Cuando fue a pedir trabajo a la zona franca, todos lo rechazaron, Benjamín, no podía creer que a alguien con sus estudios que se ofertó en los menores puestos, que presentó una actitud resilente le hicieran eso, hasta que cuando preguntó de forma histérica a uno de sus posibles jefes, este le dijo:
-A vos te prohibió uno de arriba, parece que tenés un enemigo en Argentina que conoce gente importante, acá no vas a conseguir nada, así que mejor olvidate.
Benjamín llegó al departamento que alquilaba con otros meseros y llamó a Marcos.
-Como mierda te atreves a llamar, pendejo de mierda.
-Lo voy a denunciar a los medios.
-Hacelo, seguro un hijo de puta como vos, consigue mucha empatía, y sobre todo trabajo después, muchos van a querer contratar a alguien que se hace la victima y denuncia corporativismo empresarial, no sabes ni bien me denuncies, te van a llover las ofertas, pelotudo.
-Por lo menos usted se va a hundir.
-Más, no seas idiota, ponele que en el mejor de los casos alguna de mis empresas se funde, que te crees que me voy a quedar sin 1 peso, de verdad no sé como alguna vez te consideré una persona inteligente.
De verdad hacete un favor y busca otra profesión, y sácate la idea de ser empresario o tener algo que ver con los negocios, porque somos pocos, y nos conocemos todos, y yo me voy a asegurar que a vos se te cierren todas, en Argentina, Chile, Perú, en Estados Unidos, aunque ni vas a poder entrar ahí sin un trabajo, donde vayas, tengo negocios y conozco a muchos en todos lados.
Benjamín cortó, no entendía para qué había llamado, suponía que para descargarse.
Lo iba a putear y me descanso, como siempre, y encima tiene razón, no tengo chances.
Siguió trabajando 11 meses más en Chile, doble turno, ahorrando casi todo lo que ganaba, para luego volver al país y ponerse a estudiar otra carrera, se decidió por la que menos ingresos tenía, y una que casi garantizaba salida laboral, aunque nunca le había interesado en lo más mínimo.
Meteorólogo, pero bueno, siempre he jodido con que soy resilente, a ver si es cierto.
La carrera le resultaba difícil y aburrida, pero buscó la forma de interesarse en ella, cada cifra, estadística, palabra complicada de retener que estudiaba, se obligaba a visualizar tormentas, rayos, vientos, ver lo fascinante en todo eso, así empezó a interesarse en las materias, a compartir estudios con sus escasos compañeros, apenas 4, y descubrió que le interesaba, era un mundo diferente al que se había movido siempre, casi parecía otra dimensión, y le empezó a agradar.
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