sábado, 13 de abril de 2019

Los rumbos /20)

Sentía una mezcla de sentimientos cuando dejaba a Benjamín con Liliana. Los mismos que le provocaba esta, una parte de ella la admiraba, la respetaba, le parecía una mujer que tenía una capacidad enorme, pero por otro le resultaba soberbia, miserable, autoritaria. Ambas se trataban con el mayor respeto que podían, y de tanto dejar a Benjamín en su casa, esta le empezó a ofrecer mate, galletitas o muy de vez en cuando facturas. Florencia rechazó varias veces, hasta que le pareció que estaba siendo desagradable y desagradecida con alguien que aunque lo hiciera de falsa, igual le ofrecía algo sin tener ninguna obligación o necesidad de hacerlo, ya que Liliana no sacaba ningún provecho por eso, lo único que podía interesarle de Florencia era Benjamín, y hacia más de 1 año que se lo llevaba sin falta, y no creía que Liliana pudiera tener dudas de que lo seguiría haciendo.
Se sentó, aceptó el mate, y esperó.
-No como a nadie, eh, no soy una ogra, aunque a veces lo parezco.
-Está rico el mate.
-Es la yerba, cara pero buena. 
-Ajá.
Tenia que echarme en cara que compra la yerba cara, para eso me invito.
-Ya dentro de unos meses Benja va  cumplir los 3, bueno falta un tiempo todavía pero como es antes de julio, empieza jardín este año.
-Si, y lo anoté.
-Ah bien.
-Si, si, además voy a aprovechar esas horas para terminar el secundario.
Por qué se lo dije, qué le puede importar.
-Te felicito.
-Gracias...no es para tanto, lo debería haber terminado hace años.
-Lo importante es que lo hagas, digo, qué sé yo.
-Si...
-Tenés ganas de seguir algo después.
-No sé, voy a ver.
Desde ese día empezó a aceptar siempre sentarse y tomar algo con Liliana, el trato entre ambas se afianzó, ya no desconfiaban una de la otra, se reían y hasta esperaban las charlas.

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