sábado, 11 de julio de 2020

Y de repente se hace realidad /32)

Sabia que una vez despierto, era imposible que volviera a dormirse, por lo mismo, ni siquiera lo intentaba, se levantó, y prendió el pequeño televisor que Teresa le había comprado cuando se mudara.
Al prenderlo estaba en un canal de películas internacionales, fue apretando el botón que pasaba los canales de forma descendente hasta llegar a uno de los de noticias, donde encontró una foto suya.
Empezó a temblar y a mirar a todos lados, decidió apagar el televisor, tiro el control sobre la cama, saco su valija del ropero, y empezó a meter toda la ropa que Teresa le comprara.
Después volvió a encender el televisor, quería que pensaran que seguía ahí, tomo el arma, se la calzo detrás de la cintura y salio de la casa, eran las 8.00, y exceptuando una mujer que barría su vereda, a media cuadra, no había nadie, espero a que la mujer terminara de barrer y entrara de vuelta a su casa, para luego cruzar la calle y meterse en la casa de Teresa.
Entro por el lavadero, y se quedo al cotado del auto de Teresa, luego al ver que este estaba abierto, entro en el, y encendió la radio.
Qué mierda dicen de mí, por lo que decían en la emisora que pertenecía al mismo grupo que el canal de cable, supo que por lo menos ya estaba seguro como culpable de uno de los asesinatos, y que no faltaba para que lo culparan de los demás ya que había aparecido en esas ultimas horas testigo que lo identificaban.
Cuando sintió ruidos más allá de la puerta del garaje, apago la radio, cerro la puerta, y se quedo a un costado, oculto a quien entrara por la puerta que daba al interior.
Cuando vio a Teresa con una valija, confirmo lo que ya sospechaba.
Hija de puta, ésta me entrego.
Al tenerla a menos de un metro, se acerco más por detrás le tapo la boca y la inmovilizo.
Con la otra mano le agarro el cuello, después le soltó un momento que le tapaba la boca, para darle una trompada, que aturdió a Teresa y casi la hace desmayar.
-Escúchame, tenes toda la plata, acá, eh, habla o te mato.
-Si...Pedro..
-Cállate la boca, hija de mil puta, hablaste.
-Qué decís, por favor.
-Mira no me creas pelotudo, vamos a buscar la plata.
-Está bien.
Teresa trató de mostrarse lo más sumisa y obediente, al salir del garaje, llegaron a un pasillo con varias puertas, a los costados y una en el frente.
- ¿Cuál lleva a la cocina?
-La del frente.
Atravesaron el pasillo rápidamente y de la cocina pasaron al comedor y de este al enorme living, en donde en el centro se encontraba la escalera de caracol, mientras subían, Teresa le dio un codazo en el estomago y luego lo empujo para atrás.

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