domingo, 19 de enero de 2014

El arribo de Laura /30)

Después de que se alejaran del edificio en ruinas donde la tenían secuestrada, Silvina decidió tomar un taxi, y le pidió a Ignacio que la acompañara.
-Te juro que si lo haces no solo quedaras libre de cualquier cargo, también te voy a dar bastante plata.
-Está bien.
Fueron hasta el diario, y después que sus tíos, y su padre, la recibieran con besos, abrazos, y llanto, se dirigieron hasta la comisaria que estaba llevando el caso de la desapareción, y en el Ignacio Correas, declaro todo lo que sabía.
Esa misma noche, a pesar de que todos le aconsejaron y hasta le rogaron que no lo hiciera, fue a encontrarse con Victoria, ahora estaba frente a frente con ella, ambas se miraban de forma desafiante.
-Te tendría que haber matado.
-Lo intentaste, pero fallaste, como fallaste en tantas otras cosas a lo largo de tu patética vida, como esposa, como madre, como todo, si no sintiera tanto odio por vos, hasta  me provocarias lastima.
-Una puta se cree con derecho a sentir lastima de mí, buen reflejo de estos tiempos.
-Si, buen reflejo de que las cosas han cambiado, es que tu marido va a terminar preso por el resto de su vida, y vos, también.
-Puede ser, pero vos nunca serás feliz, siempre vas a recordar todo, y nunca dejaras de ser una putita hija de otra, dos basuras que no valen nada, lo que importa son los origines...
-Ah, cierto que a las mierdas clasistas como vos todas esas pavadas les importan más que todo, no importa si alguien es un violador o un asesino, sino que tenga clase, apellido, sangre patricia y demás idioteces.
-El pasado no es ninguna idiotez, es de donde venimos, y vos te vas a dar cuenta que a pesar de cagarnos la vida, la tuya no cambiara.
-La mía ya cambio, yo renací, depsués de lo que el hijo de puta de Armando me hizo.
-Si, claro, pero tu memoria no, seguirás siempre recordando tus orígenes y todo lo que te trajo hasta acá, y desearas haber muerto desangrada en ese hotel.
-Piensa lo que quieras, después de todo, el tiempo te va a sobrar para hacerlo en la cárcel,pobrecita, la gran señora, no será más que una presidiaría más, porque me encargare que no tengas ningún tipo de privilegio, así que acostumbrate al delantal gris, y los zapatos sin taco, por el resto de tu vida.
Después de decir la última frase, Laura le sonrió a Victoria, abrió la puerta de la habitación de ésta, e hizo pasar a los policías que estaban esperando detrás de la misma, estos esposaron a Victoria y se la llevaron.

Al llegar abajo, en la puerta, se encontró con Liliana.
-Qué haces acá?
-Esta también es mi casa.
-Sos un cuervo, ya sé que no te importa, pero para mi estas muerta.
-Es verdad, ya no me importa, lo que vos o papa sientan por mí, porque para mí ustedes también están muertos.
 Después de que el coche patrulla se llevara a Victoria, Laura bajo, y se encontró con Liliana, ninguna de las 2 tenían nada que decirse, ni les interesaba tratarse con la otra, por lo que desviaron sus miradas al instante.
Lialiana se fue a la que había sido su habitación y se encontró con que la misma estaba desnuda, ya no estaban los cuadros, no la cama, ni nada, era un cuarto vacio, sintió cierto dolor en el estomago, y también lloró un momento, pero enseguida se corrió las lágrimas.
Bajo, y se encontró con la mucama.
-Beatriz, por favor, cuando vuelva Manuel, dale este papel, por favor.
-Claro.
Y se fue de la casa.
Diego había tratado de permanecer activo desde que Liliana se fuera, aunque todas las cosas que intentaba realizar, se frustraban por la torpeza con que las desempeñaba, al estar pendiente constantemente del reloj, cada minuto pesaba como plomo, y sentía que la aguja tardaba cada vez más en dar toda la vuelta.
Al final se dio por vencido, se sentó, y espero.
Cuando vio entrar por la puerta de nuevo a Lilana, otra ansiedad lo embargo, si volvía tan pronto, lo más probable era que hubiera decidido volver a su casa.
Por lo que no salio a su encuentro, y espero que ella llegara hasta la mesa donde él estaba, y se sentara en la silla que estaba frente a él.
-Qué decidiste?
-Vi mi habitación...bah la que era mi habitación, y ya no hay nada,  es como si nunca hubiera estado ahí, seguramente tiraron todas mis cosas o las quemaron, te das cuenta, mi familia me borro, es peor que si hubiera muerto, para ellos, es como si nunca hubiera existido.
-Por ahí para tus padres, pero y tus hermanos.
-Isabel me odia, y la verdades que no quiero tener tratos con ella, nunca podríamos superar nuestras diferencias, a Gustavo lo echaron también, pero si no me busco, es porque no le intereso, y él tampoco a mí, le deje el teléfono de mi departamento a la mucama, para que se lo diera a Manuel, siempre fue con quien mejor me lleve, igual y tratandose de mi familia, eso no es mucho decir, y estoy segura que esta enamorado de esa mujer, Laura o como se llame, y yo con ella no quiero tener nada que ver.
A Diego se le dibujo una sonrisa en su rostro.
-Entonces, te quedas.
-Diego, me gusta lo que estamos empezando, pero, mi familia va a estar en el ojo de la tormenta por mucho tiempo, mi apellido y tarde o temprano van a llegar los medios acá y a empezar a joder, y yo no quiero que ellos decidan mi vida, y menos que te jodan a vos, por eso, decidí irme a Estados Unidos, quiero probar suerte allá, probablemente me vaya pésimo, pero es un gusto que quiero darme, saber si puedo triunfar como actriz o no.
-Yo me voy con vos.
-Qué, estás loco, no sabes lo que decís.
-Si lo sé, no dicen que esa es la tierra de las oportunidades.
-Del dicho al hecho...
-Bueno, seamos positivos.
-Te parece que tengo motivos para serlo?
-Vos no, pero yo si, de la nada logre convertirme en el dueño de un bar en la Capital Federal, para vos quizás no sea nada, pero para mí eso es mucho, y si pude empezar desde 0 una vez, puedo hacerlo otra.

