sábado, 30 de diciembre de 2023

Los días /8)

Empezó a ver cierta mejora, y eso hizo que Alberto de a poco se fuera esforzando, colaborando tanto con las terapistas como con las enfermeras. Hacía años que no tenía un objetivo y ese fue uno, volver a movilizarse por su cuenta. Ver como su mano apretaba cada vez más fuerte la pelota de goma. Como recuperaba autonomía, cuando pudo volver a orinar solo, sintió una emoción que casi lo hacer llorar. Empezar a sentir que su cuerpo poco a poco le iba respondiendo, que volvía a ser dueño de sus movimientos. Cada día, semana, mes que progresaba, que de mover un dedo pasaba a dos, a tres, a cuatro, a la mano entera, a cerrar, abrir, agarrar cosas sin que se le cayeran. Al principio con dolor, muchísimo esfuerzo y también frustración por las innumerables veces que se le caían, que el dolor resultaba insoportable, hasta que por fin pudo hacerlo. Lloró ante el primer vaso con agua que pudo llevarse a la boca, con los cubiertos le costó mucho más, empezó con la cuchara que resultó lo menos complejo, pero manipular el tenedor y el cuchillo le llevó más de un mes. Lloró varias veces, se enojó consigo mismo, no podía creer que hechos tan simples, cotidianos, automáticos le demandaran tanto. Pero se sintió incentivado ante cada mejora. 

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