Con la ayuda de mi mama, hija, como vos ahora. Verónica no le creyó, pero entendió que debía dejarse ayudar, no solo para estar bien, sino por su hijo.
De a poco empezó a necesitar cada vez menos la ayuda de su madre. Dejó de tenerle miedo a que se le cayera cuando lo bañaba o se le ahogara cuando le daba la teta, a confiar en sí misma.
Lo que se profundizó fue su distancia con Alberto, cada día sentía que tenía menos en común con él. Su hijo, pero lo veía poco y no le dedicaba mucho tiempo, ni atención. A medida que pasaba el tiempo y ya no sentía ni atracción ni compatibilidad hacía él. Ese sentimiento se fue transformando en desagrado, le costaba compartir tiempo con Alberto.
sábado, 13 de julio de 2024
Los días/13)
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario