sábado, 6 de septiembre de 2014

Adiós a una vida /32)

Sueños, no sirven para nada, por lo menos a mí no me han servido...
Igual, ser una escéptica no sirve de mucho, ya que no es como algunos creen, que se superan los sueños, y se está más allá, no, lo qué te compaña, lo qué se siente, bah por lo menos lo qué yo siento, es amargura.
Debería aprovechar y hacer algo cuando me jubile, aunque no sé qué, todo lo qué quisiera haber hecho, lo veo hoy irrealizable.
Tal vez si fuera más inmadura como Delia, qué mierda que soy, ya me creo superior a ella, cuando en el fondo, no hemos tenido vidas muy diferente que digamos, pero ella cada cosa qué empieza lo hace con ilusión, como una adolescente, yo no, yo ya estoy pensando qué eso se va a frustrar, en el fondo, las 2 nos equivocamos, lo mejor sería el termino medio, pero así no somos, y no creo qué ningún de las 2 vayamos a cambiar.
En el fondo mi problema es que me sobra tiempo, y me faltan ganas.

Hice bien en aceptar.
Me despierta a la mañana, me deja la ropa de trabajo sobre la silla, el desayuno está preparado y ella esperando para servir el café, luego cuando llegó me descalza y me masajea los pies, me trae algo para tomar, en el fondo la pobre tiene alma de perro fiel, al principio casi quise decirle qué no necesito tantas atenciones, pero medio que se ofendió, así qué si ella está contenta de esa manera, para qué se lo voy a impedir.

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