sábado, 14 de abril de 2018

Encrucijadas de la vida /34)

Cuando el vídeo terminó, Elisabeth, miró a Benjamín y sus miradas se cruzaron por unos pocos segundos, hasta que él bajó la suya.
"Mi príncipe", un inseguro, oportunista, hipócrita, homosexual reprimido.
Si lo escupo, lo cacheteo, lo insulto, todos los mierdas de periodistas se van a quedar solo con esa imagen, y no con lo importante, no, que pasen el vídeo hasta que la noticia aburra, canse, fastidie, ese será mi verdadero golpe, mi reivindicación, ja, qué ridícula suena esa palabra, qué ridículo todo, qué patético, qué mierda.
Caminó por la alfombra roja, sin ver, ni escuchar  todos los invitados, periodistas, caramarógrafos, y demás que la rodeaban, fue hasta el auto que se suponía los llevaría a los 2 hasta el hotel donde pasarían la noche de bodas, le pidió al chófer que fuera hasta su departamento.
Una vez dentro, se descalzó, se quitó el vestido, la ropa interior, con cuidado se desarmó el peinado, se puso una bata de satén blanca, y escuchó música, no quería oír palabras solo sonidos fuertes que de alguna forma la hicieran no pensar, por lo que puso música clásica, y dejó que está le evocara imágenes de mar, praderas, bosques, lagos iluminados por la luna o el sol del atardecer.




No hay comentarios:

Publicar un comentario