sábado, 21 de septiembre de 2019

Y de repente se hace realidad /3)

-Coses, bordas, pero la puerta para ir a jugar no la abrís nunca, hija.
-Ay mama, hay tiempo.
-Así se pasan los años, no es infinito el tiempo.
-Vos tampoco eras una adolescente cuando te casaste.
-Pero a tu edad ya estaba de novia.
-Bueno, yo cuando empiece a salir con alguien, voy a tratar de casarme más rápido y no tener un noviazgo eterno como el tuyo con papa.
-A ver cuando te pones de novia.

-Terminala.

-No, tenés 34 años, ya mínimo tendrías que estar embarazada, y ni siquiera tenés un novio, o una pareja, o algo.
-No tengo un marido, ni hijos, ni nada, soy una fracasada de 34 años, listo lo reconocí.
-No te lo digo para hacerte sentir mal, sino para que reacciones, para que hagas algo. 
-Qué querés que me ande ofertando en la calle, no sé qué esperas que haga.

-Por lo menos trata de encontrar a alguien que te acompañe mientras todavía no sos vieja.
-Mama los tipos de mi edad solo se buscan mujeres como ellos cuando quieren una sirvienta, o una enfermera gratis, o una madre.
-Cada vez te entiendo menos.
-Nunca me entendiste, mama. 

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