Horacio.
1990-2009.
Ni el dinero, ni todo lo que este le había dado, viajes alrededor del mundo, autos, mujeres y hombres a su entera disposición par todo lo que se le antojara, poder político y mediático, lo satisfacía.
Lo único que le causaba verdadero placer y felicidad, era manipular chicos y abusar de ellos, enredarlos en los "juegos" que él inventaba para ellos, conseguir crearles una dependencia de su persona, volverlos completamente dependientes de él.
Gracias a que había heredado el canal de su padre, disponía de todos los menores que se le antojarán, muchos de ellos venían a hacer casting, y los que más le gustaba los contrataba, y luego se pasaba por su camarin, y comenzaba lo que él llamaba su conquista.
Les hacia regalos, los escuchaba con atención cuando ellos le hablaban de sus compañeros de clases, o de sus familias, sabia ganarse su confianza y afecto, y luego los quebraba, le encanta ver como les cambiaba la mirada y el rictus de sus labios, luego de que consiguiera hacerlos jugar con él.
Se sentía impune, y se felicitaba a sí mismo, por saber ver que chico era del tipo que se calla, del tipo que no se anima a decirle nada a los padres, nunca nadie lo había denunciado, y las pocas madres que habían sospechado algo, nunca presentaron cargos.
Cuando Salvador, le mostró imágenes donde lo mostraban abusando de un menor, casi sufre un ataque cardíaco, pero Salvador se apresuró a palmearle la espalda, y decirle que mientras le diera pleno poder en el canal, él se encargaría de encubrirlo.
No le gustaba tener un cómplice, pero si no tener que hacerse cargo del canal, nunca le había interesado el contenido del mismo, solo el dinero y el poder que este le generaba.
Los años transcurrían, y los niños abusados seguían multiplicándose.
Un día a la salida del canal, luego de una cuadra, con su chofer, nunca llevaba guardaespaldas, frenaron un auto adelante y otro atrás, se bajaron 2 personas enmascaradas y armadas de cada auto, abrieron la puerta del lado que él estaba, lo sacaron entre 2, y lo metieron al auto que estaba detrás, una camioneta negra con los vidrios polarizados.
1990-2009.
Ni el dinero, ni todo lo que este le había dado, viajes alrededor del mundo, autos, mujeres y hombres a su entera disposición par todo lo que se le antojara, poder político y mediático, lo satisfacía.
Lo único que le causaba verdadero placer y felicidad, era manipular chicos y abusar de ellos, enredarlos en los "juegos" que él inventaba para ellos, conseguir crearles una dependencia de su persona, volverlos completamente dependientes de él.
Gracias a que había heredado el canal de su padre, disponía de todos los menores que se le antojarán, muchos de ellos venían a hacer casting, y los que más le gustaba los contrataba, y luego se pasaba por su camarin, y comenzaba lo que él llamaba su conquista.
Les hacia regalos, los escuchaba con atención cuando ellos le hablaban de sus compañeros de clases, o de sus familias, sabia ganarse su confianza y afecto, y luego los quebraba, le encanta ver como les cambiaba la mirada y el rictus de sus labios, luego de que consiguiera hacerlos jugar con él.
Se sentía impune, y se felicitaba a sí mismo, por saber ver que chico era del tipo que se calla, del tipo que no se anima a decirle nada a los padres, nunca nadie lo había denunciado, y las pocas madres que habían sospechado algo, nunca presentaron cargos.
Cuando Salvador, le mostró imágenes donde lo mostraban abusando de un menor, casi sufre un ataque cardíaco, pero Salvador se apresuró a palmearle la espalda, y decirle que mientras le diera pleno poder en el canal, él se encargaría de encubrirlo.
No le gustaba tener un cómplice, pero si no tener que hacerse cargo del canal, nunca le había interesado el contenido del mismo, solo el dinero y el poder que este le generaba.
Los años transcurrían, y los niños abusados seguían multiplicándose.
Un día a la salida del canal, luego de una cuadra, con su chofer, nunca llevaba guardaespaldas, frenaron un auto adelante y otro atrás, se bajaron 2 personas enmascaradas y armadas de cada auto, abrieron la puerta del lado que él estaba, lo sacaron entre 2, y lo metieron al auto que estaba detrás, una camioneta negra con los vidrios polarizados.
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