Al entrar en la habitación, tomo verdadera consciencia de como estaba vestido, peinado, y calzado, nada de eso tenia algo que ver con él, o con lo que era él.
Ay mamá, vos soñabas con que fuera un abogado, o algún profesional importante...fui tu preferido, y el que más te decepciono también.
Pidió champán, lo bebió, se durmió vestido y sobre la colcha, cuando despertó, se sentó sobre la cama, se miro al espejo estaba despeinado y pálido, se peino, se puso el saco, y salio, ya fuera del hotel, volvió al pequeño y barato de Palermo, busco en su bolso y saco el arma, se fue hasta la puerta del edificio donde solían vivir, se sentó en el escalón de mármol, saco el arma, y se disparo.
No lo velaron, lo enterraron en el cementerio de Capital, a pesar de que tuvo que gastar parte de sus ahorros en ello, igual les dijo a Sebastian y a Gabriela que se los descontaría cuando vendieran la casa, ella se haría cargo de la tercera parte, pero el resto lo pagarían ellos.
Al regresar a la ciudad, Gabriela y Sebastian le dijeron que ellos se irían cuando se vendiera la casa, ellos se comprarían algo allí, que si podía hablar con la de la inmobiliaria y ver que les ofrecía por la plata que a ellos les tocaba.
Cuando Mercedes llamo a la inmobiliaria, esta le dijo que estaba por llamarla, ya que había encontrado comprador.
Ay mamá, vos soñabas con que fuera un abogado, o algún profesional importante...fui tu preferido, y el que más te decepciono también.
Pidió champán, lo bebió, se durmió vestido y sobre la colcha, cuando despertó, se sentó sobre la cama, se miro al espejo estaba despeinado y pálido, se peino, se puso el saco, y salio, ya fuera del hotel, volvió al pequeño y barato de Palermo, busco en su bolso y saco el arma, se fue hasta la puerta del edificio donde solían vivir, se sentó en el escalón de mármol, saco el arma, y se disparo.
No lo velaron, lo enterraron en el cementerio de Capital, a pesar de que tuvo que gastar parte de sus ahorros en ello, igual les dijo a Sebastian y a Gabriela que se los descontaría cuando vendieran la casa, ella se haría cargo de la tercera parte, pero el resto lo pagarían ellos.
Al regresar a la ciudad, Gabriela y Sebastian le dijeron que ellos se irían cuando se vendiera la casa, ellos se comprarían algo allí, que si podía hablar con la de la inmobiliaria y ver que les ofrecía por la plata que a ellos les tocaba.
Cuando Mercedes llamo a la inmobiliaria, esta le dijo que estaba por llamarla, ya que había encontrado comprador.
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