sábado, 16 de marzo de 2019

Los rumbos /17)

Accedió con Luis y Santiago luego de rechazar la propuestas de varios otros, una porque no eran pareja, sino amigos que les gustaba hacer tríos, y otra porque el chat le resultó divertido.
El acto le resultó extraño, un poco abrumador, sentir dos bocas en vez de una, cuatro manos a su alrededor en vez de dos, un cuerpo rozando su espalda y otro su pecho, pero se aguantó, habían pautado ciertas cosas, no iba a tener sexo al mismo tiempo con ambos y Luis y Santiago lo respetaron, al acabar, pese a que le ofrecieron quedarse a dormir, Agustín rechazó la oferta, les dijo que tenia que levantarse temprano al otro día, cosa que no era cierta, pero no quería dormir ahí, sentía que era regodearse en algo que no le gustaba.
La ciudad lucía vacía, hacía frío, mucho frío, caminó lentamente, viendo como sus exhalaciones se transformaban en vapor.
Llenó la bañera y se metió dentro, pensó que lo que más le había molestado de Luis y Santiago era la química que tenían entre si, no en la cama, que también, sino antes, sus propios códigos, lenguaje, etc, él nunca había tenido eso, y no creía que lo fuera a tener, consideraba que su personalidad no era compatible con ese tipo de amistades, y sentía que con casi todas las relaciones, no tenía una relación fluida con sus padres, ni con sus hermanos, se sentía condenado a una soledad que tampoco le resultaba cómoda pero a la que creía tendría que acostumbrarse. 

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