Quien podía querer asesinar a Luciana, por que, su hermana era rebelde, caprichosa, pero no la creía capaz de chantajear a alguien, o humillar aunque cada vez estaba menos segura de ello.
-Algo paso en el barco.
-Es obvio, peor no fue por lo que paso ahí que terminaorn muertos.
-Por que no.
-Por que no fue un asesinato espontáneo, sino los hubieran baleado o apuñalado, no envenenado.
-Parece que no te interesara la muerte de tu hermano, lo tomas como si fuera una investigación más.
-Lo voy a llorar cuando sepa quien lo mato y el asesino se este fundiendo en la cárcel, no antes.
-Y si nunca lo atrapan.
-Lo harán.
-Si hubiera sido Vicente les habría puesto una bomba o los hubiera baleado, no los iba a envenenar.
-Es cierto que le hubiera convenido por que parecería un atentado, pero el ruido podría haber despertado a los demás residentes, además tendría que haber contratado a sicarios, y estos nunca terminan de ser de entera confianza, no algo limpio como el veneno, silencioso, y que cualquiera podría haber hecho, es más pudo ser el mismo, cada vez estoy más seguro que fue el propio Vicente quien lo hizo.
-Es imposible.
-No hay nada imposible, un tipo como ese no quiere a nadie y menos a un hijo que se le revela, ya revisaste los mensajes de tu hermana.
-Mi hermana no guardaba los mensajes, siempre los borraba, solo tenia el último que me envió a mi diciendo que se iba con sus amigos a navegar.
-Diego tiene algunos más pero tampoco era de guardarlos, no he podido revisar su facebook por que cambiaba de contraseña continuamente, y las complicaba cada vez más para que yo no pudiera entrar, tengo un amigo que esta viendo si la puede descubrir, en los mensajes de texto hablaba de un chico un tal Fernando que no se que le habían hecho Sebastian y mi hermano.
Cuando empezó el jardín de infantes sentía cierta abstinencia, le costaba pasarse las horas sin ella, pensar que se podía caer, todavía era tan pequeña, tan frágil, cualquier golpe podría significar algo irremediable.
Magdalena se angustiaba, y a veces hasta lloraba de solo pensar en esa posibilidad, cuando la iba a buscar, regresaba rápido a la casa, la desnudaba la metía al baño y mientras la bañaba la revisaba toda que no tuviera un golpe, un rasguño, o un arañazo, si llegaba a tener uno le preguntaba con una una suavidad fingida que le había pasado, y cuando Daniela se lo decía, ella buscaba el desinfectante y se lo untaba en el pequeño rasguño o raspón que esta tuviera.
Que espera Fernandez para traerme novedades.
Fernandez llego a la hora indicada, aunque Vicente creía que había estado retrasado.
-Bueno no importa que tenes.
-Nada bueno, ya que quien asesino a su hijo y a los demás, es alguien de acá, revisamos las cámaras de seguridad, y nadie entro ni salio.
-Pudo ser una lancha.
-No, los radares hubieran captado el ruido, además en el barco no había nadie más, nadie subió más que los cuatro jóvenes, hasta que usted los encontró usted.
Su marido le parecía miserable, sacar rédito e la muerte de su hijo.
Debería estar muerta como tu hijo, si, juntos todos los calmantes los vertió en su te y se los tomo, Virginia empezó a desvanecerse, sobre la cama de Sebastian.
-Algo paso en el barco.
-Es obvio, peor no fue por lo que paso ahí que terminaorn muertos.
-Por que no.
-Por que no fue un asesinato espontáneo, sino los hubieran baleado o apuñalado, no envenenado.
-Parece que no te interesara la muerte de tu hermano, lo tomas como si fuera una investigación más.
-Lo voy a llorar cuando sepa quien lo mato y el asesino se este fundiendo en la cárcel, no antes.
-Y si nunca lo atrapan.
-Lo harán.
-Si hubiera sido Vicente les habría puesto una bomba o los hubiera baleado, no los iba a envenenar.
-Es cierto que le hubiera convenido por que parecería un atentado, pero el ruido podría haber despertado a los demás residentes, además tendría que haber contratado a sicarios, y estos nunca terminan de ser de entera confianza, no algo limpio como el veneno, silencioso, y que cualquiera podría haber hecho, es más pudo ser el mismo, cada vez estoy más seguro que fue el propio Vicente quien lo hizo.
-Es imposible.
-No hay nada imposible, un tipo como ese no quiere a nadie y menos a un hijo que se le revela, ya revisaste los mensajes de tu hermana.
-Mi hermana no guardaba los mensajes, siempre los borraba, solo tenia el último que me envió a mi diciendo que se iba con sus amigos a navegar.
-Diego tiene algunos más pero tampoco era de guardarlos, no he podido revisar su facebook por que cambiaba de contraseña continuamente, y las complicaba cada vez más para que yo no pudiera entrar, tengo un amigo que esta viendo si la puede descubrir, en los mensajes de texto hablaba de un chico un tal Fernando que no se que le habían hecho Sebastian y mi hermano.
Cuando empezó el jardín de infantes sentía cierta abstinencia, le costaba pasarse las horas sin ella, pensar que se podía caer, todavía era tan pequeña, tan frágil, cualquier golpe podría significar algo irremediable.
Magdalena se angustiaba, y a veces hasta lloraba de solo pensar en esa posibilidad, cuando la iba a buscar, regresaba rápido a la casa, la desnudaba la metía al baño y mientras la bañaba la revisaba toda que no tuviera un golpe, un rasguño, o un arañazo, si llegaba a tener uno le preguntaba con una una suavidad fingida que le había pasado, y cuando Daniela se lo decía, ella buscaba el desinfectante y se lo untaba en el pequeño rasguño o raspón que esta tuviera.
Que espera Fernandez para traerme novedades.
Fernandez llego a la hora indicada, aunque Vicente creía que había estado retrasado.
-Bueno no importa que tenes.
-Nada bueno, ya que quien asesino a su hijo y a los demás, es alguien de acá, revisamos las cámaras de seguridad, y nadie entro ni salio.
-Pudo ser una lancha.
-No, los radares hubieran captado el ruido, además en el barco no había nadie más, nadie subió más que los cuatro jóvenes, hasta que usted los encontró usted.
Su marido le parecía miserable, sacar rédito e la muerte de su hijo.
Debería estar muerta como tu hijo, si, juntos todos los calmantes los vertió en su te y se los tomo, Virginia empezó a desvanecerse, sobre la cama de Sebastian.
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