sábado, 21 de junio de 2014

Adiós a una vida /21)

-Si ya sé, poco champú, poca crema, enjabonarme las manos yo, y frotarle el cuerpo, ah y una toalla debajo de mis pies. 
-Yo sé qué te parezco una exagerada, pero es que no sé para qué querés bañarte con él, es jugar con fuego.
-Tranquila Mariana, soy el padre, además te pones como si fuera un loco, cálmate.
El nene sonrió ni bien empezó a sentir la ducha sobre su cabeza, mariana a cada momento controlaba el agua.
Gabriel golpeaba con su pequeña mano sobre el hombro de su padre, para sentir el chapoteo del agua.
Luego de que de su pelo no quedará el resto de crema de enjuague para bebe, ya que Mariana no le había dejado usar otra, ésta cerró la canilla, y envolvió a Gabriel con una toalla.
Román suspiro, Gabriel empezó a quejarse y patalear sobre la cama.
-Tranquilo, Gabriel.
-Yo quería seguir en el baño.
-No se puede, ya estás limpio, el baño es para quitarse la mugre, no para jugar.
-No pasaba nada si se quedaba un ratito más.
-El agua del termotanque se iba a enfriar.
-Estamos en primavera.
-Y qué, hasta en verano el agua sale frísima.
-Lo estás asfixiando, te va a odiar.
-Déjame de joder, querés, trato de hacer todo lo posible para que este bien, vos te crees que porque un día se te da de bañarlo, como si eso te convirtiera en el padre del año, yo soy una loca, por cuidarlo.
-Una cosa es cuidarlo, y otra es  romper las pelotas.
-Ahora soy una rompe pelotas, andate a cagar, Román.
-Nega que lo sos.
La beba empezó a llorar.
-Ya que te la das del padre modelo, anda a ver qué le pasa a Lucía.
Los 2 se quedaron con uno de sus hijos en brazos, pensando si eso era el matrimonio, si en verdad todo consistía en reproches y no en apoyarse mutuamente.

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