sábado, 22 de agosto de 2015

Victima Victimaria /20)

Cruzaba y descruzaba las manos, dando vueltas por todo el comedor, luego iba y venia por el pasillo, hasta que no aguanto más, y entró a la habitación de Martín.
Una vez dentro, buscó el bolso de este, lo encontró bajo la cama, lleno de la típica peluca gris que se acumula en todos los espacios donde no se pasa la escoba o el trapo de piso.
Magdalena levantó violentamente el bolso, dio unos manotazos sobre el para quitar la peluca, y empezó a abrir rápidamente los cajones del ropero, hasta que este quedó vacío, y el bolso lleno.
Después de cerrar el bolso, se sentó un momento al lado de este, se llevó las manos a la cara, y suspiro.
Se levanto de la cama,  tomó el bolso, lo dejó en el living, enfrente de la puerta de entrada, fue hasta su habitación, y tomó la cachiporra.
Fue nueva,mente al living, y se sentó sosteniendo la cachiporra con las 2 manos, dándola vuelta, manipulándola de varias formas, para tratar de liberar tensión, y hacer que la espera se hiciera más corta.
Se quedó inmóvil por 1 segundo, al escuchar la llave sobre la cerradura, cuando vio que el picaporte se giraba, agarró con la mano derecha la manija del bolso, y lo tiro a los pies de Martín, ni bien paso la puerta.
-Andate de acá, y no vuelvas nunca más.
Magdalena lo dijo casi gritando, al borde de la histeria. 
Martín hizo un ademan como queriendo agarrar la manija del bolso, pero en realidad cerró su puño y se dirigió a Magdalena, esta lñevanto la cachiporra y trato de golpearle con ella la frente, pero Martín adivinó el golpe, y sostuvo la cachiporra con una mano, mientras con la otra le daba una trompada en el estomago a Magdalena.
Magdalena sintió un fuertísimo dolor, pero se dijo que no podía soltar la cachiporra, porque si no pensó, terminaría muerta.
Por eso se aferro a ésta e igual Martín, parecían 2 perros peleando por una presa, el golpe le seguía escociendo y ahogándola, sumado al esfuerza, apenas podía respirar, pero seguía aferrando y tironeando de la cachiporra.
Las uñas, se dijo, y soltó un momento la cachiporra para clavarle las uñas a Martín en la mano con la cuál este sostenia la cachiporra, haciendo que como pensaba, la soltara inmediatamente, en ese momento ella la agarro, y ésta vez si se la descargo sobre la frnete, aturdiendo inmediatamente  Martín, aunque no lo suficiente como para dejarlo inconsciente como Magdalena esperaba.
Martín sin nada que perder, y sabiendo que erala única forma de ganar, se abalanzo sobre ella, cayendo los 2 al suelo, una vez allí, se arrodillo sobre ella, golpeo sus nudillos hasta que logró que hacerse con la cachiporra, y tirarla lejos, luego le dio una trompada a su Magdalena en la mandíbula, y la pateo un par de veces.
Pensó en matarla, en buscar la cachiporra y romperle la cabeza.
No, esta hija de puta no merece que me convierta en un asesino.
Agarro el bolso, se puso la manija al hombro, y salió.






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