sábado, 11 de julio de 2020

Y de repente se hace realidad /30)

-Cuando me lo cargo?
-Espera, déjame ver, no sé, no me apures.
-La puta que te parió, no entendes que necesito plata.
-Soltame, Pedro, ya te dije que no soy un banco.
-Conseguime la plata.
-Soltame.
Ambos se miraron.
No debo demostrarle miedo, si no este loco de mierda es capaz de ahorcarme.
Pedro la soltó, Teresa se llevó instintivamente la mano al antebrazo izquierdo, que era el que Pedro le había apretado.
Se alejó un momento y enseguida volvió a acercarse a ella, que se había sentado sobre la cama, su corazón empezó a latir de forma acelerada.
-Mira, no sé, como habíamos quedado, fingimos un robo, si nadie va a investigar, cuantos casos hay que no se resuelven en este puto país.
-Está bien, te voy a dar los 800 pesos que tengo ahora, mañana si puedo te doy un poquito más, espérame unos días más, dale, ni una semana te pido, solo unos días.
-Mira que si me estás chamullando y te querés hacer la viva, te quemo a vos, eh.
-Terminala, Pedro, las cosas hay que hacerlas bien, por eso te pido estos días, no sé por qué te pones así, ni que estuvieras bajo tortura.
-Es una tortura este pueblo de mierda, ese pieza, esa vieja, todo, estoy hasta las pelotas, harto, quiero rajarme de acá, no lo entendes?
-Si, pero entendeme vos a mí, la primera sospechosa voy a ser yo, y me quiero cubrir, tan complicado es que entiendas eso.
-Mira, me importa un carajo si quemo o no al viejo, lo que quiero es la plata.
-Okey.
Teresa se fue, hacia una semana había puesto en venta el spa, a un precio menor que lo que costaba el terreno, que estaba en el centro, por lo que pronto el agente inmobiliario empezó a recibir ofertas, y se quedó con la que más se acercaba al precio del terreno cuando Pedro lo había comprado, hacia 3 años, aunque con la inflación, esa plata no era nada, en comparación.
El martillero ne entendía por qué Teresa lo había hecho, pero no le importo, y vendió la casa.
Teresa aceptó el cheque y lo puso en el banco.
Mierda de impuesto al cheque, me voy a quedar con 2 pesos.
Teresa hizo las hizo el equipaje, y se fue de la casa, en uno de los tantos días en que Roberto pasaba fuera de la casa últimamente.
Miro la casa.
Espero encontrarme a otro que me de una casa así, no es facil, pero bueno, si me llego a hacer conocida, van a llegar solos, por ahí hasta me consigo un futbolista y me lleva a Europa.
Sonrió y fue hasta el garaje.


Le quitó el seguro al auto, y sonó el característico ruido de la alarma, cuando se acercaba al mismo sintió una mano que le tapaba la boca.

No hay comentarios:

Publicar un comentario