sábado, 24 de abril de 2021

El oficio de Manuel /31)

Sabía que era un pasó atrás, que no podía seguir siendo prostituto por mucho tiempo más, que cada vez tendría menos clientes y por menos plata, que todos los días aparecían chicos más jóvenes, atractivos, dispuestos que él. Pero no encontraba a qué dedicarse, qué hacer por fuera de la prostitución. Decidió dejar de preocuparse, la vida se encargaría de eso.
Los clientes empezaron a ser cada vez menos, y decidió dejar la prostitución por segunda vez, sabiendo que sería la definitiva porque tampoco nadie le iba a pagar por acostarse con él.
Pasó días durmiendo mal pero saliendo poco y nada de la cama, solo para ir al baño, ducharse, tomar algo o prepararse un huevo revuelto. La barba se le creció, volvió a perder su masa muscular, ojeroso. Decidió anotarse en un programa para adultos del gobierno. 

sábado, 17 de abril de 2021

El oficio de Manuel /30)

Decidió cerrar. Consideraba que era mucho trabajo para poco dinero, además él tener que sacar cuentas y estar pendiente de tantos aspectos lo agotaba, consideraba que no valía la pena.
Cuando sacó la cuenta después de pagar los despidos, y vender todos los muebles y utensilios no le quedó más que un resto para ir tirando por un mes.
No quería buscarse otro trabajo y decidió abrir Grindr, y esperar a ver si le llegaba alguna oferta. 
La recibió, volver a arreglarse para ver a un cliente le resultó natural, el desodorante, perfume, la ropa.
Besar, tocar, y coger a alguien por plata, durante el tiempo que había tenido el bar restauran solo tuvo sexo en dos ocasiones, uno fue una chupada que le dio un muchacho de 20 años y otro de su edad. No disfrutó ninguno de los dos, solo fueron descargas, formas de acabar diferentes a una paja. Disfrutó este encuentro, no porque el cliente fuera particularmente agradable o interesante, ni tampoco lograra tener química física con él, sino por volverse a sentir deseado y recompensado por ello. 

sábado, 10 de abril de 2021

El oficio de Manuel /29)

Igual ahora estoy más para pagar que para que me paguen. Se sintió fofo, avejentado, y decidió recuperar su cuerpo, aunque sea quitándose una hora de descanso. Se anotó en un gimnasio que quedaba a medio camino entre su departamento y el bar, iba a la mañana.
También empezó a teñirse, y usar productos para no perder cabello.
No dejaba de sentirse extraño en su oficina, viendo planillas de Excel para analizar los costos, siempre con una camisa de color pastel, celeste, blanca o salmón, y pantalones negros o beige. Se sentía grotesco, en un trabajo que era aburrido y demandante a la vez. Quería cerrarlo pero no sabía a qué dedicarse después y tampoco tenía mucho dinero ahorrado, apenas para vivir un mes, el bar le dejaba mucho menos plata que la prostitución y eso que gastaba mucho menos que antes, se compraba menos ropa, ningún perfume, no se iba a ningún lado de vacaciones, su vida era mucho más austera.


sábado, 3 de abril de 2021

El oficio de Manuel /28)

Llevar la contabilidad, hacer pedidos, abrir y cerrar, supervisar todo el tiempo cada cosa lo abrumaba. Una vez que se fue acostumbrando a eso y a dormir con suerte 7 horas por día, lo empezó a fastidiar la rutina, todo era igual, y se pasaba el día hablando con proveedores y sacando cuentas.
Le empezaron a salir canas, dejó de ir al gimnasio porque no hacia tiempo e incluso llegó a engordar 5 kilos. Un día feriado que había decidido cerrar porque no le cerraban las cuentas tenerlo abierto cuando iba a tener pocos clientes, decidió mirarse y se sintió y vio feo y envejecido.
Si sigo así dentro de un año voy a parecer de 50, encima todavía no saco lo mismo que ganaba como prosti.
Tener gente a cargo lo abrumaba, y las veces que no estaba ocupado, se sentía ansioso o aburrido, o fastidiado, ni él sabia muy bien qué había esperado de esa nueva vida pero no era lo que estaba obteniendo.