Manuel se repetía a sí mismo que se lo tenía que creer que era la única forma de que pudiera lograrlo.
Pasó semanas donde apenas durmió ya que estuvo hablando con decoradores, albañiles, carpinteros, vidrieros, de paso contratando gente para bacheros, mozos, cocineros, etc.
El día de la inauguración no pudo dormir, incluso tuvo que ir al hospital para que le inyectaran una buscapina porque no aguantaba el dolor de estomago.
-Tranquilo, el primer día es solo una fantasía, para bien y para mal.
Le dijo Daniel palmeándole la espalda.
Y se llenó, aunque si, sabía que eso era muy común en las inauguraciones, hasta los kioscos de la villa se hacían cola para entrar a chusmear. La gente sacaba ese ansia por algo nuevo, aunque solo fuera un kiosco de 3 x 3.
Al día siguiente los clientes fueron la mitad, menos al tercero, al cuarto se empezaron a estabilizar.
Le dijo Daniel palmeándole la espalda.
Y se llenó, aunque si, sabía que eso era muy común en las inauguraciones, hasta los kioscos de la villa se hacían cola para entrar a chusmear. La gente sacaba ese ansia por algo nuevo, aunque solo fuera un kiosco de 3 x 3.
Al día siguiente los clientes fueron la mitad, menos al tercero, al cuarto se empezaron a estabilizar.
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