Para confirmar lo obvio, recordó que cuando su tío político Nicolas, le ofreciera llevarse lo que quisiera de la habitación de Liliana, había elegido un cepillo que su tía comprara en no sabia que lugar de antigüedades en España, el cepillo tenia como 200 años, y era el preferido de Liliana.
Sandra lo buscó en el cajón de la cómoda donde lo había dejado, espero que en el laboratorio encontraran algunos cabellos arrancados de raíz, para que la prueba sirviera.
Tuvo suerte, y después de unos días le llegaron los resultados, Bruno era el hijo de Liliana.
Como no sabia bien por donde comenzar a buscar, y siendo consciente de que no era policía, como para pedir informes en ningún lado, tuvo que conformarse con lo que sabia, y luego decidir si se lo decía a su madre o no.
Pasó días esperando que Bruno hablara, pero este no tenia ningún interés en crear un vinculo medico paciente con ella, le era reacio y se negaba a entrar en su consultorio.
Sandra temiendo que se escapara del centro, solo para no tener que encontrarse con ella, se mantuvo alejada de Bruno, además si no lo hacia, muy posiblemente, la levantaran en peso, por perturbar a un paciente.
Le mostró las pruebas a su madre, y le dijo todo lo que sabia al respecto.
-Yo no tenia ni idea de que Liliana tuviera un hijo.
-Es raro, no te parece.
-Es raro si, sobre todo que no lo supiera mi mama, bah por lo menos que no me lo contara, de Liliana no, porque nunca nos llevamos bien, igual no recuerdo que en esa época tuviera un novio, l verdad que lo único que me sorprende es que no abortara.
-A mí también.
-Mira, yo sé que querías a tu tía un montón, que para vos no había como ella, pero si Liliana no abortó a este chico, es porque algo le sacaba al padre, ella no era de las que hacia nada sin pensar muy bien las cosas.
Y como estoy segura que a ese chic, el tal Burno, no lo tuvo por algo religioso o humanitario, sino porque le debe haber sacado buena plata al padre.
Sandra asintió con la cabeza, más no con palabras, odiaba tener que darle la razón a su madre con respecto a Liliana, pero estaba segura que esta vez, tenia razón.
Ahora necesitaba averiguar ¿quién era el padre de Bruno?
Sandra lo buscó en el cajón de la cómoda donde lo había dejado, espero que en el laboratorio encontraran algunos cabellos arrancados de raíz, para que la prueba sirviera.
Tuvo suerte, y después de unos días le llegaron los resultados, Bruno era el hijo de Liliana.
Como no sabia bien por donde comenzar a buscar, y siendo consciente de que no era policía, como para pedir informes en ningún lado, tuvo que conformarse con lo que sabia, y luego decidir si se lo decía a su madre o no.
Pasó días esperando que Bruno hablara, pero este no tenia ningún interés en crear un vinculo medico paciente con ella, le era reacio y se negaba a entrar en su consultorio.
Sandra temiendo que se escapara del centro, solo para no tener que encontrarse con ella, se mantuvo alejada de Bruno, además si no lo hacia, muy posiblemente, la levantaran en peso, por perturbar a un paciente.
Le mostró las pruebas a su madre, y le dijo todo lo que sabia al respecto.
-Yo no tenia ni idea de que Liliana tuviera un hijo.
-Es raro, no te parece.
-Es raro si, sobre todo que no lo supiera mi mama, bah por lo menos que no me lo contara, de Liliana no, porque nunca nos llevamos bien, igual no recuerdo que en esa época tuviera un novio, l verdad que lo único que me sorprende es que no abortara.
-A mí también.
-Mira, yo sé que querías a tu tía un montón, que para vos no había como ella, pero si Liliana no abortó a este chico, es porque algo le sacaba al padre, ella no era de las que hacia nada sin pensar muy bien las cosas.
Y como estoy segura que a ese chic, el tal Burno, no lo tuvo por algo religioso o humanitario, sino porque le debe haber sacado buena plata al padre.
Sandra asintió con la cabeza, más no con palabras, odiaba tener que darle la razón a su madre con respecto a Liliana, pero estaba segura que esta vez, tenia razón.
Ahora necesitaba averiguar ¿quién era el padre de Bruno?
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