Sabía que era un pasó atrás, que no podía seguir siendo prostituto por mucho tiempo más, que cada vez tendría menos clientes y por menos plata, que todos los días aparecían chicos más jóvenes, atractivos, dispuestos que él. Pero no encontraba a qué dedicarse, qué hacer por fuera de la prostitución. Decidió dejar de preocuparse, la vida se encargaría de eso.
Los clientes empezaron a ser cada vez menos, y decidió dejar la prostitución por segunda vez, sabiendo que sería la definitiva porque tampoco nadie le iba a pagar por acostarse con él.
Pasó días durmiendo mal pero saliendo poco y nada de la cama, solo para ir al baño, ducharse, tomar algo o prepararse un huevo revuelto. La barba se le creció, volvió a perder su masa muscular, ojeroso. Decidió anotarse en un programa para adultos del gobierno.
sábado, 24 de abril de 2021
El oficio de Manuel /31)
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