Gabriel la miro entre sorprendido e irónico.
-Ah, y por qué?
-Mis motivos no importan, vos no querés que esto se sepa, y te estoy dando la posibilidad de que así sea, la aceptar o asumís las consecuencias, elegí.
-Está bien, cuando anunciamos nuestro compromiso.
-Mañana, más o menos a ésta hora.
-Y donde te encuentro?
-Ve a este lugar.
Lorenzo le dio un pequeño papel con una dirección.
-Quieres que consiga las alianzas?
-No, yo te las daré, nos vemos mañana, sin falta, no te olvides de anunciar el vento a tu familia y de vestir acorde.
-Claro.
Laura, trataba de mentalizarse ese nombre, y acostumbrarse que era el suyo, se coloco un vestido azul, muy bello, y llego al lugar pautado, ahí estaba Gabriel esperándola, de gala también.
-Estás hermosa.
-Gracias, igual no necesitas elogiarme.
Diviso la casa, otra vez esa ca, aunque sentía que otra persona era la que la miraba ahora, comenzaba su venganza, ese día volvería a ver a Armando y a Victoria.
Sus hijos ya estaban arreglados, Sandra la mayor, con su vestido blanco, y los mellizos con sus trajes color café.
Ella también estaba arreglada, aunque nunca se había sentido linda, cruzada de brazos esperaba que llegar Roberto, mientras las agujas del reloj pasaban, ella no dejaba de pensar que lo había amado, era tan lindo, tan caballero, puro oropel, hasta demostrarle no ser más que un haragán, alcohólico y sobre todo miserable, parte de ese amor se había transformado en indiferencia y a veces en odio, pero a pesar de todo, una parte de ella lo seguía amando.
Roberto llego, la resaca se le notaba a la distancia, su caminar era atropellado, y al acercarse su olor a alcohol más, Isabel hizo que le subiera un café bien cargado, y le dijo que por favor fuera a ducharse, él lo hizo de mala gana.
Al volver estaba como si nada hubiera pasado, con una gran sonrisa y de gala, Isabel pensó en lo bien que mentir y cubrirse.
Liliana se probo varios vestido, ninguno la satisfacía, aunque todos le quedaba bien, se decidió por el más coservador, y guardo el más provocativo, soltando una carcajada.
Victoria se coloco al pie de la escalera, todo estaban ubicados al rededor de ella, esperando la noticia que tenia que darles Gabriel.
Armando se puso al lado de Victoria.
Gabriel y Laura entraron.
-Mamá, papá, familia, el motivo de esta reunión es para anunciarles mi compromiso con ésta hermosa mujer.
-Ah, y por qué?
-Mis motivos no importan, vos no querés que esto se sepa, y te estoy dando la posibilidad de que así sea, la aceptar o asumís las consecuencias, elegí.
-Está bien, cuando anunciamos nuestro compromiso.
-Mañana, más o menos a ésta hora.
-Y donde te encuentro?
-Ve a este lugar.
Lorenzo le dio un pequeño papel con una dirección.
-Quieres que consiga las alianzas?
-No, yo te las daré, nos vemos mañana, sin falta, no te olvides de anunciar el vento a tu familia y de vestir acorde.
-Claro.
Laura, trataba de mentalizarse ese nombre, y acostumbrarse que era el suyo, se coloco un vestido azul, muy bello, y llego al lugar pautado, ahí estaba Gabriel esperándola, de gala también.
-Estás hermosa.
-Gracias, igual no necesitas elogiarme.
Diviso la casa, otra vez esa ca, aunque sentía que otra persona era la que la miraba ahora, comenzaba su venganza, ese día volvería a ver a Armando y a Victoria.
Sus hijos ya estaban arreglados, Sandra la mayor, con su vestido blanco, y los mellizos con sus trajes color café.
Ella también estaba arreglada, aunque nunca se había sentido linda, cruzada de brazos esperaba que llegar Roberto, mientras las agujas del reloj pasaban, ella no dejaba de pensar que lo había amado, era tan lindo, tan caballero, puro oropel, hasta demostrarle no ser más que un haragán, alcohólico y sobre todo miserable, parte de ese amor se había transformado en indiferencia y a veces en odio, pero a pesar de todo, una parte de ella lo seguía amando.
Roberto llego, la resaca se le notaba a la distancia, su caminar era atropellado, y al acercarse su olor a alcohol más, Isabel hizo que le subiera un café bien cargado, y le dijo que por favor fuera a ducharse, él lo hizo de mala gana.
Al volver estaba como si nada hubiera pasado, con una gran sonrisa y de gala, Isabel pensó en lo bien que mentir y cubrirse.
Liliana se probo varios vestido, ninguno la satisfacía, aunque todos le quedaba bien, se decidió por el más coservador, y guardo el más provocativo, soltando una carcajada.
Victoria se coloco al pie de la escalera, todo estaban ubicados al rededor de ella, esperando la noticia que tenia que darles Gabriel.
Armando se puso al lado de Victoria.
Gabriel y Laura entraron.
-Mamá, papá, familia, el motivo de esta reunión es para anunciarles mi compromiso con ésta hermosa mujer.
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