sábado, 10 de enero de 2015

La calle de los inesperado /11)

Odiaba la incertidumbre a la que se veía sometida, sentía como si desde que Damian se instalará en la ciudad, tuviera una bomba adherida a su cuerpo, sin saber en qué momento está estallaría.
Tengo que sacarmelo de encima como sea.
La única forma, es hacer que la vieja Ines, lo saque por sus propios medios, pero no me va a creer nada, además ni loca se lo digo cara a cara, el hijo de puta de Damian, es capaz de matarme.
Por telefono, no, porque ni sé cuál es su número de celular, y si se lo pido a alguna de las viejas que cuida, me van a decir, que se lo pregunte a ella, la única que me queda, es tirarle un anónimo por debajo de la puerta, y esperar que ningún vecino me vea hacerlo.
Qué le escribo, ah ya sé.
Cuídate de Damian, es peligroso, odia a la mujeres.
Imprimió el mensaje, y a la madrugada, camino hasta la puerta de la casa de Ines.
La vieja le va a contar todo a Damian, y este se va a poner más pesado de lo que está, pero es la única que me queda, aunque sea un clavo ardiendo, tengo que hacer la prueba.
La paso por debajo de la puerta, y salió corriendo.

Una mezcla de sensaciones la embargo al leer las pocas palabras escritas en el anónimo, frustración, furia, curiosidad y negación, esta última, era la más fuerte.
Seguro que es una tipa despechada, que se calentó con Damian, y este la mando a la mierda, pero quién, con quién ha hablado...Lara, no, no puede ser ella, tampoco voy a ser tan idiota como para creer que Damian va a rechazar a una mujer como esa, por mí, y si lo escribió ella, es  verdad qué Damian es un loco de mierda. 

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