Al ver salir a Damian, decidió usar su propia llave para entrar en el departamento.
Adentro no encontró nada, más que un cenicero repleto de colillas de cigarros.
Ines salió, y le escribió un mensaje a Lara.
En la habitación no hay nada, debe tener todo, en el celular.
Con todo se refería a los fetiches, recuerdos de las heridas infligidas a las diferentes mujeres con las que había estado, con eso podían ir a la policía.
Recordó los fuertes calmantes que le había dejado el doctor, para que se los diera a su madre, cuando los dolores eran muy fuertes, y decidió colocarlos en un pote donde preparo un postre de leche.
Ines, tuvo que hacer un gran esfuerzo por tragar el suyo, sin observar demasiado a Damian, cada cucharada que este se metía a la boca, ella exhalaba, al terminar, se llevo la mano derecha a los ojos, refregó con el indice su ojo izquierdo, y con el pulgar el derecho, bostezo, y se quedó dormido.
Ines se levanto de su silla, y empezó a buscar en los bolsillos del jean, encontró el celular en el derecho, este no era de la misma marca que el de ella, y para no tocar algo que luego Damian se diera cuenta de que ella había tenido su celular, decidió llamar a Lara.
-Che, yo no sé como se maneja este celular, tengo de otra marca, vení.
Está bien, dentro de un ratito paso.
Lara enseguida maniobro, y mando las fotos y los videos al celular de Ines y luego al suyo.
Ambas se sentaron en el celular y empezaron a ver imágenes perturbadoras, mujeres siendo quemadas con cenizas, otra lamiendo suela de los zapatos, otras comiendo escrementos.
Ines no pudo seguir viendo.
Adentro no encontró nada, más que un cenicero repleto de colillas de cigarros.
Ines salió, y le escribió un mensaje a Lara.
En la habitación no hay nada, debe tener todo, en el celular.
Con todo se refería a los fetiches, recuerdos de las heridas infligidas a las diferentes mujeres con las que había estado, con eso podían ir a la policía.
Recordó los fuertes calmantes que le había dejado el doctor, para que se los diera a su madre, cuando los dolores eran muy fuertes, y decidió colocarlos en un pote donde preparo un postre de leche.
Ines, tuvo que hacer un gran esfuerzo por tragar el suyo, sin observar demasiado a Damian, cada cucharada que este se metía a la boca, ella exhalaba, al terminar, se llevo la mano derecha a los ojos, refregó con el indice su ojo izquierdo, y con el pulgar el derecho, bostezo, y se quedó dormido.
Ines se levanto de su silla, y empezó a buscar en los bolsillos del jean, encontró el celular en el derecho, este no era de la misma marca que el de ella, y para no tocar algo que luego Damian se diera cuenta de que ella había tenido su celular, decidió llamar a Lara.
-Che, yo no sé como se maneja este celular, tengo de otra marca, vení.
Está bien, dentro de un ratito paso.
Lara enseguida maniobro, y mando las fotos y los videos al celular de Ines y luego al suyo.
Ambas se sentaron en el celular y empezaron a ver imágenes perturbadoras, mujeres siendo quemadas con cenizas, otra lamiendo suela de los zapatos, otras comiendo escrementos.
Ines no pudo seguir viendo.
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