No sabia donde esconderse, la policía lo buscaba, acababa de salir del crematorio y dado ordenes de que dejaran las cenizas en la casa de los padres de Francisco, cuando al encender la radio de su auto, escucho que la policía lo buscaba.
Soy un profugo, se dijo, y decidió que no se entregaría, que prefería la muerte, pero que antes mataría a Laura.
Fue hasta la redacción, donde se imagino que esta estaría, en la puerta se encontró como suponía con 2 policías, espero que esta subiera al auto con sus parientes, y se fuera a la casa de su tío, allí, también había custodia, supo que lo mejor era esperar, miro cuantas colillas de cigarrillo dejaban caer desde las ventanillas los 2 agentes, las contó, eran 20, al ver que ya no encendían ningún otro cigarrillo, vio que uno de ellos de maal gana se bajaba del coche, y se alejaba, presumiblemente a comprara potra caja, mientras que el agente que se había quedado, aprovechaba para dar una cabezada, en ese momento, Armando corrió hasta la pared que dividía la casa de Laura, la salto, paso por un largo jardín, se acerco a la puerta de la cocina, y puso la cara contra la misma, escucho cuando la cocinera se alejaba, y se metió en ella, luego subió por las escaleras de servicio, llego a un pasillo, había varias habitaciones, recorrió 3, hasta dar con la de Laura, lo supo por encontrar un porta retratos con su foto sobre la cómoda, entro, y se escondió en el baño de la habitación.
A los pocos minutos entro Laura, se saco los zapatos, las medias, la chaqueta, y se sentó en el banco aterciopelado que tenia frente a la cómoda, se miro en el espejo ovalado que estaba encima de la misma, se quito los aros, uno de ellos resbalo, y se cayó bajo la cama, ella se arrodillo, paso la mano por debajo de la misma, hasta tocarlo, y cuando lo agarro y se estaba levantando, vio que algo pasaba veloz por delante de sus ojos, y que luego no pod´ñia respirar, Laura como pudo trato de hacerse para atrás, pero el hombre era más fuerte, cuando logro mirar por el espejo, reconoció a Armando, este con el rostro tenso y rojo de ira, sostenía una corbata que era lo con lo que la estaba intentando ahorcar, ella trato de acercar un poco su cuerpo a la cómoda, lo logro y agarro el portar retratos, y como pudo lo lanzo para atrás, dio en la cabeza de Armando, e inmediatamente sintió como dejaba de sentir la presión bajo su cuello, trató de gritar, pero apenas le salio un susurro, entonces tomo uno de los frascos de perfume que había sobre la cómoda, y lo dio contra el espejo, ambos se rompieron, provocando un estruendoso ruido.

En ese momento, Manuel acababa de entrar a la casa, desde que escuchara las noticias, había decidido pasar por la casa de Laura, necesitaba hablar con ella, aunque fuera por última vez, cuando al acercarse a la misma, vio el auto de su padre, estacionado a una cuadra de distancia, medio escondido bajo la sombra de un roble.
Acelero el auto, y al minuto estaba tocando la puerta, cuando le abrieron, se oyó el ruido de vidrios rotos de arriba, todos se sorprendieron, Manuel fue el primero en salir corriendo hasta la misma.
cuando abrió se encontró a Laura y su padre a solo 1 metro de distancia entre si, ella sostenía un trozo de vidrio y su padre otro, con los cuales se amenazan mutuamente, las manos de ambos estaban repletas de sangre, de la cuál parecían no ser conscientes.
Laura al verlo entrar, se distrajo un momento, que Armando aprovecho, para quitarle el trozo de vidrio, y amenazarla con el que el tenia, colocándole la punta en la yugular.











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