domingo, 27 de abril de 2014

Adiós a una vida /13)

Los dos ventiladores del salón, estaban al máximo, mientras los chicos estaban con la cabeza inclinada escribiendo las respuestas de la última prueba, Mariana pasaba por sus pupitres, de una pared hasta la otra, observando y asegurándose de que no se copiaran ni tuvieran ningún machete, aunque más lo hacia para sentir mejor el viento que echaban las aletas de los ventiladores, ya que a su escritorio, no llegaba ni brisa de los mismos.
1 año para jubilarme, y cuando estudie estaba tan entusiasmada, licenciada en historia, ya me veía o escribiendo libros de revisionistas, o en algún ministerio, como si las cosas fueran tan fáciles, y cualquiera llegara, cualquiera llega, pero con acomodo, como a todos lados.
Lindas pretensiones, me queme las pestañas para qué? para que estos pendejos ni me miren, ya no digo que me escuchen, pero por lo menos que mantengan la vista hacia mi lado para que parezca que si, por respeto aunque sea, pero no, les importa un carajo lo que digo, si no les importa lo que les dicen los padres, menos lo que les digo yo.
Miro el reloj, faltaban pocos minutos para que sonara el timbre del recreo, les dijo a los alumnos que le fueran entregando las hojas, estos lo hicieron, por la cara de la mayoría, parecía que iban a desaprobar, a ella no le importaba, cuando rindieran, supieran o no , los aprobaría igual, no quería aguantar a ningún padre molestándola porque su hijo había repetido por culpa de ella, así había oído que se lo decían a otra profesora, y ella se prometió a sí misma, que no pasaría por eso, ya que los padres preferían achacarle el mal desempeño de sus hijos a los profesores, en vez de mirarse el ombligo, pues ella iba ha hacer lo mismo, los aprobaría, hubiera estudiado mucho o nada.
Espero a que todos los chicos se fueran ido, tomó las pruebas, la cartera, y se metió en su auto, buscó entre sus contactos a Delia y marco.
-Hola, her, lo pensé, y si, me voy con ustedes.

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