domingo, 17 de agosto de 2014

Adiós a una vida /29)

Las luces, verdes, rojas, azules y amarillas, se prendían y apagaban, Mariana se dio vuelta, ver esas luces la mareaban, estaba borracha, igual que Delia, ambas habían armado el árbol con entusiasmo, para luego terminar recordando navidades pasadas, comenzar a llorar, y beber sidra, vino y champan, junto con almendras, garrapiñadas, turrones y mantecol.
Para finalizar con un helado, luego se habían descalzado, y quedado en el largo sillón de Delia, estaban adormecidas, pero sin poderse dormir, a causa del helado, a ambas les perturbaba las titilantes luces del árbol, pero sentían que no podían mantenerse en pie, ni siquiera intentar levantarse, sin vomitar, por lo que solo atinaban a mover la cabeza y cerrar los ojos.

Román se acostó  las 10, sabia que como mucho sus hijos solo le mandarían un mensaje de texto, respondiendoles el que él les había enviado esa tarde a cada uno, y antes de leer un escueto y obligado mensaje, para deprimirse, prefirió acostarse temprano, echarse repelente para los mosquitos por todo el cuerpo, dejar la ventana abierta, y el ventilador sobre su cabeza y pecho y dormir.

Se despertó nuevamente a la 1 de la madrugada, y fue apoyándose contra la pared, hasta llegar al baño, donde vomito varias veces, hasta terminar largando saliva, luego de lavarse la cara, tomo media botella de agua mineral, cuando sintió un ruido, fue hasta el living, y se encontró a su hermana, caída encima del albor de navidad, y vomitando sobre él.
Las 2 se largaron a reír y a llorar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario