-Ganas no me faltaron, esa hija de puta no merecía otra cosa.
Sandra miró a Alejandro, intrigada.
-¿Por qué?
-Por qué, qué, por qué la odió, por qué merecía morir, por qué la maté, bueno de adelante para atrás, no la maté, me importa una mierda si me cree, esa es la verdad.
Merecía morirse porque era una inmundicia, una cínica de mierda, a la que no le importaba nada ni nadie, más que ella.
Y la odió, porque me arruinó la vida.
Alejandro hablaba con bronca, furia, sin gritar, pero si exaltado, pero también con placer, era una catarsis lo que estaba haciendo.
-¿Por qué secuestro a Bruno?
-¿Le parece que lo tengo secuestrado? Bruno está mucho mejor acá, que en ese centro, acá está con alguien que lo quiere, que trate de que esté lo mejor posible.
Toda la conversación se le hacía inverosímil, no sabia qué preguntarle, no sabia como encarar todo lo que quería saber.
-¿Como conoció a Liliana?
-Ah eso, no hubo nada original, al contrario, parece algo sacado de un telenovela, yo era su profesor en la universidad, Liliana era una excelente alumna, estaba en el último año para graduarse, y tenia las mejores notas, además era hermosa, y sobre todo muy seductora, yo andaba por los 40, y toda la crisis de esa edad, más antes, que se envejecía más rápido, las patas de gallo, las canas, la caída del pelo, tenia 2 hijos preadolescentes con los que no lograba conectar, y una mujer que estaba tan cansada de mí, como yo de ella, también comenzando a pudrirse, y ya recontra podrida por dentro...
Y bueno, cuando Liliana con la excusa de aprender más quiso encontrarse conmigo, casi salí corriendo detrás de ella, esa misma tarde, después del café, nos fuimos a un hotel alojamiento, y nos cagamos cogiendo...igual seguro para ella no fue nada, yo sé que nunca le atraje, y me importa un carajo, yo quería coger el cuerpo de un veinteañera, los motivos por los que ella quería coger conmigo, me importaban un carajo.
Bien boludo, yo, porque esa quería y mucho.
Después de graduarse, faltaba poco cuando cogimos para que se graduará, me salió con que estaba embarazada, yo me asuste, no porque quisiera quedarme con mi mujer o con mis hijos, no me voy a hacer el santo ahora, en ese momento ellos me pesaban como bolsas de melones, si no porque era fiscal, y dentro de un par de años, podría llegar a ser juez, haber embarazado a una alumna, bueno me pareció que se veía pésimo, además tampoco quería comenzar otra familia, y menos con una pendeja, además ella tampoco me lo propuso.
Enseguida me dijo que lo que quería era plata para abortar, y luego que la recomendará como abogada a sus conocidos, lo hice, y por años no volví a saber de ella, solo alguna vez que la vi de lejos en los tribunales, pero nada, era un recuerdo.
Años después, mi hijo murió en un accidente, le encantaba andar en moto, y la velocidad, se hizo mierda en la ruta Buenos Aires-La Plata, y mi mujer se suicido poco después, nunca lo soportó, mi hija desde entonces dejó de hablarme.
Yo ya estaba por renunciar de juez, y venirme a vivir acá, y ver si tenia as pelotas para pegarme un tiro, pero en esos días me llamó Liliana, y me salió con el cuento de que nunca había abortado, que se había arrepentido, yo no le creí nada, esa si no lo había abortado por algo había sido, igual me costaba creer que lo hubiera tenido, le dije que no le creía nada, y me salió con que me hiciera la prueba del ADN.
Le pregunté qué quería, por qué me lo decía ahora, y me contestó que necesitaba que hablara con un juez amigo, para que el divorcio que estaba llevando, saliera favorable a su cliente.
Lo hice, y me pasó la información sobre Bruno.
En ese momento si la quise matar, lo había dejado en la puerta de un hospital, de ahí pasó a un internado infantil, después a diferentes padres adoptivos, que siempre lo devolvían por ser conflictivo, a los 10 se empezó a fugar del internado, y a los 12 a drogar, robó, y no sé qué más haya hecho, por suerte no mató a nadie, o no lo descubrieron, luego quedó como lo vez, y Liliana, que le había seguido el rastro, pero que nunca había hecho un carajo por él, decidió internarlo, no por buena, no, era para ver si e podía servir conmigo más adelante.
De verdad cuando lo vi, quise matarla, y no sé si no lo hubiera hecho, pero alguien se me adelantó.
-¿Por qué no sacó a Bruno, legalmente?
-Porque tendría que haber hecho muchos tramites, si soy juez, pero no por eso las cosas se solucionan con una barita mágica, además la policía como siempre hubiera buscado donde no correspondía, hasta habría encontrado la forma de detenerme o ponerme como el principal sospechoso, motivos me sobraban, y luego los medios, aprovechando todo el culebrón legal, no, yo solo quería irme con mi hijo, y tratar de que estuviera un poco mejor, es lo único bueno que he hecho en mí vida.
Ahora si quiere vaya a la policía, entrégueme, y que empiece todo el circo.
Sandra se paró, y fue hasta la puerta, antes de abrirla, se dio vuelta, y le dijo :
-No se preocupe, no lo voy a hacer, no por usted, sino por Bruno.
Mientras se iba, volvió a ver a Bruno, estaba debajo de un árbol, se miraron por un instante, y vio que este tenia los ojos iguales a los suyos.
