sábado, 27 de marzo de 2021

El oficio de Manuel /27)

Una vez elegido el lugar Manuel y Daniel contrataron un diseñador de interiores que junto con sus opiniones decidió el color de las paredes, el tipo de muebles que irían en el lugar.
Manuel se repetía a sí mismo que se lo tenía que creer que era la única forma de que pudiera lograrlo.
Pasó semanas donde apenas durmió ya que estuvo hablando con decoradores, albañiles, carpinteros, vidrieros, de paso contratando gente para bacheros, mozos, cocineros, etc.
El día de la inauguración no pudo dormir, incluso tuvo que ir al hospital para que le inyectaran una buscapina porque no aguantaba el dolor de estomago.
-Tranquilo, el primer día es solo una fantasía, para bien y para mal.
Le dijo Daniel palmeándole la espalda.
Y se llenó, aunque si, sabía que eso era muy común en las inauguraciones, hasta los kioscos de la villa se hacían cola para entrar a chusmear. La gente sacaba ese ansia por algo nuevo, aunque solo fuera un kiosco de 3 x 3.
Al día siguiente los clientes fueron la mitad, menos al tercero, al cuarto se empezaron a estabilizar. 

sábado, 20 de marzo de 2021

El oficio de Manuel /26)

Empezó a ver locales, la mayoría le gustaban pero eran caros y no podía sacar crédito. Manuel estaba inscrito como monotributista, pero ahora si quería tener un negocio tendría que ser mucho más especifico, algo imposible en sus circunstancias por ende si o si necesitaba un socio.
Le inventó a su jefe que había cobrado una herencia y si él podía no conocía a alguien con quien pudiera asociarse. Este le dijo que él lo estaba, y empezaron a hacer cuentas. Se sentía extraño compartiendo, era algo nuevo para él. 
Se preguntaba si serviría de algo esto, si no sería inútil y estúpido intentar abrir un bar restauran sin tener experiencia en ese sentido, si no perdería sus ahorros, pero se dijo que prefería hacerlo ahora cuando todavía era joven y podía recuperar la plata con nuevos clientes, que a los 45.
David le dio varios consejos, le recomendó zonas de la ciudad, juntos buscaron agencias inmobiliarias y calcularon precios, decidieron visitar los 3 que más les llamaron la atención. Mauel decidió escuchar y aprobar todo lo que dijera David, este le terminó diciendo:
-Manuel, vamos a ser socios, no me podes decir a todo que si, dame tu opinión.
-Pero es que vos sos quien tiene experiencia.
-Si, pero vos también pones la plata, y te tiene que gustar sobre todo a vos, es tu emprendimiento, yo te acompaño, pero es tu sueño, así que ahí no puedo meter mano yo.
-Bueno, a mí me gusto mucho el segundo que vimos.
-Buena opción, no hay tantos lugares en ese barrio, es bastante seguro, te apoyo.
Manuel se sintió reconfortado, le gustaba saber que Daniel aprobaba lo que hacia. 



sábado, 13 de marzo de 2021

El oficio de Manuel /25)

 Los viejos le rondaban la cabeza, cada día eran más, y en general estaban solos, la mayoría por lo menos en CABA tenía un pasar económico aceptable, podía darse sus gustos. Si abría un restaurante teniendo en cuenta esto, que no fuera exclusivo para ellos pero si donde se sintieran cómodos, con mozos dispuestos a escucharlos, darles charla, leerles el menú, etc.
Se pasó la mañana anotando cosas para su proyecto.
Luego hizo un Excel con la lista.
Se sentía extraño, casi ridículo, recordó una palabra que usaba mucho uno de sus clientes, aburguesado, y cuando le había pedido la definición este le dijo: es básicamente cambiar de piel, por una mujer, ponele, pero a la que nunca sentís del todo propia, como te digo, como si fuera alquilada. Hacia años que este hombre se la había dicho y del cuál ya no se acordaba de su nombre, pero si la palabra, porque así se sentía, igual siendo prostituto, aunque eso sí le parecía que era algo que se esperaba de él por venir de donde venía, y sintió orgullo de intentar cambiar, no porque le jodiera ser prostituto, sino porque convertirse e el dueño de una pyme lo hacia destacar, ser mejor que los demás de la villa. Siempre se había sentido perseguido por venir de ahí, estigmatizado, aunque nadie que lo conociera, bah las pocas personas además de sus clientes con las que tenia trato, algunas ex parejas, nunca les había mencionado donde se había criado, siempre les inventaba que en el interior de la provincia, en general usaba Lobos, porque una vez camino a Mar del Plata el colectivo en que iba se había roto y tuvieron que esperar unas horas en su terminal, decidió recorrer un poco de la ciudad y le gustó, decidió que ahí situaría su infancia, se inventó una madre, un padre y dos hermanos, con los que iba a la plaza, y se sacaba fotos frente a sus estatuas.
Quizás dejara de usar esa mentira una vez que abriera el bar restaurante, quizás podría ser una de esas historias cursis de nací en una villa y salí adelante, un verdadero ejemplo de meritocracia, aunque solo diría villana, no en cuál, ni mucho menos volvería a usar su verdadero apellido que se había cambiado ni bien llegó a la mayoría de edad.  Pero no, mejor no hacerse el canchero, si hablaba de su origen aunque fueran vaguedades, alguno podía asociarlo con su familia, y quewría que estos siguieran enterrados. 

sábado, 6 de marzo de 2021

El oficio de Manuel /24)

Limitó sus encuentros a los fines de semanas. Mientras veía como funcionaba un restaurante y se ganaba la confianza de su jefe para más adelante preguntarle cosas sobre el negocio e invertir sus ahorros en uno.
A veces lo estresaba pensar en un posible negocio y lo invadían pensamientos negativos, creía que se iba a quedar sin plata y tendría que volver a prostituirse por menos de lo que lo hacía, eso era lo que le jodía, no coger, coger le daba lo mismo pero ganar menos por hacerlo si lo sentía degradante.
Aceptó el ofrecimiento de su jefe de ser mozo, era el mismo sueldo que de bachero pero además tenia propinas, le daban muy buenas, ya que sabía ser agradable y su atractivo de por si predisponía de forma positiva a la mayoría. Las señoras a veces le dejaban mejor propina de lo que ganaba en todo un día de trabajo, igual los hombres gays que a veces iban, se sentía agradecidos con su amabilidad y coquetería. En general la gente mayor era la que más agradecía el bue trato, sus sonrisas, miradas y algún que otro comentario gracioso.