sábado, 23 de mayo de 2020

Y de repente se hace realidad /27)

Después de pensarlo por un rato y de evaluar las diferentes posibilidades, Teresa, decidió que la única forma que Roberto no sé enterará de que vendía las joyas, era si lo hacía de forma anónima en alguna de las paginas webs para hacerlo, pero antes de que mandara las fotos y les colocara un precio, vio que su marido se acostaba, en su cara no vio la mueca de irritación que tenia hacia un año, desde que ella no se volviera a acostar con él.
Lo observó un rato más, y se dijo:
Me va a dejar, él hijo de puta tiene otra, la misma cara tenia cuando nos conocimos, mierda, y no soy dueña de nada, bah del auto, el spa, y las joyas, y lo que más vale son las joyas, ni loca tiro esa plata con Pedro, qué se arregle como pueda, pero...como mierda me lo sacó de encima?
Pensó en lo más obvio, llamar a la policía, pero si lo hago la desgraciada de Ines va a salir a decir que yo lo metí en su casa, qué importa, digo que fui una idiota una  esposa mujer frustrada que estaba enamorada y nunca me entere de la clase de monstruo que era, jaja eso estaría buenísimo, y de paso Roberto queda como un cornudo, total él ya lo sabe pero quiere hacerme quedar a mí como la boluda, no señor, yo voy a quedar como la puta, igual ya todos me ven así, pero cornuda por un viejo verde, no, además sacarme no me puede sacar ni el auto, ni las joyas, bueno, las joyas me las regaló, y las tengo que sacar de acá, porque el miserable me las pediría o me las sacaría del alhajero, con lo hijo de puta que es, lo haría, y no, quedare quemada como la puta amante de un asesino, oh no, como la puta que denuncio a un asesino, a lo mejor hasta termino en lo de Tinelli, quién sabe, como sea, igual es lo que más me conviene.

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