sábado, 30 de noviembre de 2013

El arribo de Laura /23)

Se levantó de la cama, no pensaba estar en actitud pasiva, mientras Victoria la apuntaba, no pensaba dejar que ella creyera que tenia el control.
-Sabes una cosa, en algún momento llegué a pensar en algo como esto, que vivieras y me quisieras matar.
Dijo Silvina, con toda la tranquilidad y el sarcasmo que fue capaz de fingir.
-Todo es tan obvio para vos, no? claro, no lo fue que Armando te cagara a patadas hasta hacerte perder al bastardo, qué lastima no te mato.
-Viste, las cosas nunca salen como nos proponemos.
-Incluyendo tu venganza...
-Puede ser que no saliera como esperaba, peor si e matas, igual habré cumplido mi objetivo, ,porque todos descubrirán que fuiste vos, mis tíos harán todo para que te pudras en la cárcel, y tu familia se verá arruinada, además de que el diario se encargara de revelar todas las porquerías de tu familia.
-Pero vos no estarás para verlo, qué pena, no?
-Gracias por compadecerte, pero me doy por bien servida, al saberlos arruinados, y ya me canse de hablar con vos, así que si vas a disparar hazlo.
Victoria estaba a punto de disparar, cuando por un segundo, miro el arma, y Silvina aprovecho para tomar la almohada, y con eso como escudo se abalanzó sobre Victoria.
A esta la sorprendió descuidada, e instintivamente disparo el arma, cuya bala fue a dar a su pie derecho.
El disparo despertó a todos, y el primero en llegar a la puerta de la habitación de Silvina, y golpear violentamente la puerta, fue Manuel.
-Silvina, estás bien, abrime por favor?
Silvina, como Victoria caía al suelo y comenzaba a tomarse con ambas manos, su pie herido, abrió la puerta.
-Ve a atender a tu mamí, que quiso hacerse la pistolera, y le salió el tiro por la culata.

 

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