Le parecía hasta burdo el acumulado de desgracias que había sufrido en apenas 1 semana, la exposición en la fallida boda de Benjamín, la traición de su hermana, la muerte de su hija, le costaba asimilarlo, era grotesco tanto a la vez.
No sabía como asimilarlo, se sentía incapaz hasta de llorar, de llegar a comprender todo lo que le estaba pasando.
La impotencia la aplastaba, por lo que para ir al velorio, se bañó, vistió, calzó, de forma automática, como viendo a otra persona hacerlo, escuchó los te acompañamos, rezamos por vos, estamos para lo que necesites, qué desgracia, una pena, contas conmigo, se fuerte, refúgiate en Dios, sos fuerte, vas a salir adelante.
Laura repetía, gracias por venir, gracias, gracias, se sentía una grabadora, todas las caras que pasaban frente a sus ojos, se le hacían las mismas.
A la madrugada, solo quedaban Benjamín y Ricardo junto a ella, se acercó al féretro y volvió a ver a Sofía, un muerto nunca se veía dormido, por más maquillaje que se le pusiera encima, se veía como lo que era, un ser sin vida, que comenzaría a pudrirse dentro de unas horas, a largar líquidos, a agusanarse.
Nunca más la oiría llorar, ni reírse, ni hablar, ni vería su mirada, ni nada, de hecho y no estaba frente a ella, eso que estaba viendo era su cuerpo, su caja, no su persona, esa ya no existía, ya se había extinguido para siempre.
Si fuera otra, creería que nos veríamos a en el paraíso, pero si eso existiera, que no, ni vos ni vos lo pisaríamos.
Además, qué voy a hacerme, la que tendríamos una buena relación, la que si vivieras habríamos encontrado la forma de entendernos, no, imposible.
Yo no supe ser una buena madre, ni vos una buena hija, no te voy a inventar cualidades que no tuviste, ni tampoco a hacerme la mártir, yo tampoco supe inculcarte muchas cosas, pero vos también elegiste no aprenderlas, no se necesita siempre tener buenos padres para tener una vida llevadera, incluso prospera.
Tal vez sea miserable lo que pienso, tal vez debería culparme por todo, pero no lo siento así, en ese caso la forma en la que soy yo, la culpa sería de mi madre, y la de ella de su madre, y así qué fácil, nadie tendría la culpa, no, yo acepto mis fallas, no supe ser una buena madre, ni vos una buen hija, ni una buena persona, que hiciera las cosas bien. La muerte no te redime de las barbaridades que hiciste, aunque también te paso de todo, me cuesta pensar en lo que te hizo ese tipo, me bloqueo, no puedo asimilarlo, me duele más que tu muerte, aunque lo que la provocó.
Es muy cínico que la vida nos terminará dando la razón a las 2, cuando nos decíamos la una a la otra que estábamos mal, equivocadas, que lo que hacíamos era una mierda, si, lo era, las 2 nos pasamos construyendo sobre cimientos de mierda, y así nos fue.
Laura repetía, gracias por venir, gracias, gracias, se sentía una grabadora, todas las caras que pasaban frente a sus ojos, se le hacían las mismas.
A la madrugada, solo quedaban Benjamín y Ricardo junto a ella, se acercó al féretro y volvió a ver a Sofía, un muerto nunca se veía dormido, por más maquillaje que se le pusiera encima, se veía como lo que era, un ser sin vida, que comenzaría a pudrirse dentro de unas horas, a largar líquidos, a agusanarse.
Nunca más la oiría llorar, ni reírse, ni hablar, ni vería su mirada, ni nada, de hecho y no estaba frente a ella, eso que estaba viendo era su cuerpo, su caja, no su persona, esa ya no existía, ya se había extinguido para siempre.
Si fuera otra, creería que nos veríamos a en el paraíso, pero si eso existiera, que no, ni vos ni vos lo pisaríamos.
Además, qué voy a hacerme, la que tendríamos una buena relación, la que si vivieras habríamos encontrado la forma de entendernos, no, imposible.
Yo no supe ser una buena madre, ni vos una buena hija, no te voy a inventar cualidades que no tuviste, ni tampoco a hacerme la mártir, yo tampoco supe inculcarte muchas cosas, pero vos también elegiste no aprenderlas, no se necesita siempre tener buenos padres para tener una vida llevadera, incluso prospera.
Tal vez sea miserable lo que pienso, tal vez debería culparme por todo, pero no lo siento así, en ese caso la forma en la que soy yo, la culpa sería de mi madre, y la de ella de su madre, y así qué fácil, nadie tendría la culpa, no, yo acepto mis fallas, no supe ser una buena madre, ni vos una buen hija, ni una buena persona, que hiciera las cosas bien. La muerte no te redime de las barbaridades que hiciste, aunque también te paso de todo, me cuesta pensar en lo que te hizo ese tipo, me bloqueo, no puedo asimilarlo, me duele más que tu muerte, aunque lo que la provocó.
Es muy cínico que la vida nos terminará dando la razón a las 2, cuando nos decíamos la una a la otra que estábamos mal, equivocadas, que lo que hacíamos era una mierda, si, lo era, las 2 nos pasamos construyendo sobre cimientos de mierda, y así nos fue.
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