domingo, 12 de enero de 2014

El arribo de Laura /29)

El estar atada por tantas horas y sin movimiento, le había dejado como consecuencia, fuertes calambres, se sentía aturdida y débil.
Ignacio miro a Silvina, parecía que en cualquier momento se moriría, no quería correr riesgo, había visto su foto debajo de las notas del diario de mayor tirada del país.
Si ésta se muere, a nosotros nos darán perpetua, si no nos matan antes.
Sabia que el gobierno estaba a punto de caer, y que seguramente la persona que los había contratado era el mismísimo presidente, pero este caería, era obvio, todos los decían, no ganaría las elecciones y tendría suerte de salir segundo.
Era arriesgado, pero sintió que era lo único que podía hacer para salvarse de pasar varios años en la cárcel.
Se acerco hasta donde estaba Silvina, y le hablo al oído.
-Escuchame, te voy a soltar, y nos vamos a ir de acá, no digas nada cuando se saque la mordaza.
Silvina asintió con la cabeza.
Ignacio torpemente fue desatándola, quitándole la mordaza y la venda de los ojos.

Sus padres eran capaces de secuestrar y hasta de matar, eso Manuel no lo dudaba, aunque igual se sentía impotente, sabia que ni Victoria, ni Armando, le dirían nada por más que los enfrentara.
Lo embargaron la furia y la frustración.
En ese momento, supo que lo único que le quedaba era seguir a su padre cuando este saliera, no creía que fuera a donde se tuviera cautiva a Laura, pero era muy posible que se encontrara con uno de los secuestradores.
Llgo a la casa, con todo el plan, formado en su cabeza, cuando la mucama lo recibió, estaba tensa, retorciendo sus manos sobre el delantal.
-Qué pasa?
-Su...hermana, la señora Isabel, sufrió un ...accidente, esta muy grave.
Le pidió entre gritos a la mujer que le diera el nombre del hospital, donde Isabel había sido trasladada, y se dirigió hasta allí.

La mayor parte de su cuerpo, estaba enyesado, o vendado,  el medico se acerco hasta Isabel, le abrió los parpados con sus dedos y paso una luz sobre ellos.
Luego salio de la habitación, antes de que Victoria, Armando, y los chicos, preguntaran, el doctor, hablo:
-Afortunadamente, sus pupilas reaccionan a la luz, lo cuál significa, que está evolucionando.
Todos suspiraron y le agredicieron al doctor.
Francisco murió pocos minutos más tarde, los chicos a pesar de los maltratos, y el miedo que le profesaban, lo querían, y al enterarse de su fallecimiento, los 3 comenzaron a llorar.
Cuando llego Manuel, se acercaron a él, que trato de contenerlos, los abrazo, y le dijo que todo estaría bien, sentía sus palabras vacías, pero, no se le ocurría nadas mejor que decirles.
Al ver a su madre, Manuel  pensó al instante en el secuestro de Laura, y sintió fuertes deseos de encararla, y gritarle hasta que le dijera que había hecho con ella, pero se contuvo, sobre todo por respeto a sus sobrinos.
Armando se había ido a preparar los tramites para el velorio y posterior entierro de Francisco.
Manuel se acerco hasta donde estaba su madre, apoyada contra la pared, mirando fijamente hacia la puerta detrás de la cuál se encontraba Isabel.
-Mamá, porque no vas a casa, con los chicos, yo me quedo.
Victoria se mostró contrariada, pero enseguida asintió.
-Está bien.
Se fue con los chico, y él se quedó, confundido y angustiado.

En el barco, comenzo a componer, pidió estar en el salón donde curiosamente había un piano, aunque viejo, sus teclas estaban intactas, disfrutaba tanto oír cada una de ella, y lograr arrancarle melodías, que nada más importaba, esa era su razón de ser, de existir, pensó Gustavo con una sonrisa.

Quedo impertérrita durante un minuto sin saber como reaccionar, que decir o que postura mostrar, la conmovía lo que le había sucedido a su hermana, aunque esta la había despreciado, y su relación nunca volvería a ser cercana, recordaba algunos pocos instantes cuando ella era una niña pequeña, e Isabel la sostenía sobre sus brazos, sonriendole, pero el resto de su relación estaba repleta de envidias y resentimientos por ambas partes, no sentía tristeza por lo ocurrido, pero si la impactaba, y además lo de Laura, estaba segura que su familia estaba detrás de ese secuestro, le daban asco todos ellos.
Qué hago, me olvido para siempre de donde salí, hago una vida completamente alejada de todos ellos, o los enfrento?
Se levanto de la silla, miro a Diego, y le dijo que mañana debía irse, Diego le pregunto por cuanto tiempo, si era cuestión de horas, días o si se iba para siempre.
-Volveré.
Fue toda la respuesta que consiguió de ella, sobre el tema.

Dos coches de la policía, uno delante y otro detrás escoltaron a Victoria y a sus nietos, hasta la casa, en la puerta estaba agolpados los periodistas con sus cámaras fotográfica,s y hasta había una de cine, Victoria se sorprendió sorbe todo al ver esta última, pero luego recordó los noticieros semanales que se pasaban en los cines, antes de las películas.
Le daba asco que todo lo que estaba pasando se convirtiera en un circo, para el entretenimiento de las masas, sintió como el asombro,el miedo, y la incertidumbre que había sentido al saber que Isabel había estado a punto de morir, se convertía de nuevo en odio hacia Laura.
Ella provoco todo esto, ella, pero lo estas pagando inmundicia, y lo seguirás haciendo.
El auto se dirigió hasta el garaje, donde esperaron a cerrar la puerta, para que los chicos y luego ella pudieran bajar.
Hizo que estos se bañaran., se cambiaran, cenaran y se acostaran.
Ella después de bañarse, comió solo para que los chicos repitieran su ejemplo.
Se fue a su habitación, no se desvistió, ni hizo nada, solo se sentó al borde de la cama.
Cunado sintió que alguien movía el picaporte y entraba en su cuarto, Victoria se sorprendió e irrito, ya que nadie nunca entraba a su habitación sin antes tocar la puerta, aunque trato de que no se le notara el enojo, cuando se dio cuenta de que podía tratarse de que uno de sus sobrinos, hubiera sufrido una pesadilla, o no pudiera haberse dormido, y fuera a verla buscando consuelo.
Pero del otro lado de la puerta, no se encontraban ninguno de sus 3 sobrino, sino a Laura.
Victoria que ya desde que escuchara el picaporte, se había puesto en pie, se puso rígida, y casi grito.
-Qué haces aquí?
-Vengo a terminar de arruinarte la vida.
Las 2 mujeres se miraron, el odio que veían una reflejado en los ojos de la otra, era idéntico.






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