Luis abrió la puerta.
-Ustedes no son....
-Si, yo soy Gabriel Mendoza, el hermano de Diego.
-Andrea Regui, hermana de Luciana.
-Ah, y qué quieren.
-Luis por favor, adelante, vengan por acá, qué necesitan
-Mire señora...
-Magdalena, por favor.
-Magdalena, nosotros creemos que no se suicidaron, que fueron asesinados.
-Yo también.
Luis no quiso escuchar más y se fue a la habitación.
-De verdad.
-Si, pero no pensaran que fue alguno de ellos.
-Claro que no, fue, bueno para mi fue Vicente.
-Su propio padre.
-A ese tipo solo le importa la plata, y nada más, si Sebastian sabia algo, y si él pensaba que podía hablar, lo habría hecho.
-No se que decir, y no entiendo en que les puedo ayudar, si solo he visto a ese hombre, en la morgue.
-Mira lo que te voy a pedir es algo muy intimo, pero quisieramos saber que se escribía Daniela con sus amigos, lo que pasa es que Diego y Luciana eran de borrar casi todo, y no hemos podido encontrar nada.
-No, no quiero ver lo que hay, no quiero enterarme de nada más, miren lo único que me queda de mi hija son los recuerdos, y ya bastante distorsionados están, como para que si llego a descubrir algo más, pierda lo poco que todavía tengo de ella, no quiero llegar a odiarla.
No entendía como había sido capaz de decir eso, peor lo había hecho, y no podía decir lo contrario, ni que se había equivocado, entonces prefirió callar.
Andrea se le acerco.
-Mira, te entiendo creeme, a mi también me cuesta ver lo que Luciana verdaderamente era, pero m´s me cuesta saber que su asesino sigue libre.
-Esta bien, pero quiero estar presente, quiero leer todo lo que mi hija escribiera.
Vicente fue hasta la habitación de Sebastian donde se estaba quedando Virginia.
-Esto si que es raro.
-Tenemos que hablar Virginia.
-Si, ya lo creo.
Ambos se quedaron en silencio, mirándose en forma desafiante, odiándose profundamente uno al otro.
-Ustedes no son....
-Si, yo soy Gabriel Mendoza, el hermano de Diego.
-Andrea Regui, hermana de Luciana.
-Ah, y qué quieren.
-Luis por favor, adelante, vengan por acá, qué necesitan
-Mire señora...
-Magdalena, por favor.
-Magdalena, nosotros creemos que no se suicidaron, que fueron asesinados.
-Yo también.
Luis no quiso escuchar más y se fue a la habitación.
-De verdad.
-Si, pero no pensaran que fue alguno de ellos.
-Claro que no, fue, bueno para mi fue Vicente.
-Su propio padre.
-A ese tipo solo le importa la plata, y nada más, si Sebastian sabia algo, y si él pensaba que podía hablar, lo habría hecho.
-No se que decir, y no entiendo en que les puedo ayudar, si solo he visto a ese hombre, en la morgue.
-Mira lo que te voy a pedir es algo muy intimo, pero quisieramos saber que se escribía Daniela con sus amigos, lo que pasa es que Diego y Luciana eran de borrar casi todo, y no hemos podido encontrar nada.
-No, no quiero ver lo que hay, no quiero enterarme de nada más, miren lo único que me queda de mi hija son los recuerdos, y ya bastante distorsionados están, como para que si llego a descubrir algo más, pierda lo poco que todavía tengo de ella, no quiero llegar a odiarla.
No entendía como había sido capaz de decir eso, peor lo había hecho, y no podía decir lo contrario, ni que se había equivocado, entonces prefirió callar.
Andrea se le acerco.
-Mira, te entiendo creeme, a mi también me cuesta ver lo que Luciana verdaderamente era, pero m´s me cuesta saber que su asesino sigue libre.
-Esta bien, pero quiero estar presente, quiero leer todo lo que mi hija escribiera.
Vicente fue hasta la habitación de Sebastian donde se estaba quedando Virginia.
-Esto si que es raro.
-Tenemos que hablar Virginia.
-Si, ya lo creo.
Ambos se quedaron en silencio, mirándose en forma desafiante, odiándose profundamente uno al otro.
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