sábado, 27 de septiembre de 2014

Adiós a una vida /35)

Era ambiguo lo que le provocaba ver y estar cerca de Román, mientras pensaba en Rafael.
Qué diferente se siente estar con alguien a los 20, que a los treinta y pico, y también el ser infiel.
¿Qué habrás sentido, Román, cuando me metiste los cuernos?
Yo no sé muy bien, por un lado culpa, así tipo remordimientos, no siento, vos no te lo mereces, bien que me cagaste también, hijo de puta, pero esa sensación de como decirlo...satisfacción que sentí al principio, por devolverte el favor, algo así como una venganza, ya se me paso, nunca te hubiera cagado, solo por venganza, eso es miserable, además me habría sentido como una puta, usar mi cuerpo, solo para hacerte sentir mal a vos, además sería darte más importancia de la que tenés, ya que amor, no te tengo, antes de enterarme de que era cornuda, todavía te quería, no como a los 20, pero si pensaba seguir con vos el resto de mi vida, pero después, no, solo estoy esperando que se críen los chicos, para que cada uno agarre por su lado.
¿Ya sabrás qué sos cornudo?
Tal vez no, o yo no lo noto, seguís portándote igual de indiferente, o condescendiente, fingiendo que me oís cuando te hablo, y contestándome con monosílabos.

Se manoseo y cacheteó varias veces el pene, hasta conseguir un erección, ya que sabia que los sábados era el día que a Silvina, le gustaba hacer el amor.
Mierda, ya voy a tener que empezar a tomar Viagra, algún día iba a tener que ser, ya no soy un pibe, al contrario, estoy más cerca de ser un viejo.
Qué porquería la vejez.
Se acerco hasta la cama, donde Silvina, lo esperaba.
No me imagino cogiendo dentro de 20 años, cuando nos cuelgue todo, no sé, ser´superficialidad o qué se yo, pero ¿para que juntar colgajos?
Los que tienen sexo a esa edad, será por capricho, o porque se aman mucho, pero yo lo siento Silvina, a vos no te amo, te quiero si, pero amor no, bah, me hago el rompe corazones, como si yo fuera el hombre de su vida. 
Además a esa edad, es forzar las cosas, bah para mí lo es, para cada cosa hay una edad.
 

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