Vio la amarilla sonrisa de dientes postizos que tenía Sebastián, había sacado 3 números y ganado 20.000 pesos. Pensó que con eso no le alcanzaba ni para la mitad de un changuito, pero por el aspecto casi escuálido de Sebastián, dudaba de gastar la plata en eso. Seguramente se compraría algún vino un poco más caro del que solía, y el resto lo volvería a jugar. Igual se alegró que por lo menos se la gastara en algo que le gustaba a él, y no en los nietos que vivían todos en el exterior y para quienes la plata del premio representaba centavos, aunque igual nunca se enterarían de nada porque como Sebastián le había contado más de una decena de veces, no le daban ni pelota, pero para subir fotos de cuando ellos eran chicos con él y ponerle, el abuelo, cuántos recuerdos, se te extraña, eran como mandados a hacer.
Pensó que en todos los trabajos que tenían que ver con la atención al público, había que ser un poco psicólogo. No le jodía, al contrario, saber que casi todos tenían familias disfuncionales, con relaciones que de una u otra manera causaban decepción, lo hacía sentirse acompañado.
sábado, 30 de diciembre de 2023
Los días /7)
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