Había empezado diferentes carreras pero de ninguna llegó a completar un trimestre. No lograba concentrarse, seguir una rutina, estar sentado un par de horas escuchando o anotando lo que decían los profesores.
Por un tiempo se frustró y amargó al sentir que jamas iba a poder terminar una carrera. Le agarró ansiedad y depresión, incluso empezó a ver un psicólogo. Este le hizo preguntas de su familia, su infancia, su trabajo. Le gustaba hablar si tener que formar un vinculo afectivo con esa persona, ni escuchar sus problemas, claro que para eso le pagaba, pero consideraba que valía la pena, era una forma de hacer catarsis. El terapeuta le sugirió ciertas técnicas como anotar lo que le molestaba, sopesar los pros y los contras de seguir una carrera y ver cuál pesaba más. Los contras eran mucho menores que los pros pero igual decidió no seguir una carrera, e invertir lo que ganara en la bolsa.
sábado, 21 de noviembre de 2020
El oficio de Manuel /9)
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