sábado, 3 de marzo de 2018

Encrucijadas de la vida /28)

Un lugar pequeño, con un patio mínimo, que apenas le alcanzaba para tender la ropa, y eso solo si no tenía que lavar sabanas, cosa que si hacía, tenía que esperar a que éstas se secaran para poder tender el pantalón, la remera, las medias y el calzoncillo.
No podía tener plantas allí, pero era el lugar que podía pagarse.
Jorge empezó a buscar algún hobby que fuera por él, descartó varios, no había muchas cosas que le despertaran el interés, intentó algunas, armar barcos en miniatura dentro de botellas, pero se aburrió y frustró mucho al intentarlo con el primero, además consideró muy alto el precio del mismo, y al final terminó pagándole a un relojero para que se lo armara, ya que no tenía suficientes cajones como para guardar la botella y el resto de los materiales, así que por lo menos tendría ese barco de adorno.
Luego intentó armar rompe cabezas, pero no pasó del primero, crucigramas, lo mismo.
Un compañero de trabajo le sugirió que se comprará una laptop, todo el mundo tenía una, bueno en su casa había llegado a había llegado a haber 3, cuando Benjamín venía de vez en cuando y traía la suya, más la de Laura y la de Sofia, una cada una, recordaba que le había regalado una a su hija, para que dejará de ser un conflicto entre madre e hija quien usaba la laptop, él apenas si había estado frente a una, siempre la había considerado motivo de conflicto en su casa, además la veía como algo alienante, pero ahora que estaba solo decidió probar, sabía que ahí había de todo, que se podía escuchar música, leer diarios, hacer cursos, lo que se quisiera, pero sobre todo poder pasar el rato, entretenerse, si no encontraba en google algo que le generara interés, es que no existía.


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