sábado, 3 de abril de 2021

El oficio de Manuel /28)

Llevar la contabilidad, hacer pedidos, abrir y cerrar, supervisar todo el tiempo cada cosa lo abrumaba. Una vez que se fue acostumbrando a eso y a dormir con suerte 7 horas por día, lo empezó a fastidiar la rutina, todo era igual, y se pasaba el día hablando con proveedores y sacando cuentas.
Le empezaron a salir canas, dejó de ir al gimnasio porque no hacia tiempo e incluso llegó a engordar 5 kilos. Un día feriado que había decidido cerrar porque no le cerraban las cuentas tenerlo abierto cuando iba a tener pocos clientes, decidió mirarse y se sintió y vio feo y envejecido.
Si sigo así dentro de un año voy a parecer de 50, encima todavía no saco lo mismo que ganaba como prosti.
Tener gente a cargo lo abrumaba, y las veces que no estaba ocupado, se sentía ansioso o aburrido, o fastidiado, ni él sabia muy bien qué había esperado de esa nueva vida pero no era lo que estaba obteniendo. 


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