Sandra miró a Alejandro, intrigada.
-¿Por qué?
-Por qué, qué, por qué la odió, por qué merecía morir, por qué la maté, bueno de adelante para atrás, no la maté, me importa una mierda si me cree, esa es la verdad.
Merecía morirse porque era una inmundicia, una cínica de mierda, a la que no le importaba nada ni nadie, más que ella.
Y la odió, porque me arruinó la vida.
Alejandro hablaba con bronca, furia, sin gritar, pero si exaltado, pero también con placer, era una catarsis lo que estaba haciendo.
-¿Por qué secuestro a Bruno?
-¿Le parece que lo tengo secuestrado? Bruno está mucho mejor acá, que en ese centro, acá está con alguien que lo quiere, que trate de que esté lo mejor posible.
Toda la conversación se le hacía inverosímil, no sabia qué preguntarle, no sabia como encarar todo lo que quería saber.
-¿Como conoció a Liliana?
-Ah eso, no hubo nada original, al contrario, parece algo sacado de un telenovela, yo era su profesor en la universidad, Liliana era una excelente alumna, estaba en el último año para graduarse, y tenia las mejores notas, además era hermosa, y sobre todo muy seductora, yo andaba por los 40, y toda la crisis de esa edad, más antes, que se envejecía más rápido, las patas de gallo, las canas, la caída del pelo, tenia 2 hijos preadolescentes con los que no lograba conectar, y una mujer que estaba tan cansada de mí, como yo de ella, también comenzando a pudrirse, y ya recontra podrida por dentro...
Y bueno, cuando Liliana con la excusa de aprender más quiso encontrarse conmigo, casi salí corriendo detrás de ella, esa misma tarde, después del café, nos fuimos a un hotel alojamiento, y nos cagamos cogiendo...igual seguro para ella no fue nada, yo sé que nunca le atraje, y me importa un carajo, yo quería coger el cuerpo de un veinteañera, los motivos por los que ella quería coger conmigo, me importaban un carajo.
Bien boludo, yo, porque esa quería y mucho.
Después de graduarse, faltaba poco cuando cogimos para que se graduará, me salió con que estaba embarazada, yo me asuste, no porque quisiera quedarme con mi mujer o con mis hijos, no me voy a hacer el santo ahora, en ese momento ellos me pesaban como bolsas de melones, si no porque era fiscal, y dentro de un par de años, podría llegar a ser juez, haber embarazado a una alumna, bueno me pareció que se veía pésimo, además tampoco quería comenzar otra familia, y menos con una pendeja, además ella tampoco me lo propuso.
Enseguida me dijo que lo que quería era plata para abortar, y luego que la recomendará como abogada a sus conocidos, lo hice, y por años no volví a saber de ella, solo alguna vez que la vi de lejos en los tribunales, pero nada, era un recuerdo.
Años después, mi hijo murió en un accidente, le encantaba andar en moto, y la velocidad, se hizo mierda en la ruta Buenos Aires-La Plata, y mi mujer se suicido poco después, nunca lo soportó, mi hija desde entonces dejó de hablarme.
Yo ya estaba por renunciar de juez, y venirme a vivir acá, y ver si tenia as pelotas para pegarme un tiro, pero en esos días me llamó Liliana, y me salió con el cuento de que nunca había abortado, que se había arrepentido, yo no le creí nada, esa si no lo había abortado por algo había sido, igual me costaba creer que lo hubiera tenido, le dije que no le creía nada, y me salió con que me hiciera la prueba del ADN.
Le pregunté qué quería, por qué me lo decía ahora, y me contestó que necesitaba que hablara con un juez amigo, para que el divorcio que estaba llevando, saliera favorable a su cliente.
Lo hice, y me pasó la información sobre Bruno.
En ese momento si la quise matar, lo había dejado en la puerta de un hospital, de ahí pasó a un internado infantil, después a diferentes padres adoptivos, que siempre lo devolvían por ser conflictivo, a los 10 se empezó a fugar del internado, y a los 12 a drogar, robó, y no sé qué más haya hecho, por suerte no mató a nadie, o no lo descubrieron, luego quedó como lo vez, y Liliana, que le había seguido el rastro, pero que nunca había hecho un carajo por él, decidió internarlo, no por buena, no, era para ver si e podía servir conmigo más adelante.
De verdad cuando lo vi, quise matarla, y no sé si no lo hubiera hecho, pero alguien se me adelantó.
-¿Por qué no sacó a Bruno, legalmente?
-Porque tendría que haber hecho muchos tramites, si soy juez, pero no por eso las cosas se solucionan con una barita mágica, además la policía como siempre hubiera buscado donde no correspondía, hasta habría encontrado la forma de detenerme o ponerme como el principal sospechoso, motivos me sobraban, y luego los medios, aprovechando todo el culebrón legal, no, yo solo quería irme con mi hijo, y tratar de que estuviera un poco mejor, es lo único bueno que he hecho en mí vida.
Ahora si quiere vaya a la policía, entrégueme, y que empiece todo el circo.
Sandra se paró, y fue hasta la puerta, antes de abrirla, se dio vuelta, y le dijo :
-No se preocupe, no lo voy a hacer, no por usted, sino por Bruno.
Mientras se iba, volvió a ver a Bruno, estaba debajo de un árbol, se miraron por un instante, y vio que este tenia los ojos iguales a los suyos.
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