sábado, 20 de febrero de 2021

El oficio de Manuel /22)

El domingo lo despertó el olor del humo, no era en la quita de Jorge, sino en la vecina, que si bien no estaba muy cerca el viento hacia que llegara hasta la suya.
Si, eso es lo peor de las quintas, todos los domingos el puto asado, una de las cosas que más me alegran de haberme ido del país es no tener que escuchar hablar del asado, allá comen carne pero en parrillas a gas y no le dan ni 5 de pelota a eso, peor bueno acá so así.
Manuel recordó que a veces cuando la situación no era tan mala y si la pareja de su madre le gustaba asar, tenían una parrilla que colocaban en el patio diminuto donde apenas entraba la chapa, la bolsa con el carbón y la parrilla. 
La carne siempre estaba mal hecha, quemada por fuera y cruda por dentro.
-Yo tampoco entiendo la fascinación de este país por el asado.
-Como el fútbol, estupideces.
Jorge pidió empanadas, comieron en silencio y después vieron una película.


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