sábado, 23 de mayo de 2020

Y de repente se hace realidad /23)

-Me asustaste, Carmen.
-Ah si, vos a mí más cuando saliste como si te alguien te persiguiera.
-Perdóname.
-Ya está, pero decime adonde fuiste, con quien te encontraste?
Vieja metida, pero bueno, si querés saber te lo voy a largar, a ver que haces con eso.
-Mira esto Carmen.
Y le mostró la parte del vídeo donde Pedro y Teresa hablaban de asesinar a Roberto.
Carmen, se sentó en el sillón, y se llevó la mano derecha a los labios, Ines se sentó a unos pocos cuantos centímetros de ella, en el mismo sillón, de 2 cuerpos.
-Qué barbaridad, pero te parece que lo decían en serio.
-Y yo creo que si, lo digo sobre todo porque él tipo, Pedro, anda a saber si ese es su verdadero nombre, los escuche ayer a la mañana, y él quería que Teresa le diera plata para poder ir.
-Che, se lo tendríamos que decir a Roberto, no.
-Otra no queda, voy a pasar el vídeo a un CD, o un pendrive y se lo mando a Roberto.
-Tené cuidado, mira que esto no es cualquier cosa.
Esta vieja no sabe decir otra cosa que frases hechas.
-Lo sé, y gracias por preocuparte, Carmen, de verdad.
-Sabes que te quiero como a una hija.
-Y yo como a una madre.
Ambas sabían que lo que se decían de la boca para fuera, aunque un cierto cariño sentían la única por la otra, debajo de capas de falsedad.

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