sábado, 24 de marzo de 2012

Expresiones de mi vida /21) Un domingo diferente.

Ayer domingo, no me aguantaba, con el trabajo me pasa algo raro por que no es que me guste o que me disguste tanto, por que disgustos tengo, pero cuando hace unos cuantos días que no voy, me empiezo a irritar, ni hablar los domingos que de por si me irritan, esa idea de la familia feliz, y todos comiendo en la misma mesa y demás no lo viví nunca, ni con mis padres, ni después con mis hijos, siempre fue un día aburrido al que nunca supe encontrarle la vuelta.

Pensaba dormir una larga siesta que es lo que hago desde hace años hago, pero Augusto me propuso salir.
-Dale, si mañana no tenes que trabajar, podemos salir comer en algún lado, la ciudad que vos quieras.
-No, los domingos todos los lugares están llenos, la gente odia hasta cocinar los domingos, y se gastan lo poco que tiene en salidas.
-Bueno hoy nosotros vamos a ser uno de esos.
-Dejate de joder.
-Dejate de joder vos, para que queres quedarte apolillando.
-Por que no soy una pendeja, por que me canso.
-No empieces con la edad.
-Es algo que esta, no lo podemos negar.
-Si pero vos vivís metiéndola en todo, la edad esto, la edad lo otro, parala.
-Bueno, pero no se adonde queres ir.
-Decidilo vos.
Él lo debía hacer para darme el gusto, pero la verdad que me hacia sentir como una madre, que le decía a su hijo adonde iban a ir.
Decidimos ir a Mercedes, la ciudad es mucho más grande que la nuestra, Augusto quiso ir al cine, y ahí pase de sentirme la madre de un chico, a la madre de un adolescente, la película era un melodrama bastante malo por cierto, pero bueno como el la había elegido por darte el gusto a mi, le dije que me encant.o
Después fuimos a comer a un pequeño un pequeño lugar donde de casualidad encontramos una mesa, por que estaba lleno, apenas pudimos hablar, y la verdad que si bien la comida no era fea, odio estar rodeada de gente, y más para comer, nunca me gustaron los restaurantes, entiendo que a la gente no le guste hacer la comida, a mi tampoco me gusta, pero es mucho mejor pedir comida hecha, que sentarse cerca de un montón de gente que uno en su vida vio, y que te escuchen hablar, no la verdad que no es para mi.

Después recorrimos un poco, no mucho, es linda la ciudad, peor yo no había salido con ganas, igual trataba de parecer que si, por que Augusto lo había hecho por mi, pobre, desde que murió mi padre esta todo el día detrás mio, ahora que lo pienso él se esta comportando como un padre conmigo.

Cuando ya le pareció que yo estaba bien, y que todo era hermoso, salimos de vuelta.
La ruta es de lo más oscura, y tiene bastantes arboledas, de día se ve bastante linda, pero de noche es odioso por lo menos para mi.

Cuando volvíamos, bueno no tengo ganas de contarlo ahora, por que hace poco de eso, y todavía tengo los nervios de punta.

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