sábado, 26 de marzo de 2016

Los Oportunistas /8)

Parte 2

4 años, en los que se había casado, quedado embarazada, sufrido un aborto, divorciado, conseguido hacerse famosa, luego de que filtrara en los medios un vídeo de su esposo, que se había convertido en uno de los jugadores mejor pagados del Real Madrid, con su amante, mientras esta le practicaba sexo oral.
Su papel de esposa engañada y compungida, gustó mucho, cada programa al que iba, subía su rating, Eva sabia como hacer para quedar como una victima, además de que a diferencia de otras mujeres de futbolistas, su aspecto no era vulgar, sabia vestirse con clase, y hablar con propiedad.
Salvador viendo sus posibilidades, le ofreció un pequeño personaje en una telenovela con rating mediocre, y al aparecer Eva, los números comenzaron a subir, por lo que decidió que en su próximo proyecto, ella sería la antagonista principal.

Llevaba casi la mitad de su vida en los medios, pero le costaba entender la fama, le costaba entender que le regalaran cosas carísimas, que le pagarán fortunas solo por una sesión de fotos que con una gaseosa en la mano, o una prenda o un calzado, que luego se reproducía por toda la ciudad en gigantografías, igual el fanatismo, saber que había blog, cuentas de facebook y Twitter dedicadas a ella, gente que se interesaba por todos los aspectos de su vida, que copiaba su forma de vestir, de peinarse de hablar, de caminar, la abrumaba, al igual que el que todas las personas que conocía solo quisieran estar con ella por ser Alejandra Montes, la chica éxito, la reina Midas, la que había trabajado con Almodovar y Allen, la que no por eso desdeñaba su país y volvía a realizar una telenovela después de 5 años, la simpática, carismática, dulce, bella, y elegante Alejandra.
Desde hacia unos meses, ase había hecho adicta a los tranquilizantes, que eran lo único que calmaban sus ansias de lastimarse, fantaseaba constantemente con cortarse la cara, quemarse, y a veces con el suicidio, pero los calmantes la hacían ver todo desde un cristal que empañaba todo lo malo y solo traslucía lo bueno, lo bello.

-Volver a ser villana.
-Sabes que fracase como heroína.
-No supiste transmitir.
-El personaje era una mierda, como vos.
Daniela y Catalina se miraban a través del espejo, reflejando todo el desagrado que siempre se habían tenido.
-Si soy una mierda, pero sabes que tengo razón, o querés terminar como yo, siendo una vieja resentida y frustrada, porque sé muy bien lo que soy, en eso nunca me engañe.
-No mama, no quiero ser como vos, toda la vida he tratado de ser lo contrario, pero no todo depende de mí, no sé por qué mierda no te das cuenta, sabes que acá no se trata solo de ser talentosa, sino de gustar al público, a los productores, etc.
-Lo sé, y bueno esta dentro de todo es una gran oportunidad, la novela esta seguro se vende como pan caliente, solo por tener a Alejandra, pensar que esa empezó segundeandote a vos, quién te a visto y quien te ve.
Daniela terminó de arreglarse, y no quiso seguir hablando, estaba cansada, pero a la vez era un desafió personal, conseguir todo lo que su madre no, sobre todo para que esta se resintiera, sabia que lo que más le gustaba a Catalina, es que todavía no llegará a ser una número 1, y que fantaseaba con que terminará tan fracasada como ella, pero no, ella lograría ser, y humillar a su madre.

Relaciones vacías, siempre con compañeros de trabajo, que tuvieran tanto que perder como él, si se descubría que eran gays.
Relaciones sin pasado, ni futuro, casuales, informales, estrictamente sexuales, encuentros en quintas, departamentos en zonas discretas alquilados por amigos o con nombres falsos, descargas físicas, nada más, sexo carente casi hasta de empatía.
A veces Daniel lograba mayor intimidad cuando acababan y se quedaba un momento en la cama con quién fuera, que durante el acto.







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