sábado, 16 de marzo de 2019

Los rumbos /18)

Primero lo oyó, y después lo vio, lo sostenía su hijo en las manos, después vio que el cochecito lo había dejado unos metros más atrás.
Este pelotudo tiene miedo de que me mate y se le acabé la gallina de los huevos de oro, pobre bebe con ese padre, y ni hablar de la tilinga que le tocó de madre.
Agarró al bebe, y fingió una sonrisa, aunque la mantuvo porque este la miraba fijo, no quería que la viera seria, ni triste, dejó que él agarrara su dedo indice.
Jugo con él, le acarició la cabeza, le dijo palabras para que él las balbuceara, lo llenó de besos, y a la hora se dio cuenta que por primera vez desde que sus hermanas habían muerto no estaba pensando en ellas. Al principio se indignó consigo misma, y después se dio cuenta que regodearse en la muerte de éstas, era la forma más estúpida de hacer el duelo, y siguió jugando con el bebe.
Se lo empezaron a dejar todos los días, después del trabajo lo tenia ahí.
Decidió enseñarle a caminar y a hablar, el bebe la revitalizó, se concentraba en él, le compraba ropa, se fijaba cuanto había crecido, etc.
Si tus padres no te quieren criar, okey, lo voy a hacer yo, para que no te parezcas en nada a ninguno de los 2, a ver si con vos logró compensar lo mal que hice criando al idiota ese de tu padre, ojalá lo consiga. 




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