, había cambiado los techos por los libros, y se pasaba horas enteras en su habitación leyendo, o estudiando, cuando no en la biblioteca.
Ahora que él ya no estaba, Francis no tenía ganas de nada, solo escuchaba sus radio novelas, o leía, algo que le contagio de su hijo, ya que para tener temas de conversación con este, tomo ese habito, y cuando Luis terminaba un libro ella se lo pedía, lo devoraba, y lo comentaba con él.
Ahora seguía leyendo para después escribirle por carta, estas eran largas, por que Luis le pidió que no le enviara más de 2 por semana, ya que con los estudios era incapaz de tener tiempo de contestarsela, por eso estas eran largas, después de leer dedicaba por lo menos una carilla a comentarle la novela que estaba leyendo, y a pedirle que le dijera cuál era la que él leía para conseguirla, Luis se las contestaba, peor cada vez eran más cortas, lo único para lo que parecía esforzarse era para intercambiar con su madre comentarios sobre las novelas, ya que sobre el resto de las preguntas o comentarios que esta le hacía en la carta, apenas si le contestaba lacónicamente, estoy bien, si muy bien, gracias, no necesito nada más.


Sus hijos más grandes ya seguían el misma camino que ella, y su marido, el mayor tenía 22,  y 4 hijos, la que le seguía, 3, con 21, y el de 19, ya había embarazado a su esposa, todos casados antes de los 25, ninguno había hecho la secundaría, pero Mariana se prometió que los otros 4 la harían, y que por lo menos uno de sus hijos iría a la universidad, así le fuera la vida en ello.

sábado, 15 de septiembre de 2012

Agnezzi /11)

Todos se juntaron a ver el primer estreno de cine, era la película La guerra gaucha, a muchos les gusto, a otros sobretodo a las mujeres las aburrido, y les pareció demasiado violenta.
Muchas de ellas nunca habían ido al cine, pero estaban acostumbradas a las radio novelas, y La guerra gaucha nada tenía que ver con eso.

Lorena había visto varias, tampoco le gustaba demasiado la película, aunque consideraba que los actores eran muy buenos.

A esteban no le importaba, nunca le había gustado el cine, ni la radio, prefería el silencio en sus tiempos de ocio.

Francis estaba encantada, no tanto por la película en si, que tampoco le gustaba, sino por que había un cine, y se darían más películas, además se había hecho un vestido, para la ovación, y también estrenado un sombrero,  que no sabía cuando ponerse, y aprovecho para hacerlo ese día, todos estaban bien vestidos, era todo un acontecimiento lo que estaba pasando.
Además habían construido un salón para eso, bien grande, se había tardado 1 año.

Los hijos de Natalia estaban encantados, los caballos, y demás cosas que veían en la pantalla les gustaban muchisímo.

Cuando la proyección acabo, todo se quedaron un momento inmóviles, sentían que algo especial había ocurrido, que eran parte de algo lindo.

sábado, 8 de septiembre de 2012

Agnezzi /10)

Sería así el resto de su vida, criaría a sus hijos, y estaría con Esteban, hacia varios años ese había sido su mayor sueño, pero ahora que era una realidad, no sabía que pensar de ellos.

Le encantaba oír la radionovela, cerraba los ojos, y pensaba en su vida.
Esas mujeres apasionadas, que vivían incontables desventuras, pero que al final en la mayoría de los casos, terminaban felices, aunque a Francis esa felicidaD se le hacía hueca, que era estar con él hombre que amaban, y después que tener hijos, esa sería la felicidad.

A veces pensaba en irse, dejar a todos y largarse de la casa, y del pueblo, pero no lo haría, antes prefería suicidarse a seguir viviendo sin sus hijos, y con estos no podría irse, no estaba plantada allí, y muy probablemente moriría en ese campo y en ese pueblO.